Un Primero de Mayo con más injusticia
Ramona Galindo Mena/Desde Vilches. Las sindicalistas de corazón y los progresistas estamos observando que este cúmulo de cosas, según mi punto de vista, es tomar el pulso a la sociedad y a sus distintas clases sociales.
La Constitución, en su artículo 14, dice que todos somos iguales y observando cómo está el patio ese artículo no va a ser posible y me explico, cómo un parado de 400 euros va a costear unos estudios a sus hijas e hijos o llevar una dieta equilibrada con esos ingresos, pagar el alquiler, la luz y el agua, todo básico, libros y ordenadores para ir al colegio, esto es imposible, y yo me pregunto: ¿Cómo un país quita más a la enseñanza o a la salud que a las fuerzas armadas?, o, ¿por qué le damos esta miseria de ayuda a unos y por echar una firma a otros, un capital? No me parece nada bien sacar a las niñas y niños de las escuelas al menos hasta los 18 años, así habrán madurado y no se dejarán explotar, o se harán más emprendedoras. Es para mí un drama, ver como a los más débiles se le cierran más puertas, esto para mí no tiene nombre y no es esto un mensaje de pájaro de mal agüero, esto es la reflexión de una mujer de clase humilde que un día descubrió que no somos ni mejores ni peores, ni más listos ni más torpes, que todas las desigualdades se deben a las malas gestiones políticas de unos o de otros. Es para mí un honor cuando oigo que lo que se debe es herencia de atrás, es un orgullo, mi España y mi Andalucía no la conoce ni su madre, el único error es llevarse dinero público, eso es un atentado para el país. Que devuelvan el dinero y lo paguen en cárcel, eso servirá de aviso. Al principio de la democracia, había una canción muy buena decía: con este lío del politiqueo se creen que el pueblo se chupa el “deo”. Déjense de “dimes y diretes” y saquen a este país para adelante, todos en más o menor medida somos culpables, no tenemos ahorros ni para pipas y este país es un caos. Las tasas de la Universidad no deben frenar al humilde, quien sea repetidor en un plazo establecido, que lo deje en las manos de los más listos, esto debe de ser para todos, los pudientes y los obreros, no favorezcamos al pudiente que pueda repetir las veces que quiera por poder costeárselo y al hijo del humilde fuera de la carrera universitaria a las primeras de cambio. La cultura será la salvación del mundo, a esto hemos llegado por incultos. Señores políticos, si no sabéis de dichos temas creen empresas, las pérdidas o ganancias serán para ustedes. Empresarios, no todos tenemos temple de emprendedores, que sus ganancias recaigan en la sociedad, no sean torpes, la riqueza o pobreza nos llega a todos. En este año especial felicito a los sindicatos, yo llevo 20 años militando, y ahora comprendo qué defendía, luchad con la mejor arma, la justicia social que quieren aniquilar, no lo consintáis. Vuestra verdad será el mejor aliado: ¡Justicia social ya!