Una feria que deja 22 millones
Adiós a la feria más grande de la historia de Jaén. Hasta ahora, nunca una muestra comercial que contabiliza las visitas había logrado congregar a 50.000 personas en cuatro días. Por hacer una comparativa, es casi decir que todos los habitantes de la segunda ciudad más grande de la provincia —Linares— se han interesado, han acudido y hasta han pagado una entrada por visitar su recinto comercial. Ayer fue un día menos apurado, a diferencia del jueves y del viernes. Los pasillos estaban bastante más despejados, lo que indica que el evento ha sido mucho más de negocios y que el sábado —jornada que se solía dedicar a paseantes y curiosos— pierde fuelle en función de los hombres y de las mujeres que acuden para comprar y vender en el recinto que alberga la mayor muestra comercial del aceite de oliva, el olivar y todas sus industrias afines.

El presidente de Ferias Jaén, José Castro, compareció, a las once y media de la mañana de ayer, acompañado del delegado de Agricultura y presidente de la Fundación del Olivar, Sebastián Quirós, para hacer balance de Expoliva 2015.
Tal y como se esperaba, por lo que se ha visto en estos días, José Castor no lo dudó: “Ha sido la edición más importante de todas las que hemos realizado. Expoliva se puede calificar como excelente en todos los ámbitos”. Y al presidente, pese a que es auxiliar de farmacia y técnico administrativo, le salió una vocación de maestro para, incluso, darle una calificación: “Ha sido una Expoliva de notable alto”. Ferias Jaén recuerda que se han instalado casi 280 expositores con 500 marcas, lo que representa 50 mostradores más que hace dos años. Hasta el viernes habían pasado 38.543 visitantes, por lo que se preveía llegar a los 50.000 en la jornada de ayer. José Castro recuerda que se ha contado con más empresas internacionales —31 han venido de otros países para montar su expositor— y se han acreditado 3.353 profesionales extranjeros, que llegan desde Marruecos, Italia, Ghana, Taiwan, Polonia, Francia, Turquía o Argelia, entre otros países interesados en este cultivo.
Asimismo, se han acreditado 378 periodistas de 113 medios de comunicación. “Estoy plenamente satisfecho. Me siento orgulloso del personal de Ferias Jaén, que ha trabajado muy duro para este evento. Además, ha programado medio centenar de eventos para promocionar el aceite e impulsar el reto de la exportación, que es donde más crece el consumo”, afirma José Castro. Expoliva ha contado con 3 misiones comerciales, en las que han participado negocios jiennenses y compañías internacionales. Se han realizado 520 encuentros con emprendedores de 12 países en los que han estado presente 63 sociedades de la provincia. “La mejor valoración es la que hacen las personas que vienen y nos han dicho que son los mejores encuentros en los que han estado y que están por encima de las otras ferias. Por eso, todos coinciden en darnos un notable alto, que es la calificación que yo le doy a esta edición de Expoliva. Hemos dejado el listón muy alto y estoy muy contento con el trabajo que han hecho todos”, concluyó José Castro su comparecencia ante los periodistas.
Hubo un “lunar”. Ferias Jaén asegura que el único aspecto negativo de este evento ha sido el problema que se suscitó —sobre todo el jueves— con los aparcamientos. “Necesitamos más espacio para los coches. De esto, no hay duda. No obstante, en ocasiones, también somos todos demasiado cómodos. En mi pueblo se dice que queremos ir al bar y meter el coche dentro. Todo es mejorable y de esto hemos tomado nota”, indica José Castro.
Sin embargo, señala que hubo un día —el jueves— en el que los coches daban vueltas y, durante un tiempo, no tuvieron posibilidad para estacionar. “Si hubiéramos contado con el aparcamiento de La Vestida no se habría producido problema alguno. Le pedimos al Ayuntamiento que, al igual que hace en San Lucas, trasladara el mercadillo, pero nos dijo que era imposible”, afirma José Castro. A la pregunta de si el Ayuntamiento de Jaén había trabajado con lealtad en la organización de Expoliva, el presidente de Ferias Jaén no lo duda: “Sí. Ha existido lealtad, aunque creo que no se da cuenta de lo que supone para Jaén. Trasladar el mercadillo no le habría costado trabajo. El jueves, el concejal de Tráfico —Juan Carlos Ruiz, aunque José Castro no lo nombró— me llamó cuando se dio el problema con el aparcamiento. Yo le dije que no era más que lo que esperábamos. Por lo demás, sí que han estado a nuestro lado”.
Calcular el volumen de negocio de Expoliva resulta imposible. Acuerdos y operaciones comerciales se han dado en todos los expositores. No obstante, Ferias Jaén sí que cuenta con un estudio que señala el impacto de Expoliva en la ciudad y en la provincia jiennense. En base a él, la organización no duda en aseverar que la Feria del Aceite de Oliva e Industrias afines ha dejado alrededor de 22 millones de euros en cientos de empresas jiennenses —restaurantes, hoteles, bares, cafeterías, taxis, montadores, carpinteros o transportistas, entre muchas otras empresas que han dado algún servicio en el recinto o han atendido fuera de él a las personas que han viajado hasta la capital jiennense para participar en Expoliva—.
Por otro lado, el presidente de la Fundación del Olivar y delegado de Agricultura, Sebastián Quirós, fue rotundo: “Más que las cifras, en ocasiones, priman las sensaciones y esta edición de Expoliva las ha dejado muy buenas. La gente se marcha muy contenta”.
Señala que el simposio ha contado con 1.335 expertos, lo que supone un incremento del 14,3% respecto al año anterior. Se han abordado 210 ponencias o comunicaciones, lo que ha hecho que sea un referente científico para el mundo del olivar y para fomentar la transferencia de conocimiento.
Los foros sobre la industria oleícola y sobre el olivar y el medio ambiente han sido los que han despertado más interés. Son los que más participantes han tenido. Asimismo, Sebastián Quirós matizó que los Premios de Expoliva a la calidad han recaído en bastantes empresas jiennenses, lo que supone un estímulo y un aval que deja claro que los productores realizan un gran trabajo y que han de continuar por ese camino.
Mientras tanto, el último día de Expoliva fue más tranquilo y breve. La feria cerró a la hora taurina por excelencia —las cinco de la tarde—. En ese momento, los empresarios comenzaron a cargar el material en sus coches y a coger la carretera para tomar rumbo a su lugar de origen. La mañana no tuvo tanto gentío como en las jornadas anteriores. Más bien, se tornó en una jornada festiva en la que se veían muchos globos, sombreros de paja y, también, bastantes niños, que acudían acompañados por sus padres. Algunos visitantes parecían que iban a matar a Drácula porque llevaban unas grandes estacas de madera que repartía una empresa para facilitar la labor de siembra. Sin duda, fue el regalo de la jornada antes de que Expoliva cerrara sus puertas. Solo quedan 729 días para la próxima edición. Ya mismo está aquí otra vez.