Un máquina casi engrasada 1-1
La junta directica y la dirección deportiva tienen claro que la cantera debe ser un activo principal del Linares Deportivo. El proyecto de esta temporada se enfoca para el ascenso del equipo a Segunda División B, pero también con la mirada puesta en los más pequeños. Alberto Lasarte quiere dotar a los conjuntos de seriedad y de un sello de futuro. El Trofeo Ciudad de Linares coincidió con la puesta de largo de las categorías inferiores. Quince conjuntos y una sección de veteranos dispone la entidad azulilla.

No solo se pretende abarcar la ciudad, sino que se trabaja en una comarca con futbolistas interesantes y que pueden ofrecer un impulso de calidad. El acto originó que el viejo campo de Linarejos registrara una buena entrada con unos 2.500 espectadores en las gradas. El cuadro de Torres —el técnico dio entrada a un equipo que diferirá poco del que comience en Málaga— trató de ofrecer una buena imagen ante el Almería B. Miguel Rivera, el técnico del último ascenso azulillo a Segunda, trabaja con jóvenes que buscan un hueco en la plantillla de Primera División.
El Linares causó una grata imagen en la primera mitad y creó ocasiones de gol de Rafa Payán y Juanfran. Ambos demostraron una excelente compenetración. Payán no perdió su olfato de gol y marcó el uno a cero al transformar un penalti. En el segundo periodo, el Almería mejoró sus prestaciones en el terreno de juego y empató nada más empezar con un gol de Puertas. El marcador ya no se movió más y fue en los lanzamientos de penaltis donde se decidió el Trofeo Ciudad de Linares. Antes Lopito había salvado a su equipo de perder el partido. El trofeo se quedó en casa por 5-4.