Una avería deja de nuevo sin agua a Santisteban y Navas
Santisteban del Puerto y Navas de San Juan volvieron a levantarse sin agua en los grifos. La enésima vez en los últimos veinte años y la cuarta en lo que va de verano. En esta ocasión, el motivo era las “sucesivas averías en la red de alta gestionada por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir”, tal y como informaba Somajasa como motivo de la interrupción. Decía, asimismo, que el suministro sería reestablecido cuando se recuperaran los niveles de los depósitos. A lo largo de la mañana, se hablaba de “una cuestión de horas”, pero el corte del suministro se alargó durante todo el día y parte de la noche.

Al cierre de esta edición, la averías ya estaban reparadas, tal y como confirmó el alcalde de Navas, Joaquín Requena, pero el nivel de los depósitos se estaba restableciendo. “Hasta que no se llenen y alcance las tuberías no volverá el suministro”, detalló. Algo que, esperaban, se completara a lo largo de la madrugada. Y, si todo iba bien, esta mañana, al levantarse los vecinos tendrían, de nuevo, agua en el grifo de sus viviendas.
“Una de las averías, al parecer, se produjo al pasar una máquina de las que trabajan en las obras de sustitución de los conductos, por encima de la tubería, que, al estar a poca profundidad, se rompió”, detalló el alcalde de Santisteban, Juan Diego Requena, versión que también confirmó su homólogo en Navas de San Juan.
obras. El 25 de julio se inició, oficialmente, la tan esperada obra que acabará con los problemas de suministro que El Condado arrastra desde hace dos décadas. Esta consiste en la sustitución de la tubería de fibrocemento existente, instalada en los años 70, por otra de fundición, en dos tramos que abarcan unos 22 kilómetros, con un presupuesto de 3,7 millones de euros. Una pequeña parte de los trabajos, la instalación de 500 metros de canalización, ya ha concluido y costó 220.000 euros. La primera fase comprende el tramo Partidor-Banderín Partidor-Castellar y supondrá la instalación en zanja de 13.363 metros de tubería de fundición dúctil de 400 milímetros de diámetro en una traza paralela a la conducción actual. Esta tubería dispondrá de desagües y ventosas para garantizar la evacuación y admisión de aire. Y la tercera fase se centrará en el tramo Castellar-Santisteban, donde se instalará otra a lo largo de 8,8 kilómetros en una traza paralela a la existente.