Un torero y muchos niños valientes
El cartel taurino fue sin igual. Lo compusieron un matador de toros con dos tardes en Las Ventas y postín en muchas plazas españolas, como José Carlos Venegas, y muchos niños valientes. De hecho, todos salieron a la arena de la plaza de toros para lidiar dos bravas vacas de la ganadería de Orellana Perdiz, que tiene puro encaste Murube. La Asociación de Padres de Niños con Cáncer (ALES) celebró un tentadero del que todavía hablan los pequeños. De hecho, fue un diálogo entre valientes. Por un lado, José Carlos Venegas, que ha lidiado toros de Miura, de Cuadri y de muchas otras ganaderías legendarias y, además, ha salido a hombros. Y por el otro, familias y niños que pelean, cada día, para curarse del cáncer con valor para afrontar los tratamientos y lidiar con la enfermedad para, al final, acabar con un rotundo triunfo.

“Estamos muy agradecidos a José Carlos Venegas. Es un hombre muy cercano y nos hizo vivir el toreo muy de cerca. Además, quiero agradecer la generosidad de Pilar Orellana, que nos organizó toda la jornada. Nos regaló las vacas, preparó la capea y, encima, nos invitó a comer en el restaurante”, afirma Juan Galera, presidente de ALES. “A los niños les encantó. De hecho, me dicen: Presidente, cuándo vamos a hacer otra capea. Nos gustó mucho”.
La primera vaca fue algo más complicada y exigente, por lo que José Carlos Venegas explicó las suertes del toreo y fue el encargado de lidiarla. Sin embargo, en la segunda, el torero y muchos pequeños valientes se atrevieron a torear por colleras —en pareja—.
“Es una experiencia preciosa. Conozco a algunas familias, me avisaron y allí que fui. Tomé a algunos niños para torear con ellos en los brazos. De hecho, hasta se encargaban de llamar a la vaca. Luego, cuando los dejabas, estaban radiantes, pletóricos, llenos de felicidad. Viví junto a ellos una experiencia muy bonita”.
No obstante, estos pequeños aprovecharon que tenían a un torero muy cerca para resolver algunas dudas. “Me preguntaban si me daba miedo el toro y me quitaban los capotes para echarse fotos. Todos los niños eran muy cariñosos”, explica José Carlos Venegas. En esta iniciativa participaron 17 familias que forman parte de ALES. Sus padres cuentan que, en los días siguientes, el tema preferido de conversación era cómo torearon una vaca en los brazos de un torero. Y claro: Todo lo que hacía el animal y cómo movían la muleta. Algunos torearon en los brazos de José Carlos Venegas. Otros, incluso, se ponían al lado del torero y veían cómo pasaba muy cerca la res. Sin duda, fue una actividad solo apta para valientes, como José Carlos Venegas, que muy pronto hará el paseíllo en diversas ferias importantes, y niños que están en tratamiento para curarse del cáncer. Seguro que todos saldrán por la puerta grande.