Una familia pierde parte de su olivar a raíz de un incendio 'intencionado'

Mariela Soriano /Linares
Tras la anegación de un olivar, hace poco más de un año, por un vertido de alperujo, ahora el mismo terreno resulta pasto de un incendio, al parecer intencionado. La familia lamenta la 'dejadez' de la empresa ubicada en la zona, puesto que, indica, 'ni siquiera avisaron a los Bomberos'.

    14 sep 2011 / 14:27 H.

    Las desgracias no vienen solas. Eso es lo que le ha pasado a una familia de Linares-Baeza, que cuenta con un olivar y una zona de siembra cuyos productos satisfacen sus necesidades básicas y la de sus hijos. A principios del año pasado, el terreno se anegó de alperujo, con lo que perdieron, además de lo sembrado, parte los árboles. Poco después, la crecida del Guadalimar a causa de las fuertes lluvias arrasó con parte de los olivos, y ahora un incendio ha arrasado con otra parte, precisamente la que ya contaba con frutos. “Estábamos fuera y fue mi hermana la que me avisó del incendio. Ahora estoy hecha polvo de verlas así, porque en su mayoría se trata de las que tenían ya las aceitunas”, explicó la propietaria, Ana Rosado.
    Al parecer, según informaron a la familia, se trató de una quema de rastrojos incontrolada: “Yo no puedo echar la culpa a nadie, pero creo que es mucha casualidad que de la orujera, donde tienen la caseta de motores de riego que suben al río y que tiene la puerta de madera, casualmente no ha ardido. Además, apenas ha afectado a las olivas que estaban secas por el alperujo, que se encuentran justo en el centro, y sí a las que están verdes”, lamentó la vecina de Linares-Baeza. Al mismo tiempo, recriminó la “dejadez” de la empresa, “puesto que ni siquiera se preocuparon en avisar al Cuerpo de Bomberos”, pero, continuó, ellos sí hicieron un cortafuegos.
    Fue a raíz de los vertidos de alperujo cuando la familia se enfrentó a la empresa, y de hecho iniciaron trámites legales. Por su parte, desde la empresa no quieren hacer declaraciones al respecto, aunque sí indican que durante la quema estuvieron presentes los guardas forestales. Desde el punto de vista de los agentes, el incendio, que comenzó en la parte de abajo, pudo iniciarlo alguien en el río, y que se trata de una práctica común entre los cazadores. Al igual que hicieron un cortafuegos para la empresa, también ayudaron a unas familias de la zona con una infraestructura similar, puesto que el fuego se acercaba peligrosamente a sus viviendas.