Un pedazo de corazón jiennense late en el pecho de la Benemérita

Irene Bueno / Jaén
La Guardia Civil se hace un poco más jiennense y Jaén late con más fuerza en el pecho del Instituto Armado. La lluvia obligó a trasladar el acto oficial de homenaje a la Benemérita desde la Plaza de Santa María hasta el Aula Magna de la Universidad y a suspender el desfile, pero este contratiempo no le restó solemnidad.

    29 sep 2012 / 10:06 H.

    El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa Díaz del Río, presidió un reconocimiento con el que la provincia de Jaén se vincula, más si cabe, a la historia del benemérito Cuerpo. La entrega de guiones a las diferentes compañías, de la bandera de la ciudad y el homenaje a los caídos completaron un acto que supone el punto central de toda una semana de homenaje.    La Banda de Música de la Guardia Civil, dirigida por el teniente coronel Luis Blanco Domínguez, fue la encargada de interpretar el himno del Instituto Armado, así como “La muerte no es el final”, en el momento de la colocación de la corona de laurel en memoria de quienes dieron su vida por España. 
    Representantes militares y civiles, así como familiares y ciudadanos en general, se sumaron al homenaje de Jaén a la Guardia Civil promovido por el Círculo de Amigos de las Fuerzas Armadas. Los responsables de los ejércitos de Tierra, Mar y Aire y de otros Cuerpos del Orden, como las policías Nacional, Autonómica y Local, aplaudieron esta iniciativa, que reconoce la estrecha vinculación de las tierras jiennenses y sus ciudadanos a la Benemérita. No en vano, recordó el director general de la institución, tras la fundación del Cuerpo por el duque de Ahumada, en 1844, solo un años más tarde, en 1845 se establecieron las dos primeras secciones en la provincia, al mando del capitán Juan Correa.
    recorrido. A partir de entonces, el establecimiento de la Academia de Úbeda, primero, y de Baeza, después, o momentos históricos como la defensa del Santuario de la Virgen de la Cabeza, a la que aludió Arsenio Fernández de Mesa en su intervención, son importantes referencias en el devenir de los tiempos del Instituto Armado. El director general estuvo acompañado en el escenario con el general jefe de la IV Zona, Laurentino Ceña Coro; el subdelegado del Gobierno, Juan Bautista Lillo; el alcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya; el presidente del Círculo de Amigos de las Fuerzas Armadas, Alfonso Rojas Salcedo, y el vicerrector de Docencia y Profesorado, Juan Carlos Castillo Armenteros.  
    En el transcurso del acto de homenaje, el teniente coronel de la Comandancia de Jaén, Francisco Javier Almiñana, recibió la bandera de la ciudad de manos del alcalde jiennense, José Enrique Fernández de Moya, y el guión de la provincia del subdelegado del Gobierno, Juan Lillo. Otro de los momentos principales del reconocimiento fue la entrega a los capitanes jefes de compañía —demarcaciones en las que se estructura la provincia— de los guiones o banderines que representan al municipio sede de cada unidad. Estos elementos simbólicos forman parte del protocolo militar y acompañan al destacamento en desfiles y paradas militares.
    Sin embargo, el momento más emocionante del reconocimiento estaba por llegar con el recuerdo a los guardias de todos los tiempos que dieron sus vidas por la patria. La Banda de Música de la Guardia Civil interpretaba el himno “La muerte no es el final” mientras dos guardias del destacamento de Caballería avanzaban por el pasillo central del Aula Magna de la Universidad de Jaén portando una corona de laurel en dirección hacia el monolito, ubicado para este homenaje, en un lateral del escenario. Una vez sobre las tablas, el director general de la Benemérita y el alcalde de Jaén depositaron la ofrenda a través de un arco formado por los banderines recién entregados.
    El presidente del Círculo de Amigos de las Fuerzas Armadas, Alfonso Rojas Salcedo, mostró su satisfacción por la alta participación y el respaldo obtenido en todas las iniciativas programas y lamentó que las precipitaciones de la jornada de ayer impidieran celebrar dos actos de profundo calado, como el izado de la bandera en la Plaza de Santa María y el desfile programado para la tarde. Sin embargo, recordó que tanto la exposición sobre el terrorismo como las conferencias, el concierto y la inauguración del monumento al Instituto Armado habían culminado con brillantez.

    “Una labor brillante que se distingue por la cercanía”
    Jesús Vicioso Hoyo / Jaén
    “Hoy es día grande para Jaén y la lluvia no va a deslucir el merecido, sincero y emocionado homenaje que la Guardia Civil se merece”. El alcalde, José Enrique Fernández de Moya, agradeció a la Benemérita la “labor brillante” de sus agentes y pide que se realice el desfile “cuando las fechas lo permitan”.
    “Garantía de la seguridad ciudadana y la protección del libre ejercicio de los derechos y libertades”.  El máximo responsable de la ciudad elogió la labor de la Guardia Civil en un discurso institucional con palabras de reconocimiento. “Gracias a vosotros podemos disfrutar de una provincia y de una capital seguras. Todo ello gracias al magnífico trabajo de equipo y a la buena coordinación existente entre los distintos Cuerpos de Seguridad: Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local”, manifestó Fernández de Moya, quien resaltó la idónea definición que el Diccionario de la Real Academia da de “benemérita”: digna de galardón. “La Benemérita es la mejor condecoración que puede lucir sobre  su guerrera la Guardia Civil después de más de un siglo de servicio a España”.
    El alcalde también reclamó que la sociedad tome “ejemplo de la lealtad a la patria” que los ha convertido en mártires. “La sangre generosa de la Guardia Civil ha regado las tierras de España. Con un espíritu de sacrificio admirable, único”, afirmó, solemnemente, el responsable del Ayuntamiento jiennense. Fernández de Moya dijo que el Cuerpo aúna “innovación en el río de la tradición. “En el pasado los tricornios por el camino, con frío y con calor, las  motos por nuestras carreteras, el auxilio a los más débiles en toda circunstancia, su permanente esfuerzo de adaptación a la realidad, el uso eficaz de las nuevas tecnologías”.
    Igualmente, quiso tener un “entrañable y respetuoso” recuerdo a los agentes que perdieron la vida “desempeñando una de las tareas más dignas y más nobles” que se pueden realizar en un Estado democrático, y expresó: “Proteger la libertad de los ciudadanos y garantizar nuestra seguridad”.
    “Los valores mejores de la convivencia los practica la Guardia Civil como sustancia de su vida cotidiana, con la recompensa del deber cumplido”, añadió José Enrique Fernández de Moya.
    Por último, el jefe del Gobierno local recordó que el “Todo por la patria” que reza en los cuarteles y que tiene gran significado para los jiennenses: “Evoca ese espíritu de dedicación que tenéis y define perfectamente a a una institución que ha nacido del pueblo y sirve al pueblo”, aseveró.


    Jaén, el “mar de olivos” en el que se forja el carácter benemérito del Cuerpo
    J. V. H. / Jaén
    “Jaén tiene una vinculación es- pecial con el Cuerpo”. Arsenio Fernández de Mesa, director general de la Guardia Civil, subrayó durante el homenaje las relaciones entre la historia de la institución y la provincia, que comenzaron con el despliegue de dos secciones de infantería y una de caballería en 1845, al mando del capitán Juan Correa. “Desde entonces, la Guardia Civil ha estado presente en el paisaje de Jaén, en sus ciudades y pueblos, en sus caminos y carreteras, en sus fondas, en sus sierras y en sus olivos”, destacó. Igualmente, expresó: “A pocos kilómetros de aquí se encuentra el Santuario de la Virgen de la Cabeza de Andújar, donde reposan los restos mortales de un puñado de intachables guardias y sus familias a los que jamás dejaremos de honrar y recordar”. También recalcó un lazo muy especial con Jaén, el de la Academia de Baeza, donde se forma la “juventud sana y comprometida”. “En esta tierra jiennense, en su incomparable mar de olivos al que se le suma el verde de los uniformes del Benemérito Instituto, donde se forja y se imprime su carácter, impregnándose de virtudes como el sacrificio y la lealtad, tan presentes en esta tierra”, expresó Fernández de Mesa, quien quiso agradecer “los cariños de la sociedad de Jaén” a la que sirve el Cuerpo con compromiso “más allá de lo estrictamente establecido” y con un “plus personal” de los agentes.