Una cantera en desuso, convertida en escombrera

Nuria López Priego/Jaén
Durante lustros denunciaron su supuesta ilegalidad y, ahora, cinco años después de que fuera abandonada, Ecologistas en Acción vuelve a la carga y critica que el paraje torrecampeño que ocupaba la cantera de áridos conocida como 'La Catalana', lejos de ser restaurado, como exige la ley, se ha convertido en una escombrera.

    04 oct 2011 / 10:04 H.

    Las denuncias se elevaron al Ayuntamiento, cuando lo gobernaba Blas Sabalete; a la Delegación de Medio Ambiente y hasta llegaron al Defensor del Pueblo Andaluz. En ellas, tanto la asociación local Camino Viejo, como la Federación de Ecologistas en Acción-Andalucía defendieron siempre que “La Catalana” desarrollaba su actividad “de forma clandestina en el paraje de Cerro Morteros y Riocuchillo por cuanto carecía de licencia municipal de actividad”. Aducían que el expediente se había incoado “sin que constara más actuación que el acuerdo de inicio, del 4 de junio de 1980”. De forma que la planta “nunca había sido autorizada” y “no existía expediente alguno relativo a la legalización de la actividad extractiva principal”. Pero, por si fuera poco, añadían que la extracción de áridos en el lugar era además “ilegalizable” porque las normas subsidiarias locales calificaban el paraje de “suelo no urbanizable” y porque la cantera estaba situada “dentro del espacio ‘Jabalcuz y Sierra de la Grana’, catalogado como Espacio Forestal de Interés Recreativo, que prohíbe expresamente ‘las actuaciones relacionadas con las actividades extractivas y construcciones anexas”.
    Con estas argumentaciones, los dos colectivos exigían la paralización “inmediata” de los trabajos extractivos y la “clausura definitiva de la actividad”. Pero ninguna institución los escuchó y, suficientemente explotada en el transcurso de más de dos décadas, “La Catalana” caducó en 2007 sin que en la zona se realizaran “nunca” las labores de restauración que marca la Ley, se queja Manuel Villar, de “Camino Viejo”. En su lugar, dejaron una herida geológica abierta y un espacio que se ha convertido en “escombrera”, denuncia, desde Ecologistas en Acción, Esteban Ureña, que teme los “riesgos” que esto supone. “La gente tira neumáticos y plásticos y, algún día, saldrá ardiendo”, aventura, no sin pedir la implicación de las administraciones para solucionar esta situación.