Una "marea" en guardia por el aborto libre y seguro
Después de que el propio Mariano Rajoy decidiese dar marcha atrás y retirase la reforma de la “ley del aborto” había ciertas dudas. Antes de comenzar la marcha de la Marea Violeta por Jaén hubo quien preguntó si, tras el paso dado por el Gobierno, se concentrarían o seguirían adelante con la manifestación. La respuesta fue lo segundo, manifestación ante todo, aunque esta vez había mucho por celebrar. Así, algo más de un centenar de personas partió desde las puertas de la Subdelegación del Gobierno de Jaén y clamó por el derecho al aborto “libre, seguro y gratuito”. También se reivindicó que no se diera ni un paso atrás y, a la vez, desde la plataforma feminista exigieron que se retire el recurso de inconstitucionalidad que el Partido Popular interpuso contra la “ley de plazos”.
La comitiva la encabezó una pancarta con integrantes de la “marea violeta”. Acudieron representantes del Partido Socialista, Izquierda Unida, Podemos, Comisiones Obreras, la Unión General de Trabajadores, Ustea, Juventud Comunista, la asociación de Mujeres Progresistas y el colectivo Flor de Espliego de Alcaudete, entre otros. “Nosotras parimos, nosotras decidimos” fueron algunos de los gritos que se escucharon. “Ahora más que nunca no debemos bajar la guardia”, indicaron desde la “marea”, a la vez que clamaron por el “derecho a que las mujeres sean las que decidan”. Ni el mal tiempo pudo con sus reivindicaciones.
La manifestación terminó en la Plaza de Santa María, donde se llamó a “celebrar este triunfo de las mujeres y de toda la ciudadanía” y a “seguir actuando” para que el PP retire el recurso y se impida que se exija el consentimiento paterno o materno para las adolescentes de dieciséis o diecisiete años que decidan abortar. “La ley actual deja este consentimiento en sus manos aunque obliga a informar a los progenitores, a no ser que alegue que esto le provocará un conflicto grave”, recordaron en la lectura del manifiesto, y especificaron que ese “conflicto” puede ser el peligro cierto de violencia intrafamiliar, amenazas, coacciones, malos tratos o una situación de desarraigo o desamparo. “El cambio que pretende el Gobierno puede traer como consecuencia que la opinión de la menor no sea tenida en cuenta en una decisión personalísima que tendrá grandes repercusiones en su vida”, añadieron. Por eso, reiteraron que “hay que seguir vigilantes” para que “no se dé ni un paso atrás”.