Una histórica bajada de los precios que genera inquietud

No es momento de caer en el alarmismo, pero de nuevo, otro indicador económico viene a echar más leña al fuego de la crisis. El Índice de Precios al Consumo (IPC) que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística, ha caído un 1,7 por ciento en la provincia de Jaén durante el pasado mes de enero, por encima del 1,2 de media en el ámbito nacional. Los precios bajaron de forma especialmente acentuada, más de un quince por ciento, en el sector de calzado y vestido, marcado fundamentalmente por las rebajas. El desplome es espectacular y, aunque se produce en un mes en el que las rebajas suelen producir de por sí una bajada, no se esperaba que fuese tan acentuada. Con todo, el mensaje que se lanza desde el Gobierno es de tranquilidad y se descarta la posibilidad de que la economía española entre en un proceso de deflación. Aún así, se admite que es posible que se registren tasas negativas en los próximos meses. Aunque desde algunos sindicatos se analicen los datos como un respiro para las economías domésticas, la realidad deja de manifiesto que cuesta igual que siempre llegar a fin de mes y que la supuesta rebaja de los precios no se aprecia en el bolsillo del consumidor. El análisis en positivo, en este marco más bien pesimista, es que el Banco Central Europeo se sostiene en su línea de intentar estimular el mercado crediticio para desatascar el consumo, con lo que se planea un nuevo recorte en los tipos de interés para el mes próximo. Es obvio que, pese a todo, las entidades financieras han endurecido sus condiciones y todavía no fluyen los créditos como sería necesario para reactivar la liquidez tanto de las familias como de las empresas. El Gobierno puede y debe endurecer sus exigencias en este sentido, para que la inyección de capital que se ha dado a los bancos y cajas no se quede en una insolidaria estrategia para cuadrar cuentas de resultados.

    14 feb 2009 / 16:30 H.