Una banda de asesinos que hay que eliminar con la fuerza de la ley
España está de luto por culpa de unos asesinos que se defienden del cerco de la justicia y de la ley con más crímenes a sus espaldas. ETA está más débil que nunca, pero precisamente eso la hace más peligrosa porque actúa de manera “enloquecida”.
Lo dijo este pasado miércoles el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y un día después de intentar una auténtica matanza en Burgos, hay que lamentar la muerte de dos miembros de la Guardia Civil, dos víctimas más de la sinrazón etarra. Mallorca se ha sobresaltado con el primer atentado mortal de su historia, un brutal ataque del que no han podido escapar los agentes. Además de trasladar a las familias de los fallecidos todo el apoyo y condolencias en estos momentos de duelo, desde todos los frentes democráticos se insiste en el que el Estado de Derecho tiene todo el peso necesario para hacer frente a los criminales. Jamás se cederá al chantaje de los violentos, esa puerta está cerrada y, pese a todo, se sigue matando porque no dejan de ser una banda de asesinos que viven por y para matar, más allá de ideales y otras historias semejantes que ni ellos mismos se creen.
La unidad de todas las fuerzas políticas y sociales es sólida y firme, y sobre ese pilar fundamental los criminales saben que tienen los días contados. Antes o después el terrorismo dejará de sobresaltar a los biennacidos, a pesar de que en momentos tan difíciles como la muerte de dos personas, cueste trabajo creerlo. La cárcel es la única salida que tienen los terroristas pero, mientras tanto, todas las medidas de seguridad y prevención son pocas para intentar escapar de los ataques. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha dado instrucciones a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de que extremen al máximo la vigilancia y se protejan pero, lamentablemente, a veces, ni todas las cautelas valen.