Un problema enquistado

La huelga indefinida prevista por el comité de empresa de autobuses Castillo amenaza con condicionar un transporte urbano público ya de por sí con problemas en el servicio. La amenaza de huelga indefinida se debe, de nuevo, a los impagos que sufren los trabajadores en el pago de las nóminas. Comenzará este próximo sábado y, aunque es un día con menos tráfico y trayectos, los empleados quieren dejar el transporte público en cinco vehículos para la ciudad y 2 para los trayectos a Los Puentes. Esa fue la propuesta que ahora tendrá que resolver la Junta de Andalucía. Como en la anterior, finalmente desconvocada, la huelga obedece a los retrasos en los abonos de las nóminas que padecen los 80 trabajadores por los impagos que sufre la concesionaria del servicio por parte del Ayuntamiento, cifrados en más de un millón de euros. Los pagos de urgencia y la renovación de la póliza se quedaron sin rubricar y desde el equipo de Gobierno se apunta directamente a la empresa como verdadera instigadora de la convocatoria de paro. Ver para creer. Una empresa que tiene el monopolio gracias al Ayuntamiento tiene la sartén por el mango y condiciona las decisiones de este en materia de transporte público. Al margen de en qué queda esta nueva convocatoria de paro, desde el Ayuntamiento, en lugar de apuntar intereses y porcentajes, estaría bien que de una vez por todas se aclarara la situación de esta concesión con todos los  datos sobre la mesa. El alcalde, en enero de 2012, ante otra escalada “reivindicativa” sobre los pagos, ya dijo que la mayor parte de la recaudación (en torno al 60%) la obtiene por la venta de billetes y recordó que la concesionaria monopoliza el transporte urbano. ¿Y cómo se presta? Se preguntan los ciudadanos. 

    17 jun 2014 / 22:00 H.