Una estrella empieza a brillar
—¿Ha digerido ya el éxito de la otra noche, en que pisó un escenario por primera vez?

—No del todo. A mí me encanta cantar. Es algo que, desde que era pequeña, me ha hecho sentir muy bien. Siempre he canturreado mucho, en mi casa y en los coros en los que he estado. Cantar es una forma de evadirme, de expresarme.
—¿Tiene alguna formación en canto?
—No. No tengo ninguna formación académica. He estudiado algo de música, pero no canto.
—¿Cómo surgió eso de cantar en un escenario?
—Se debe a que, al vivir con un pianista, he tenido más fácil el acceso a la música, porque Alfonso siempre me ha acompañado. Pero mi participación en el espectáculo La noche en vela fue porque hace un tiempo me escuchó cantar un miembro de la Concejalía de Cultura de Córdoba y me propuso participar en este proyecto.
—¿Que tipo de canciones llevó a su repertorio?
—El denominador común del espectáculo La noche en vela es el origen de los temas. Todos son sudamericanos, a excepción de uno.
—¿Que le atrae de ese tipo de músicas?
—Siempre me han emocionado las canciones sudamericanas. Me llegan al alma y me gusta. Canto boleros, rancheras, tangos, vals... un poco de todo. Es música popular de distintos países.
—¿Qué le aporta a esas canciones conocidas?
—Que soy yo misma. No sé si soy diferente a las demás, pero cuando canto soy yo misma. No sé hacerlo de otra manera. Supongo que aporto frescura. Intento llevarme a mi terreno lo que canto, porque es así como me siento cómoda. Le doy mi propio enfoque diferente.
—¿Qué le pareció la experiencia de cantar ante un amplio público?
—Maravillosa. Me encantó estar en un escenario, en un marco tan excepcional, con la Mezquita enfrente, junto al río Guadalquivir y el Puente Romano. Hubo muchísima gente. Todo estaba lleno. Había gente en el puente, en lo alto de la Calahorra, por el césped... Todos con un respeto increíble, escuchándome en silencio. Fue maravilloso, inolvidable. Me asombró muchísimo, porque era la primera vez que subía a un escenario. Para mí fue un reto. Vencí muchos miedos y temores. Fue una liberación.