09 jun 2015 / 12:16 H.
La mágica noche con los Jiennenses del Año te deja pues eso, magia en lo que se vive, y con mi perdón y respeto a quienes no mencione, debo hablar de quienes me tocan de cerca: Protección Civil, que me ha sorprendido por esa juventud que voluntariamente ofrecen sus horas al servicio de otros, y a la Asociación Española contra el Cáncer donde hace pocos días pude colaborar por primera vez y agradecida porque también me toca de cerca. Pero esta Gala te da otras sorpresas como conocer al maestro Juan José Padilla, que aún siendo antitaurina, reconozco que es admirable su sencillez y su cercanía, persona de veras admirable. Pero mi otra gran alegría de la velada fue encontrarme con algún magistrado que me llamó por mi nombre, y mira que somos muchos letrados, y que me dijo “no me llame de usted que no estamos en el Juzgado” y eso se agradece casi más que una buena sentencia, con mis respetos. Esa es la magia de la Gala de los Jiennenses del Año. Gracias a Juan, a los organizadores, y todos los que colaboraron para hacer que esos cohetes se convirtieran en estrellas.