Una manzana 'devorada' por las pintadas

Javier Esturillo/Jaén
A solo unos metros de la iglesia de San Bartolomé, una joya arquitectónica del siglo XVIII, en pleno casco histórico de Jaén, se encuentra una manzana “devorada” por las pintadas. Las calles  Sánchez de la Nieta, Doctor García Anguita y Muralla son el mejor ejemplo de grafitos sin orden ni concierto.  

    02 nov 2011 / 10:52 H.

    No hay milímetro en las paredes de cada una de estas zonas que esté libre de pintadas. El blanco de la cal ha sido sustituido por firmas, garabatos, dibujos de escasa calidad y declaraciones de amor con faltas de ortografía. Cada mañana, amanece con una nueva inscripción en un cruce de caminos frecuentado por turistas atraídos por el Jaén más monumental. Los vecinos se muestran resignados y desamparados, a pesar de vivir en una zona de especial protección por su singularidad y valor artístico, no por las pintadas que ensucian sus paredes, sino por los edificios y espacios públicos que rodean a este representativo lugar.
    Los distintos gobiernos que han pasado por el Ayuntamiento prometieron plantarle cara a este “arte” urbano, pero se quedaron en el intento. Prueba de ello es que ninguna de las medidas que se han puesto en marcha han dado sus frutos. Ni siquiera la Catedral o la propia iglesia de San Bartolomé se han librado de los actos vandálicos mediante botes de pintura. El presidente de la Asociación de Vecinos Arco del Consuelo, Antonio Lozano, es uno de los responsables que más empeño ha puesto en esta cuestión, pero sin demasiado éxito.
    El concejal de Mantenimiento Urbano, Manuel del Moral, confirma que su departamento realiza, en estos momentos, un informe sobre la situación actual al objeto de intervenir en las zonas más dañadas y de mayor valor turístico. Dice, sin embargo, que todo dependerá de la disponibilidad económica, ya que su Concejalía carece de fondos para acometer iniciativas extraordinarias. Del mismo modo, hablará con la empresa FCC  para diseñar un plan de intervención contra las pintadas.