Un pacto de Estado para luchar contra la inmigración ilegal

La Unión Europea parece haberse aferrado a la política del avestruz y ni la reciente muerte de quince personas que luchaban por cruzar hacia un futuro mejor hace que cambie la postura políticamente correcta de quienes viven a miles de kilómetros de la frontera. Más allá de la polémica sobre la actuación de la Guardia Civil en ese terrible suceso y la controversia suscitada incluso fuera del país, es necesario detenerse en el origen del problema y las medidas que deben tomarse, cuanto antes, para que semejante drama humano no sea la historia interminable. El ministro del Interior, en su visita oficial a Melilla, ha vuelto a poner el acento en la necesidad de reforzar la seguridad, a la vez de apelar a un gran pacto de Estado sobre inmigración como garantía de libertad y de derechos. Es preciso un ejercicio de responsabilidad en conjunto, también con la mirada puesta en el vecino Marruecos, porque mientras existan mafias que se lucren con el tráfico de personas la inmigración ilegal no podrá desaparecer. Así lo subrayó, precisamente, el presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, al hilo de su comparecencia junto al ministro. Un mes después del drama en la playa ceutí de El Tarajal, se sigue viendo claro que la solución no es sencilla, pero no puede pasar por mirar hacia otro lado, ni mucho menos, dejar pasar un tiempo que puede ser precioso para evitar más tragedias en la frontera.

    07 mar 2014 / 17:17 H.