Un viaje a Marte, gratis

Estaba convencida de que era una premonición. En la radio alguien me estaba animando a ver las cosas en positivo. Miel sobre hojuelas, porque poco necesito para ver la botella medio llena; pero poco dura la alegría en la casa del pobre. A continuación se me informa de que la pobreza en Andalucía ha subido el dieciséis por ciento.

    17 may 2013 / 16:08 H.

    Frenazo en seco, rabia, vergüenza, tristeza, decepción. Toda mi vida laboral pagando impuestos ¿para qué? ¿Para que tengan que darles de comer a los niños en el colegio porque seis de cada diez están en la extrema pobreza? Y no pasa nada; aplicamos el limosneo de siempre y aquí paz y después gloria. Lo mejor que se me ocurre es pagarles el viaje a Marte. Se exige tener buena salud y la tienen. Dan fe los mejores restaurantes. Aptitudes de supervivencia, todas las del mundo. Solo hay que ver cómo cuidan no dejar el cargo. Si los escaños estuvieran en un agujero negro, allí sobrevivirían. Las habilidades sociales también son importantísimas; en esto, matrícula de honor. ¡Cómo se esmeran en hacer que nos sintamos imprescindibles! Después, si te vi no me acuerdo. No se necesitan muchos conocimientos de inglés. Ni falta que hace, me daría con un canto en los dientes si el español estuviera a la altura de los sueldos. Y lo mejor de todo: no se necesita preparación académica determinada. Como dijo don Quijote: “Hétenos aquí tú y yo, mi buen Sancho, solos para detener tanta barbarie”.

    Maestra
    Juana Garrido