Una capital de folletín

Por Nuria López Priego 
La magia del séptimo arte no reside en su capacidad para filmar y recrear la realidad; en que un tren arribe a una estación y parezca que va a traspasar la pantalla para irrumpir, de pronto, en una diminuta sala. El verdadero poder del cine es que nutre la imaginación y dota al espectador de alas para volar, por ejemplo, a la capital de los sueños: a Nueva York. Ese es el objetivo de New York, I love you, pero la cinta, de los mismos productores de Paris, je t’aime (2006) y en el mismo formato, no es más que una película folletinesca y publicitaria que hace de la “capital de las posibilidades” una ciudad de límites y limitaciones.

    11 nov 2009 / 11:07 H.

    Construida a partir de una serie de cortometrajes, que se suceden en continuidad, hilvanados por Randall Balsmeyer, New York, I love you está saturada de tópicos y lugares comunes. Los protagonistas deambulan por escenarios de postal, como Central Park, el puente de Brookly o la Quinta Avenida. Lugares que no aportan nada nuevo. A ello se suman las historias, insípidas, redundantes, flácidas y fáciles. Historias de hombres y mujeres de clase media-alta, frívolos, bohemios y dolorosamente blancos. ¿Dónde están los negros? New York, I love you pretende reflejar la riqueza cultural y religiosa que confluye en la capital del mundo, pero la reduce a cristianos, judíos e hindúes. Pero ¿qué es de la población negra? ¿Qué es del blues y del jazz? Todo se reduce a un mulato. No hay más.
    Las comparaciones son odiosas y decir que nadie ha filmado Nueva York como Woody Allen seguramente es caer en un tópico más, pero no hay verdad más cierta.

    New York, i love you
    Directores: Fatih Akin, Yvan Attal, Allen Hughes, Shunji Iwai, Wen Jiang, Joshua Marston, Mira Nair, Natalie Portman,   
    Brett Ratner, Randall Balsmeyer y Shekhar Kapur