Un nuevo paso de la banda terrorista que no aporta credibilidad
La banda terrorista ETA acaba de dar un paso más en su supuesto compromiso con el cese de la violencia y en un comunicado muestra su respaldo a la llamada Declaración de Bruselas, un texto en el que se reclamaba a los asesinos cumplir con las vías pacíficas y democráticas, además del abandono de las armas, para conseguir objetivos políticos.
Se reclama así que la comunidad internacional ejerza como mediadora en este asunto para buscar una solución “permanente, justa y democrática a un conflicto político de siglos”, tal y como reza el nuevo comunicado en euskera que los terroristas han difundido en dos diarios vascos. Es evidente que se quiere buscar aliados más allá de nuestras fronteras, a la vista de la clara postura de España, y también de Francia, de no ceder un ápice mientras el cese de los asesinatos no sea definitivo y absolutamente claro. Algo que hasta ahora no se ha producido. El alto el fuego “permanente y verificable” que reclamaba la citada Declaración de Bruselas no se ha materializado de manera efectiva, más allá de buenas intenciones en textos con más sombras que luces. Sin ir más lejos, en el comunicado de hace un par de semanas se aseguraba que la intención de dejar de atentar venía de lejos, cuando se ha descubierto que hace poco difundieron vídeos entre sus miembros adiestrando sobre cómo asesinar a tiros en distancias cortas. Toda una contradicción que deja al descubierto que, como ya han demostrado en sobradas ocasiones, en los terroristas no se puede confiar. Apelar ahora a mediadores ajenos a nuestro país parece una huida desesperada hacia adelante para intentar engañar a quienes no conocen en profundidad la realidad de esta banda de asesinos y sus nulas intenciones de dejar de matar.
Con medias tintas y largas cambiadas los terroristas no avanzan en la paz y, desde luego, mucho menos en credibilidad.