Una linarense detenida por amenazas de bomba a bancos

Tres y media de la tarde clavadas, día 13 de septiembre, la Jefatura de la Policía Local de Bailén recibe una llamada telefónica inquietante. Una mujer explicó al agente que la atendió que al día siguiente, “explotarían unas bombas” en distintos bancos. Los primeros datos apuntan a que las entidades afectadas están situadas en Bailén y la vecina Linares. La Policía Local emite un aviso que es gestionado por el Servicio de Emergencias 112 y que llega a las salas operativas de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Por jurisdicción, es la Benemérita la que comienza las pesquisas, mucho trabajo, en pocas horas, que permitió la detención de una mujer, de 54 años.

26 sep 2015 / 09:01 H.


Desde el primer momento se trabaja con la hipótesis real de que algún artefacto pueda hacer explosión, por lo que la Comandancia y el puesto de Bailén movilizan todos los medios. Son dos vías de acción en paralelo. Por un lado, el rastreo de las sucursales señaladas. Los guardias civiles entran a los bancos para revisarlos a conciencia, con la presencia de uno de los expertos en desactivación de explosivos, de los Tedax, desplazado desde Granada. Al mismo tiempo, la Policía Judicial del Cuerpo comienza a trabajar con la llamada recibida, de la que la Jefatura de Policía Local aporta una copia, y, de esta forma, se aclara una de las dudas ¿era Bailén o no? La autora del comunicado había tratado de distorsionar la voz, según fuentes del caso, pero, finalmente, se descubre que en lugar de referirse al municipio bailenense, hace alusión a entidades de Jaén. Esto lleva a que entre también en escena la Comisaría de la capital, a la que advierte de lo que ocurre la Benemérita. El trabajo de campo deja claro que no hay nada en las oficinas que haga pensar que se ha colocado una bomba. A pesar de ello, a la mañana siguiente, antes de las 8:30, hora señalada para la deflagración, acudieron agentes a todas las entidades para evitar que se cumpliera la amenaza que, finalmente, no fue tal. Mientras, la Policía Judicial de la Guardia Civil continuaba con las pesquisas y dio con el origen de la llamada, realizada desde una cabina, situada enfrente de la estación de autobuses de Bailén.
El análisis lofoscopico del teléfono, es decir, de las huellas de las personas que habían usado el día de la amenaza, permitió determinar quién había sido la posible autora de la llamada. Tras descartar distintas posibilidades, la pista llevó a los policías judiciales de la Comandancia hasta una vecina de Linares, de 54 años, como autora de los avisos de bomba. A esta sospechosa, que fue detenida, se le imputó un delito de desórdenes públicos.
No es la primera vez que ocurre un hecho de estas características. En 2007, tuvo que ser desalojada la Estación de Autobuses de Úbeda, en plena hora punta, al recibir el 112 el aviso de que iban a explotar dos bombas en el recinto. Ese mismo año, fue necesario dejar vacía la sede del servicio Salud Responde y el 061, en el Complejo Hospitalario de la capital jiennense. Tras meses de trabajo, la Policía Nacional localizó al autor en Alcalá de Henares. En 2011, El Juzgado de Instrucción número 3 de Andújar castigó con una multa de 180 euros a un vecino de Baracaldo, de 24 años, por avisar en falso de la colocación de varios artefactos terroristas en el puente bilbaíno de Portugalete. El joven vasco telefoneó a la redacción del “Diario Ávila”, y explicó que iban a explotar dos bombas de forma inminente.