Un paso más para la Ciudad de la Justicia que hay que valorar
El desbloqueo definitivo de las obras de la esperada Ciudad de la Justicia parece que es inminente. La visita oficial de la consejera de Justicia y Administración Pública, Begoña Álvarez a la capital sirvió para avanzar la buena noticia de un proyecto que acumula ya años de retraso e incumplimientos reiterados. Baste recordar que cuando por fin en 2005 se cedieron los terrenos parecía el principio del fin, pero desde entonces poco se había avanzado.
El mes que viene está previsto que se adjudique la redacción del proyecto, un nuevo paso significativo, pero que hace muy complicado que las obras comiencen en esta legislatura, tal y como anunció la anterior consejera del área, Evangelina Naranjo, en su visita del año pasado a la capital. Veinte empresas optan a diseñar las futuras instalaciones y será a finales de octubre cuando la Junta designe a los arquitectos responsables. El recorrido no ha hecho más que empezar y aún quedan todos los demás trámites hasta ver en pie de la Ciudad de la Justicia. Mucho tiempo, si se tiene en cuenta que queda por delante la licitación de la obra y la adjudicación, además de la construcción en sí.
Es comprensible, dentro del juego político, que la oposición critique los retrasos que ha sufrido el proyecto y otros avatares. No sería de recibo olvidar todas fechas que se han dado hasta ahora y que no se han cumplido por diversos motivos, pero, sin dar la espalda a esa realidad, es el momento de mirar en positivo, por el bien de la ciudad y de los ciudadanos, que a fin de cuentas son los que se beneficiarán de esta ansiada infraestructura. No sólo por el logro en sí de unificar todas las sedes judiciales, ahora dispersas, sino también por los puestos de trabajo que gracias a esta nueva obra se generarán aunque, eso sí, no a corto plazo. Dos circunstancias de las que, pese al largo camino que se ha tenido que recorrer, hay que congratularse.