Una mirada al Jaén de 2030
Pepi Galera
Hacer pronósticos a largo plazo siempre es difícil y se corre el riesgo de no “dar una”. Si este plazo es de veinte años, la tarea se presenta más como un juego de imaginación, de ver cómo somos y cómo podremos ser, o nos gustaría, que como mero trabajo de predicción. Veinte años, los que separan 2010 y 2030, al mismo tiempo, parecen no ser nada, pero para presentir todos los cambios que pueden traer para una provincia como Jaén sólo habría que mirar hacia atrás y recordar cómo éramos.
Pepi GaleraHacer pronósticos a largo plazo siempre es difícil y se corre el riesgo de no “dar una”. Si este plazo es de veinte años, la tarea se presenta más como un juego de imaginación, de ver cómo somos y cómo podremos ser, o nos gustaría, que como mero trabajo de predicción. Veinte años, los que separan 2010 y 2030, al mismo tiempo, parecen no ser nada, pero para presentir todos los cambios que pueden traer para una provincia como Jaén sólo habría que mirar hacia atrás y recordar cómo éramos.
Tecnologías, sanidad, educación, infraestructuras, sociedad...Las diferencias son visibles y palpables en cada uno de estos ámbitos. Ahora, sólo hay que echar la vista hacia delante. ¿Cómo será Jaén en 2030?
Nueve expertos de diferentes ámbitos exponen aquí algunas de sus impresiones sobre cómo podría ser el Jaén de 2030. A priori, si se pone la vista en la capital, se podría ver una Ciudad Sanitaria echando a andar, varias líneas más del sistema tranviario, expansión del casco urbano hacia el norte y, cómo no, una sociedad en la que internet y las redes sociales conviven 24 horas al día con los jiennenses, tanto en su ámbito laboral como doméstico y social. En la provincia, más infraestructuras que posibilitarán la accesibilidad a los centros de trabajo en menos tiempo, para componer una sociedad más urbanita en la que el tradicional aislamiento de las zonas rurales sea más un viejo recuerdo que una realidad. También será una población cada vez más multiétnica, ecologista y preparada que se moverá entre las oportunidades de un mundo global, pero cada vez estará más envejecida—se calcula que la esperanza de vida crecerá en torno a unos diez años—, por los avances en sanidad.
No tiene por qué ser así, todo depende de que continúen los patrones actuales, pero, al menos, son posibilidades con las que, por unos minutos, nos podemos soñar a 31 de enero de 2030.