Un punto para abrir boca 0-0
El nuevo proyecto deportivo de Los Villares arrancó la temporada con un empate en casa ante el Club Deportivo Huétor Tájar, en un encuentro muy trabado y sin ocasiones claras de peligro. El equipo de Manolo Chumilla, que debutaba en Liga en el banquillo villariego, apenas pudo rasear la pelota en un encuentro marcado por el abuso del juego aéreo.

El Huétor Tájar plantó un muro en el centro del campo y casi no dejó grietas en su sistema de cobertura a lo largo de los noventa minutos. La ocasión más clara de los locales en el primer tiempo llegó al filo de la media hora de juego. Gallo culminó una acción personal con un disparo ajustado al poste desviado a córner por el meta Isaac. El equipo villariego, que presentó hasta seis fichajes en el once inicial, se acercó después con un remate flojo de Isaac desde el punto de penalti.
Las fases de juego más brillantes llegaron por medio de las combinaciones entre Óscar Ventaja y Juanca, dos de los jugadores más activos en el primer acto. Por su parte, los granadinos inquietaron la portería local con un disparo de falta, que estuvo cerca de sorprender a Guerrero tras golpear en la barrera y desviar la trayectoria del balón, y un remate de cabeza que se marchó a escasos centímetros del palo de la meta villariega.
Apenas varió el panorama en la segunda mitad. Los cambios introducidos por Chumilla dieron algo más de fluidez a la circulación del balón, pero todos los ataques los abortaron los centrales del Huétor Tájar, que tampoco se acercó a la meta de Guerrero tras la reanudación. Los locales reclamaron un penalti por una posible mano dentro del área en el minuto setenta y cinco, pero el colegiado no decretó pena máxima. Poco antes, Juanca tuvo el gol de la victoria para Los Villares. El delantero robó un balón a un zaguero granadino y apuntó a la meta contraria, pero no consiguió superar al meta visitante en el mano a mano. Fue la mejor ocasión del equipo de Chumilla, que visitará al San Pedro la segunda jornada de Liga.