Una cena rescata las viandas habituales de la Edad Media
La historia puede convertirse también en un reclamo para el sector hostelero. El Restaurante Torrepalma pone en marcha una nueva actividad. Se trata de cenas medievales que recrean el pasado de Alcalá la Real, cuando era un asentamiento fronterizo entre Castilla y Granada localizado en la antigua ciudad fortificada que corona el actual casco urbano.

El propietario del establecimiento, Isidoro González, explica que la primera de las sesiones fue una especie de ensayo antes de la cena prevista para agosto, coincidente con la Fiesta Medieval de la Mota. El empresario indica que la actividad se enmarca dentro de la programación de la Ruta de los Castillos y las Batallas. La aceptación resultó buena, a pesar de que la iniciativa del fin de semana coincidió con otras actividades. Más de treinta personas de diferentes edades acudieron a la llamada de la buena mesa.
Para dar más realce a la cita, el restaurante adquirió una vajilla nueva y se esmeró en la decoración y la iluminación del salón. Para el recibimiento de los comensales se encontraban en la puerta del local varios caballistas con atuendo de época. Se intentó dar un toque ameno a la propuesta a través de la "teatralización", con la presencia de varios actores que recrearon el pasado de Alcalá, cuando era un baluarte entre los territorios andalusíes y cristianos. Por otra parte, como sorpresa, no faltó una actuación de danza del vientre, que deleitó a los presentes y los transportó hasta periodos históricos pretéritos.
CARTA. Por un precio de treinta euros por persona los asistentes disfrutaron de un suculento menú servido por camareros vestidos a la usanza medieval. El menú mezclaba platos hispanoárabes y cristianos. Había un tajín de cordero con ciruelas y cuscús de verduras, sardinas en escabeche, buñuelos de bacalao, sopa de ajo fría y un aperitivo.
"Son creaciones con muchas especias, como la canela, pero a la vez muy nutritivas", recalca González. El establecimiento invitó a los comensales para que acudieran con trajes típicos de la Edad Media, de manera que aumentara el ambiente durante la noche. A partir de ahora se ofrecerá la cena medieval, siempre que haya una cantidad de solicitudes suficientes. La composición de los platos se adaptará a la demanda del público, de modo que existirá la opción, por ejemplo, de dar más protagonismo a la cocina sefardita. Para próximas convocatorias, en la línea de lo planteado por el concejal de Turismo, José López, se estudia la posibilidad de celebrar la cena en el interior de la propia Fortaleza de la Mota.
Las comidas tematizadas son una estrategia del Restaurante Torrepalma, que en febrero ya organizó un encuentro conmemorativo del Día de los Enamorados, con una actuación de teatro.