Un problema mundial

Mientras todos se paran conmocionados por el atentado terrorista de París, la economía sigue. Sin parar. Inalterable. No lo olvidemos, las personas solo somos números a ojos de las agencias tributarias de los distintos países que forman este mundo y número en los índice de crecimiento que influyen en los mercados de valores, en las acciones de las empresas y en los distintos PIB que haya. Cualquiera diría que China cambio su política de control de la natalidad porque pensaron que las parejas que querían tener más hijos ya habían sufrido bastante. ¡Qué leñes! Lo hicieron para aumentar sus perspectivas de crecimiento económico.

    17 nov 2015 / 11:59 H.

    Pues con los atentados pasa igual. El interés de los gobiernos estará depositado en gran medida en la recesión de su crecimiento económico. Es triste pensarlo pero es así. Estoy convencidisimo que más de uno pensara: “Bueno, ahora el turismo va a disminuir, la gente va a temer viajar a grandes capitales, las personas van a temer viajar a países extranjeros. Estoy hay que pararlo”. Y por supuesto que hay que pararlo. ¡Pero hay que hacernos mirar que Occidente en parte hemos construido este monstruo del terrorismo vendiendo armas a países a los que no debíamos! Así nos hubieramos ahorrado muchas muertes. Estoy seguro. Pero en ese momento no se enfocó de esa forma. Se enfocó de manera que lo que primaba era las buenas relaciones internacionales y ganar dinero a costa de lo que pudiera pasar en el futuro.
    De no ser así, el G-20 no estaría debatiendo el compromiso de dejar de “abordar los canales de financiación del terrorismo”.
    Ahora ya es tarde. Y tenemos que hacer frente a una guerra que solo podemos evitar, a estas alturas, que traspase aún más nuestras fronteras. Por supuesto, habrá inocentes que morirán a consecuencia de eliminar el Estado Islámico en Siria. También murieron inocentes en la II Guerra Mundial. Es el coste de imponer la paz. Pero a los nazis se les ganó y a los terroristas también.
    Pedro Moreno Lozano