Una lucha sin tregua contra las cláusulas suelo abusivas
Una lucha sin tregua que empieza a dar sus frutos. Facua Jaén, en colaboración con Saigner Abogados, ha realizado desde el pasado 2012 un total de 120 reclamaciones extrajudiciales presentadas en las diferentes entidades bancarias de la ciudad, que tienen como base “un incumplimiento de sus deberes de información y transparencia a la hora de negociar con cada cliente sus préstamos hipotecarios”, según explicó el secretario y portavoz de Facua, Felipe Serrano.

“Se trata de una serie de cláusulas —llamadas suelo— que fijan un tipo mínimo de interés, que lo que hacen es que en determinadas circunstancias, como es la bajada del diferencial fijado en la hipoteca, lo que en principio parecía un tipo de interés variable se convierte en fijo”, puntualizó.
Tan solo en dos casos se han solucionado satisfactoriamente con esa acción inicial, por lo que en el resto han acudido a la vía judicial, con su presentación ante los Juzgados de Primera Instancia de Linares y ante el de lo Mercantil de Jaén, además de remitirlas al Banco de España y al Servicio Provincial de Consumo. “Las sentencias se han pronunciado en la totalidad de los casos con la declaración de la nulidad de la cláusula suelo”, manifestó Serrano.
Si bien, concretó, el punto de inflexión vino con una sentencia del Tribunal Supremo que declara la retroactividad hasta mayo de 2013 y el cambio jurisprudencial en los juzgados de la provincia.
Ahora, indican, se aprecia un principio de cambio en algunas entidades, “alcanzando una vez presentada la demanda acuerdos antes de llegar a juicio, en el sentido de reconocer la nulidad de la cláusula suelo y la devolución de las cantidades de más abonadas desde 2013”. No es el caso de otras, que solo admiten bajadas del suelo en 1 o 2 puntos, en algunos casos a cambio de mayor vinculación con la entidad, “lo que obliga al cliente a acudir a juicio, a pesar de que la jurisprudencia es clara”.
Un ejemplo es el que representa David Cabezas, que se denomina como un “afectado hipotecario”. Conoció la sentencia favorable recientemente, tras dos años de lucha. Compró un piso en enero de 2010 bajo unos cálculos que le parecían aceptables, pero al día siguiente le anunciaron desde su entidad que la deuda era más elevada “y me hicieron solicitar un préstamo”. Tuvo que hacer una segunda hipoteca al atravesar una situación complicada, y tras solicitar la dación en pago y la revisión del tipo de interés, fijado en un 3,5 por ciento, optó por la vía judicial.
Ahora, su entidad financiera le tiene que devolver 5.800 euros y al mes ha pasado de pagar 584 euros a 423, 161 al mes “que en 35 años suponen más de 60.000 euros de diferencia”.