Un salario mínimo de verdad
Hay datos que te dejan totalmente frío, sobretodo cuando reflejan la realidad, sientes una sensación similar a montarte en algunas atracciones de la feria. Si quieres sentir esa sensación no tienes que ir a la feria, pero si vas mejor, nada más que tiene que ver la evolución del salario mínimo interprofesional y veras que en 2011 era de 641,40 euros al mes y cuatro años después, en el 2015, es de 648,60 euros, es decir 7,2 euros más. Por lo que se ve el salario mínimo del 2011 también estaba por encima de nuestras posibilidades. No me extraña que más de 10 millones de españoles sufran pobreza y que nuestro sistema de la seguridad social este prácticamente en banca rota.
Pero cuando ya te quedas congelado es cuando le cuentas esto a un joven (de treinta y tantos) y te dice que mas quisiera yo de ganar 600 euros, con derecho a pagas extras, por una jornada de ocho horas al día y que tu empresa cotice a la seguridad social por las ocho horas.
Tenemos que hacer todo lo posible por luchar contra un sistema que nos quiere convencer que nuestro estatus es la pobreza, que además tenemos que ser felices porque hay otros en la miseria y que nos anima a sentirnos orgullosos de que nuestras multinacionales y privilegiados cada día ganan más y triunfan allí donde van. Nuestros empresarios y autónomos deben convencerse que un reparto de la riqueza con unos salarios más dignos contribuye a que sus negocios prosperen, que a los únicos que benefician los salarios bajos son a las multinacionales. A ver si el próximo gobierno, sea del color que sea, incrementa, en los cuatro años de su mandato, el S.M.I. en una cantidad que permita vivir dignamente a aquel que lo recibe. Esto beneficiaria mucho a nuestra provincia ya que los principales sectores productivos que tenemos son de baja productividad y este tipo de salario sirve en muchos casos de referencia. No debemos aceptar el típico comentario de que más vale estos salarios que no tener ninguno. Debemos exigir trabajo con salarios dignos porque es lo justo y se puede incentivar a los jóvenes para que emprendan en la provincia y no se vayan a ver si encuentran un salario superior al SMI.
Javier Laplana