Un lobby ciudadano

Desde CIUDAD REAL. Es tal la desconfianza en los poderes públicos y en todos los que desempeñan altas funciones en la vida política y económica del país que los ciudadanos, apabullados por una cascada de recortes, un paro insostenible, un sinfín de escándalos de corrupción y malas prácticas, se sienten desorientados e impotentes. Desinflado en parte el movimiento 15 -M, solo quedan iniciativas de grupos de ciudadanos, que aunque aisladas, pueden mostrarse eficaces para desatascar el lodazal de la vida pública.

    12 may 2012 / 09:09 H.

    Necesitamos una ONG que nos rescate de la UVI, bien podría constituirse un lobby ciudadano que de modo multidisciplinar promoviera una agencia privada anticorrupción que contrate detectives, colabore con ciudadanos, políticos, policías, jueces y empresarios honestos e investigara con total independencia los chanchullos de aquellos que ensucian la vida pública para ponerlos a buen recaudo con abrumadoras pruebas acusatorias. Ese sería el único lobby aceptable en los tiempos que corren; una ONG celosa de su independencia y transparente que, por suscripción popular, regenerara el clima político, económico y social.
    El tiempo de las manifestaciones en la calle ha pasado ya. Los ciudadanos deberíamos ser capaces de organizarnos por encima de ideologías como un contrapoder que haga posible al amparo de la legalidad vigente la regeneración de la vida pública.
    Ángel Campos martín