Un saneamiento inacabado

Ángel Plaza Chillón/Desde La Iruela. La nacionalización de YPF por parte de Argentina convive con la otra gran patata caliente, la del saneamiento bancario español, que afronta un momento decisivo cuatro años después de que la Reserva Federal saliera al rescate del banco de inversión estadounidense Bear Stearns.

    22 may 2012 / 11:05 H.

    Entre 2007 y 2011, el sector ha reforzado sus provisiones en 112.000 millones de euros, más del 10% del PIB, sin inyecciones directas de dinero público. La red de oficinas española, la de mayor densidad de todo Europa, se ha reducido un 12% y la plantilla, un 10% con datos cerrados a septiembre. Todas las cajas, excepto dos diminutas (Caixa Pollenca y Caixa Ontiyent) se han convertido en bancos. Se ha hecho mucho, pero los mercados no lo han considerado suficiente. Para acabar con esta desconfianza, el nuevo Gobierno aumentó un Real Decreto Ley las exigencias de capital principal y de provisiones para cubrir riesgos inmobiliarios más importantes, las ligados al ladrillo. Los planes detallados de cada entidad para cumplir la normativa acaban de ser aprobados por el Banco de España. Ninguna de las más grandes y saneadas (Santander, BBVA, Sabadell, Popular, Unicaja, Kutxubank y Bankinter) va a crear colchones de capital “ex novo”, sin que cubrirán el déficit de solvencia con excesos de capital, generación ordinaria de resultados y, en algunos casos, con provisiones genéricos, esas que se crearon en los años de boom de la vivienda y que se dotaban a medida que iba creciendo después de recaudar 1.300 millones en dos meses básicamente con recompra de deuda y vendiendo a marcas forzadas parte de su cartera industrial. Sin embargo, los mercados no han contado su sentimiento hacia España y la prima de riesgo sigue disparada. El esquema de nuevas provisiones que exige el Banco de España ha cargado las tintas sobre los créditos para compra de suelo, que deben estar provisionados al 80%. La media ha elevado la transparencia, pero no ha movilizado la demanda, para el suelo no hay compradores a ningún precio. En el caso de la urbanización, construida por “El Pocero”, se ha comprobado que los compradores sí están dispuestos a hacer cola sin se bajan sensiblemente los precios. “Altamira”, la inmobiliaria del Santander, se liberó en un par de semanas de casi todas las viviendas que tenía en esa localidad toledana, cuando empezó a ofrecerlas a 65.000 euros. Se trata del único camino posible para pinchar la burbuja. Algunos banqueros se han hecho los remolones, pero todos están participando en el proceso de concentración del sector. De hecho, hay mucha expectación por el movimiento que pueda hacer Emilio Botín, que hasta la fecha no ha cerrado ninguna opción en España. No tiene sentido quedarse fuera de este proceso si es el propio sector, a través del Fondo de Garantía de Depósitos, el que está financiando los EPA (seguros contra la morosidad futura) de las entidades que se están subastando. Los inversores que tienen dinero invertido en bancos están empezando a sufrir de verdad. A la caída en la bolsa (los bancos españoles cotizan de media un 60% por debajo de su valor en libros) se puede unir un recorte de la política de dividendos. La gran incógnita que despejar se llama Bankia. Rodrigo Rato puso todo el empeño en recapitalizar el banco por sus propios medios y aguantar la tormenta en solitario. Pero no se puede descartar ningún escenario, incluida una segregación de Bancaja para una venta por partes, pero el 7 de mayo dimitió, sustituyéndole en el puesto el antiguo consejero del BBVA, José Luis Goirigolzarri Ibarguengoitia.
    ángel plaza chillónUn saneamiento inacabado
    Desde la iruela. La nacionalización de YPF por parte de Argentina convive con la otra gran patata caliente, la del saneamiento bancario español, que afronta un momento decisivo cuatro años después de que la Reserva Federal saliera al rescate del banco de inversión estadounidense Bear Stearns. Entre 2007 y 2011, el sector ha reforzado sus provisiones en 112.000 millones de euros, más del 10% del PIB, sin inyecciones directas de dinero público. La red de oficinas española, la de mayor densidad de todo Europa, se ha reducido un 12% y la plantilla, un 10% con datos cerrados a septiembre. Todas las cajas, excepto dos diminutas (Caixa Pollenca y Caixa Ontiyent) se han convertido en bancos. Se ha hecho mucho, pero los mercados no lo han considerado suficiente. Para acabar con esta desconfianza, el nuevo Gobierno aumentó un Real Decreto Ley las exigencias de capital principal y de provisiones para cubrir riesgos inmobiliarios más importantes, las ligados al ladrillo. Los planes detallados de cada entidad para cumplir la normativa acaban de ser aprobados por el Banco de España. Ninguna de las más grandes y saneadas (Santander, BBVA, Sabadell, Popular, Unicaja, Kutxubank y Bankinter) va a crear colchones de capital “ex novo”, sin que cubrirán el déficit de solvencia con excesos de capital, generación ordinaria de resultados y, en algunos casos, con provisiones genéricos, esas que se crearon en los años de boom de la vivienda y que se dotaban a medida que iba creciendo después de recaudar 1.300 millones en dos meses básicamente con recompra de deuda y vendiendo a marcas forzadas parte de su cartera industrial. Sin embargo, los mercados no han contado su sentimiento hacia España y la prima de riesgo sigue disparada. El esquema de nuevas provisiones que exige el Banco de España ha cargado las tintas sobre los créditos para compra de suelo, que deben estar provisionados al 80%. La media ha elevado la transparencia, pero no ha movilizado la demanda, para el suelo no hay compradores a ningún precio. En el caso de la urbanización, construida por “El Pocero”, se ha comprobado que los compradores sí están dispuestos a hacer cola sin se bajan sensiblemente los precios. “Altamira”, la inmobiliaria del Santander, se liberó en un par de semanas de casi todas las viviendas que tenía en esa localidad toledana, cuando empezó a ofrecerlas a 65.000 euros. Se trata del único camino posible para pinchar la burbuja. Algunos banqueros se han hecho los remolones, pero todos están participando en el proceso de concentración del sector. De hecho, hay mucha expectación por el movimiento que pueda hacer Emilio Botín, que hasta la fecha no ha cerrado ninguna opción en España. No tiene sentido quedarse fuera de este proceso si es el propio sector, a través del Fondo de Garantía de Depósitos, el que está financiando los EPA (seguros contra la morosidad futura) de las entidades que se están subastando. Los inversores que tienen dinero invertido en bancos están empezando a sufrir de verdad. A la caída en la bolsa (los bancos españoles cotizan de media un 60% por debajo de su valor en libros) se puede unir un recorte de la política de dividendos. La gran incógnita que despejar se llama Bankia. Rodrigo Rato puso todo el empeño en recapitalizar el banco por sus propios medios y aguantar la tormenta en solitario. Pero no se puede descartar ningún escenario, incluida una segregación de Bancaja para una venta por partes, pero el 7 de mayo dimitió, sustituyéndole en el puesto el antiguo consejero del BBVA, José Luis Goirigolzarri Ibarguengoitia.