Un sensible respiro para las reservas hídricas de la provincia

Los pantanos de la provincia acusan de forma positiva los efectos de los últimos temporales. Es la otra cara de la meteorología. La mayor red de kilómetros de costa interior del país se da un pequeño respiro después de aumentar su capacidad en poco más de un 3 por ciento, gracias a las generosas lluvias de este otoño y fundamentalmente, por el deshielo de las nieves caídas el pasado fin de semana en buena parte de la provincia. Pantanos como el del Tranco, el de mayor capacidad de la provincia, se encontraba en una situación preocupante, con menos de la cuarta parte de capacidad de agua embalsada y el actual 26,6 le permite un ligero alivio que, a buen seguro será mejor si se cumplen las previsiones que hablan de un final de otoño con precipitaciones. También han salido de la parte negra de la tabla otros como el Aguascebas o La Bolera. Con todo, sería una frivolidad hablar de que nos encontramos en un buen momento de reservas hídricas. Al contrario, todavía más de la mitad de los pantanos de la provincia siguen en estado de emergencia. El peor ejemplo es el pantano del Quiebrajano, que no puede abastecer a la capital porque se encuentra al 5,5 por ciento de su capacidad, con sólo algo más de 1.700 metros cúbicos, de los 31.500 a los que podría dar cabida. En la otra cara, el sensible retraso en el comienzo de la campaña de recolección oleícola por las últimas precipitaciones, aunque prácticamente la totalidad de los tajos de olivares está ya a pleno rendimiento. La Fiesta de la Aceituna marca hoy el inicio oficial, en una tradicional y esperada celebración en el municipio marteño. Aunque el incremento del agua embalsada es importante, hay que ser prudentes y esperar al paso del invierno y, sobre todo, de la primavera, para ver cómo se presentan las reservas con vistas al verano y confirmar si el fantasma de los cortes de agua puede darse por vencido el año que viene.

    07 dic 2008 / 23:00 H.