Un olivar que tiene miedo
No es lo mismo un olivar en La Loma que uno en Segura. El primero está en una zona de campiña, es más productivo, suele contar con regadío y, como aspecto negativo, favorece, si no se toman medidas, la erosión del terreno. Una finca segureña tiene el problema de estar en pendiente, da menos aceite, pero, a cambio, supone un ejemplo de lo que se denomina como un “sistema de alto valor ecológico”. Lourdes Hernández, de la organización ecologista WWF, considera que, si no se toman medidas, este tipo de explotaciones “están en peligro de extinción a medio plazo”.
Y eso que el olivar de montaña supone, según la responsable de WWF, una oportunidad para el desarrollo sostenible, al hacer posible el anhelo de cualquier amante de la naturaleza de compatibilizar el aprovechamiento económico del terreno con el respeto al entorno. La tabla de salvación para este modelo de cultivos la tienen las administraciones, afirma. La organización ecologista cree necesario que la Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea tenga en cuenta estas peculiaridades del campo jiennense, con ejemplos de olivares muy alejados del sistema intensivo en Cazorla, Segura, Las Villas, Mágina o la Sierra Sur. “Es necesaria la política de dinero público para bienes públicos”, argumenta.
Otra de las líneas de trabajo para evitar la desaparición de este tipo de olivar es, dice, dejar claro al consumidor la importancia del producto que adquiere. “Con el mantenimiento de este tipo de explotaciones, se mantiene la biodiversidad, un paisaje que permite el aprovechamiento turístico”, sostienen desde WWF. La entidad se suma a las tesis que, desde hace años, ya plantea la Unión de Pequeños Agricultores (UPA); su secretario general, Agustín Rodríguez, pone el acento en otro aspecto: este tipo de cultivos son la base de la economía de muchos municipios. De ahí que no entienda el motivo de que el Ministerio de Agricultura no solicite a Bruselas las ayudas directas para este tipo de explotaciones, contempladas por la propia normativa comunitaria. De hecho, precisa el líder de la UPA, uno de los requisitos para percibir este tipo de fondos es que se trate de cultivos “en riesgo de abandono”, condición que cumplen los olivares de montaña jiennenses y otros poco productivos, como los que existen en la comarca de El Condado.
La UPA confía en que, a raíz de la reciente reunión con el candidato del PP a la Junta, Juan Manuel Moreno, el Gobierno tenga en cuenta sus consideraciones y reclame a Europa una “discriminación positiva” para estos olivares. El Consejo Provincial del Aceite también se muestra muy beligerante con esta cuestión e insta a que se liberen estas ayudas cuanto antes.