Una iglesia anclada en el pasado

Existe un consenso científico mundial que, a través de innumerables estudios, incluida una proclamación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha derrumbado cualquier teoría que relacione la homosexualidad con una enfermedad.

06 ago 2015 / 10:03 H.

Creencias que todavía determinados sectores de la jerarquía eclesiástica mantienen como dogma de fe. Al menos es lo que desprende el Boletín Oficial Eclesiástico de la Diócesis de Jaén para el periodo de mayo a junio de 2008, que el Obispado de Alcalá de Henares ha hecho suyo hasta tal punto de mantenerlo colgado en su web, cinco años después de su publicación, según desveló el diario El Mundo, en su edición de ayer. El documento sostiene, en uno de sus apartados, que los transexuales padecen una “psicopatología” y que están incapacitados para “los derechos y deberes propios de la vida y el amor”.

El contenido del boletín que entronca con el caso de Álex Salinas, el transexual gaditano de 21 años al que se le impidió ser el padrino en el bautizo de su sobrino en una parroquia de San Fernando, un hecho que la Iglesia explicó porque, por su condición, no cumple con el requisito de llevar “una vida congruente con la fe”, según fuentes eclesiásticas.

El texto de la Diócesis de Jaén, editado en 2008, no se puede descargar ya de su web oficial, aunque sí del portal de la Diócesis de Alcalá de Henares, cuyo titular, Juan Antonio Reig Pla, ha protagonizado diversas polémicas debido al contenido de algunas de sus homilías, como las referidas a la homosexualidad. Precisamente, el colectivo de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales de la provincia, Arco Iris, no sale de su asombro después de leer el Boletín de la Diócesis y sus referencias a los transexuales. En este sentido, su portavoz y presidente, Miguel Montero, considera retrógrado y fuera de lugar las afirmaciones que en él se realizan. “No entiendo qué estilo de vida es congruente para las disposiciones de la Iglesia. Quién es el clero para cuestionar cómo debe de ser la orientación sexual de una persona”, se pregunta el responsable, que va mucho más lejos al pedir una explicación pública al Obispado de Jaén por un documento que, a su juicio, atenta contra los derechos fundamentales de las personas.

Reflexión. Para Miguel Montero, la Iglesia debe acoger a “todo el mundo, independientemente de su orientación sexual”. Y refuerza su alegato con las últimas declaraciones del Papa Francisco, en las que cuestiona cualquier exclusión por motivos de sexualidad. En opinión del portavoz del colectivo la jerarquía eclesiástica puede interpretar cualquier materia, pero “nunca decidir sobre ella” como si se tratara de una norma inamovible.

Miguel Montero cree que la Iglesia necesita realizar una reflexión profunda, porque “ha sido la primera en ocultar barbaridades como la pederastia”. Por todo ello, lamenta que sigan sin ver a su colectivo como personas y no utilicen su poder para pervertir la moral y la realidad. Este periódico trató sin éxito de conocer la opinión de la Diócesis de Jaén sobre el contenido del boletín correspondiente a mayo a junio de 2008 y si mantiene lo que en él se recoge.