25 jul 2010 / 10:25 H.
Ante el peor escenario posible, en una prueba para calibrar la salud de las finanzas españolas, el resultado fue bueno. Se trataba de dejar claro que la banca europea no tiene los pilares de barro como en EE UU, por poner un ejemplo, pese a que algunos mercados han intentado minarlos directa e indirectamente. Con los datos de solvencia presentados por el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, se puede afrontar el futuro con más certezas y despejar dudas ante los mercados internacionales. La banca europea en su conjunto (91 bancos y cajas de toda Europa) se sometió a unos “test de estrés” con los que dilucidar el estado real de las finanzas propias y ajenas. La vicepresidenta segunda, Elena Salgado, califica el resultado de “excelente”, y en virtud de las pruebas realizadas, el grupo de cajas que requeriría atención se solventaría con el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob). Además, el sistema bancario español ha puestos sus cartas al descubierto, puesto que se analizó al 95% del sector financiero, cuando el requisito mínimo era del 50%. Ahora, con estos datos sobre la mesa, se espera que los mercados internacionales tengan en cuenta la solidez de las entidades de ahorro de Europa y que, en concreto, España mejore sus calificaciones y, sobre todo, la deuda continúe descendiendo. En tiempos de incertidumbre económica, en los que ataques especulativos contra economías con debilidad pueden arrastrar a todo un país y a sus vecinos, era necesario que desde Europa se detallara con claridad cuál es la situación de partida de agentes económicos tan relevantes para la dinamización productiva de la Unión Europea. Si se trataba de probar si el puente era capaz de soportar tanto peso, la exigente prueba ha demostrado que los pilares son sólidos y que las finanzas españolas están saneadas en su conjunto.