Una de mentiras más IVA
Yo también estoy triste. Tan solo sé que hemos empezado el mes de septiembre y que ya somos bastante más pobres que el mes pasado. En un país en recesión, con una emergencia en lo que toca a los precios, la gasolina disparada, la reforma laboral, una mentira irredenta, pues no ha traído nada más que descontento y aumento del desempleo.
Y ahora, el IVA, que ha agotado casi la totalidad de las libretas, plastilina y rotuladores de los chinos; la luz, el agua y hasta los muertos. ¡Qué vergüenza!, que a los “negritos” les saquen la pasta por la atención médica. Aunque también lo estamos pagando los blancos. Y es que en un país acostumbrado a pasar por el aro, donde Rajoy, con esa verborrea tan confusa, está rodeado de una camarilla, tan selecta. Días pasados, supimos que el encantador De Guindos, se había comprado un ático de 600.000 euros; por otra parte, el diputado pepero Guillermo Collarte aseguraba que con 5.100 euros al mes las pasaba canutas. Si eso es el ingreso anual de miles de pensionistas. Miles de profesores a la calle, ahora que es el tiempo, Wher, un ministro que como a otros varios les veo en apto para su inclusión dentro del grupo de “paralímpicos europeos”, y no físicos. ¿Dónde están los billetes de los bancos, esos que venían de balde? Como las cuentas no me salen, lo mismo el santón de Gallardón no ha cuadrado que 200.000 abortos al año son igual número de parados menos en su día. Y para gloria, la historia del simulacro de accidente en el aeropuerto de Ciudad Real. Si no fuera por que tengo la cabeza hipotecá.
Nicolás Ortiz es maestro industrial