Un libro coral a Jaén (M - P)
Juan Mantas Valenzuela. Jubilado. Torreblascopedro.
Mi pueblo, Torreblascopedro tiene 2946 habitantes, una extensión de 60 kilómetros, con una altitud de 336 metros. Yo me fui a vivir a este pueblo en el año 1964, allí han nacido mis cuatro hijos. Ahora están independizados y distribuidos en distintas capitales: Sevilla, Córdoba y Madrid. Este es un pueblo agrícola, con una superficie de olivos de secano con 3106 hectáreas, de algodón tiene 400 y de maíz 200. Olivos de regadío 1158.
En su término municipal se juntan los dos ríos mas importante de Jaén, Guadalquivir al norte y Guadalimar al sur. En este municipio, resalta una casa señorial de la Edad Media, del que fue fundador de este pueblo. Aquí, hay una anejo que se llama Campillo del Río, que es donde se producen mas espárragos blancos de la provincia de Jaén. Tienen su cooperativa, que funciona bastante bien, ha hecho ricos a todos sus colonos. En mi pueblo existen dos centros de enseñanza de primaria y otros dos de secundaria, también hay dos centros médicos y unas 1251 viviendas familiares. Hace pocos años han hecho dos parques nuevos con columpios para los niños. Estamos a 12 kilómetros de Linares y 19 de Baeza. Pasando el Guadalimar nos encontramos las “ruinas de castro”, ruinas romanas. Las fiestas principales de este pueblo son el 1 de mayo, San José Obrero, “los juanicos”, el día de San Juan y “las hogueras”. Me siento a gusto en el pueblo, tengo muy buenas relaciones, de trabajo y amistades. Desde hace algunos años tengo un piso en Córdoba, pero sigo con todas mis relaciones en mi pueblo.
Felipe Manzano Badía. Presidente de la ONG Sur-Servicios de Urgencia y Rescate. Jaén
Aquellos que hemos venido a Jaén, hijos de otros pueblos, hemos nacido también en Jaén. La ciudad y la provincia son para nosotros la misma casa. Desde pequeños algunos teníamos ínfulas de viajeros, queriendo partir lejos para tener nuevas y agraciadas aventuras. Quizás nuestro espíritu explorador nos ha llevado a sitios tan lejanos que era necesario explicar qué y cómo era Jaén; describirlo a gentes de otros lugares, pararnos a desgranar la imagen del campo de olivos bonito en su amanecer, precioso en su ocaso, y maravilloso con el rielar de la luna en los campos de Lopera, nos hemos llenado la boca para expresar los sabores de nuestros platos segureños, hemos contado con gracia las tradiciones y fiestas de nuestros pueblos,… pero quizás lo que mejor hemos hecho ha sido, con ojos brillosos, transmitir la gran satisfacción del regreso a casa, a los amigos, las mil sensaciones de cruzar Despeñaperros, y el sentimiento materno de, al acercarte a la ciudad, sentir la bienvenida arrullada de las torres de la Catedral. Para aquellas gentes, Jaén ya también es su casa.
Gregorio Manzano Ballesteros. Entrenador de Fútbol. Bailén
En el relato cotidiano de nuestra tierra a través de los años, siempre ha estado presente Diario JAEN. Nos ha contado y nos cuenta las bondades y los sinsabores de los jiennenses. La distancia no impide que recuerde y valore el esfuerzo de este medio y de sus profesionales. Felicidades, Diario JAEN.
José María Mariscal Muñoz. Presidente Agrupación de Cofradías de Jaén
Siendo niños, en el colegio, alguna vez se nos pidió hacer trabajos para describir nuestra ciudad, y creo que todos comenzamos a reconocerla dibujando algunos símbolos como la Catedral, el Castillo de Santa Catalina, etc .Con esos inocentes dibujos identificábamos nuestra ciudad, algo que a lo largo de la vida, iría cuajando para llegar a ser un sentimiento que arraigaría con fuerza permaneciendo escrito de forma indeleble en nuestro corazón como hijos de Jaén. En mí, ese sentimiento, se manifiesta profundamente, al andar sus calles, al participar emocionado en todo aquello que nos identifica viviéndolo con intensidad, de forma especial en sus tradiciones y costumbres que recorren el calendario desde San Antón a San Lucas, de sus manifestaciones de fervor y devoción que van de Semana Santa a Navidad. Me llena de orgullo todo aquello que lleva el nombre de Jaén y nos representa, en la prosperidad de sus gentes y en la modernización de sus infraestructuras. Pero también me llena de dolor el olvido de mi tierra por parte de quienes tienen y han tenido la posibilidad de mejorarla en todos sus aspectos,.Sí me duele Jaén, por sus fracasos de toda índole, por estar asociada casi siempre a los últimos lugares de cualquier encuesta.
Amor y dolor es Jaén, mi ciudad, que se yergue sobre un mar de olivos al vaivén de sus vientos y que me hace sentirla como parte de mi ser.
Dionisio Martín Padilla. Banquero. Jaén
“Hace ya casi 26 años llegué a Jaén para incorporarme a un proyecto empresarial que acababa de nacer, Caja de Jaén. El proyecto profesional era ilusionante, pero a nivel familiar el reto me inquietaba, una ciudad nueva, pequeña, no bien comunicada, nos llenaba a mi familia y a mí de dudas. Fue impactante la primera visión de ese “mar de olivos” que es Jaén. Poco a poco nos fuimos sumergiéndonos en esta ciudad, en la provincia, admiramos el Renacimiento, de Úbeda y Baeza, de la Catedral de Jaén; disfrutamos del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas y empezamos a paladear “el amargor” del aceite picual de esta tierra, y sobre todo, aprendimos a querer a sus gentes. Nos fuimos arraigando, vimos crecer a una ciudad, a una provincia, ya empezó a no estar tan lejos. La vimos superar el complejo de resignación, a sentirse capaz de superar sus años de ostracismo, a sentirse protagonista de su presente y de su futuro y mi familia y yo nos sentimos parte de ella. No recuerdo si lloré al entrar en Jaén, lo que si tengo claro es que si un día me marcho, lo haré llorando”.
Francisco Martín Rosales. Profesor. Alcalá la Real
La provincia de Jaén es una realidad física, administrativa y socioeconómica, en el que diversas entidades supramunicipales han llevado a cabo una convergencia histórica, que viene determinada por la propia historia del olivar, y por el hecho de que el mundo aceitero ha unido todos sus pueblos y se ha constituido en el ser y la fuente de su vida. El esfuerzo de sus hombres es evidente en los últimos años por la mejora en el laboreo y en la lucha por la calidad, así como en la introducción en el mercado por los comerciantes y fabricantes Pues, la calidad ya la han conseguido en estas marcas señaladas, tan solo falta el refrendo de la Denominación de Origen de Jaén, para consumar el ciclo histórico y, por ende su reconocimiento en el mundo comercial y oficial. Como hombres sabios y pueblos de historia, su respuesta a este reto es más que significativa, la misma que dio un ilustre tratadista de la agricultura el célebre Catón: Rem tene, verba sequuntur ( de seguro que ellos han cogido el toro por los cuernos. y la nomenclatura de una realidad económica se darán por añadidura).
Paula Martín Santana. Ama de casa. Jaén
A ti Jaén/ Con el miedo de mi inocencia adolescente, temblorosa y lágrimas en los ojos, me adentre en tus calles./ Me hablaste…/ Te escuche…/ Me deje llevar por tus encantos y tu belleza./ Te abriste ante mí como una flor en primavera y me enamoré/ enloquecidamente de ti. Cuando paso por tus calles dejo las huellas de un beso…/ Y entre las montañas forjadas y los valles vuela una pregunta…/ ¿Por qué no me trajiste antes Jaén?
Damián Martínez Aguilar. Funcionario y presidente de la Asociación Cultural La Mella. Jaén
Hablar de mi ciudad es hablar de mis vivencias vividas a lo largo de casi mis 67 años próximos a cumplir y como no, del barrio donde nací, un barrio jaenero de pura cepa como fue en sus tiempos el de San Juan, para a los doce años cambiar al flamante entonces barrio de “La Guita” del cual guardo un grato recuerdo, pues llegó el primer autobús de línea y lo regentaban unos marroquíes y le llamábamos la “guagua”, dándole paso años después a la empresa Castillo.
Quien no recuerda las famosas verbenas del barrio cuya celebración tenían lugar el 18 de Julio y que fueron las primeras de la ciudad, a los ya desaparecidos Diego “el chino”, Carmona , Carlos, Antonio el conserje, el Faqui, etc., en definitiva, un gran puñado de vecinos dispuestos a colaborar. Y qué bonito era llegar a las dos de la madrugada de la segunda sesión de los cines de verano Jaén, Museo, Victoria, Trianón, Norte, etc., y ver a los vecinos acostados en los acerados bien en los colchones o sobre una manta y con todas las puertas abiertas de las viviendas ¡qué tiempos aquellos!
Hoy día este barrio prácticamente sigue igual, pero lo que no está igual es la Avenida de Andalucía, entonces convertido en campo de olivos y huertas, existiendo una de ellas apodada “el tizne” cuyo dueño si nos pillaba cogiendo fruta nuestro destino no era otro que limpiar las cuadras de los animales y algún que otro correazo, pero no cambio tiempos pasados por los de ahora, esta avenida hoy convertida en cemento con esa gran cantidad de viviendas construídas y viviendo apiñados sin descanso a la gran cantidad de vehículos que circulan por la misma y donde nadie se conoce, pues casi no se ven y mucho menos se saludad en las escaleras, si me apuran sólo lo hacen en las reuniones.
Hoy día cuando veo mi ciudad crecer con esas avenidas, con esa flota de autobuses, con esos espacios para parques y como no, con la inminente llegada del tranvía, guste a quien guste y al que no pues que no se monte, siento una alegría inmensa y cada vez me alegro mas de haber nacido en esta ciudad, bien es cierto que queda mucho por hacer y sobre todo en los barrios periféricos, pues en ellos donde somos como una gran familia queremos seguir viviendo y recordando nuestros tiempos y añoranzas.
Lorenzo Martínez Aguilar. Vicedirector del Centro de Estudios Linarenses. Linares
En el carácter de Linares, están las minas. El paisaje de cabrias, fundiciones, escombreras, lavaderos… que hoy clausura la herrumbre y golpea el viento, escribe su pasado con su riqueza y sus catástrofes. La minería es la parte más íntegra que pulsa el hilo sobre el cual se tejen los siglos en Linares. Desde aquel tiempo remoto y perdido en los umbrales de la Historia que atesora Cástulo, la mitología legendaria que forjó la epopeya de sus leyendas; hasta ese otro ritmo más moderno, de cuyo corazón de galena emergió el esplendor de la ciudad, sus signos aún latentes y cercanos. Historia de la vieja tierra minera donde habitó el pan y el trabajo, el progreso y la modernidad, el sudor y la dignidad.
Los linarenses nos reconocemos en todo eso con la intimidad de una herencia a la cual sabemos que pertenecemos. Un pasado que se resiste a sucumbir, sustentado por las ruinas de su coto minero, el corazón de la taranta, el poso de los recuerdos que asoman al papel marchito de los viejos daguerrotipos. Y un patrimonio que exige manos y esfuerzos que lo rediman nuevamente y lo eleven sobre sus propias reliquias, aunque rendido irremediablemente a las nuevas claves del tiempo. Último acto de una actitud de agradecimiento contra el olvido. Espacios donde aún navega la presencia que otorgamos a las formas que destila la memoria colectiva.
Juan de Dios Martínez Alarcón. Arquitecto técnico. Jaén
Con bastantes años ya y después de asistir como espectador a la gran evolución, al gran cambio de los últimos tiempos, al milagro español, yo me sigo sintiendo de provincias. Mi provincia es de las más pobres del país y todos los observatorios económicos y centros de estudios estratégicos que se han creado para impulsar su desarrollo, no han podido evitar que cada vez se quede más retrasada en comparación con las demás de Andalucía y de España. Sin embargo, la provincia de Jaén ocupa un territorio grande y hermosísimo; recorrerlo es una delicia y hace muy placentero el cumplimiento del mandato divino "Poseerás la tierra". No es fácil hacerlo por su difícil orografía, por sus largas distancias y sus caminos complicados, pero cuando te adentras en ella te sientes un ser afortunado por todo lo que te rodea y que puedes considerar legítimamente tuyo como heredero directo de sus primeros pobladores. Aunque muchos se empeñen en que sintamos complejo, yo me seguiré considerando de provincias pero no pobre sino rico y orgulloso de mi tierra.
Juan Martínez Almansa. Profesor Emérito. Gotemburgo (Suecia)
Jaén, mares de olivos
presididos por sierras donde el águila mora,
que se cree gaviota de los campos.
Donde la tierra huele a sudores de siglos
mezclados con aromas de tomillo y romero.
Jaén el amor que nunca me traiciona
y al que yo tanto puedo correspondo
con el cariño... apego
del que vio su primera luz en tu regazo.
Manuel Martínez Arcos. Estudiante. Canena
Por entre olivos,
corre la carretera,
se acerca a un pueblo blanco,
ese pueblo se llama Canena.
En lo más alto un castillo,
en lo más bajo las huertas.
Con su ermita, con su iglesia,
y su parque en el cerro de La Cantera
¡Qué bonito es este pueblo!
Por entre olivos,
sigue la carretera...
Jorge Martínez de la Chica. Estudiante de Primaria. Jaén
Jaén eres muy bonita porque eres tan bella como las rosas y tan fuerte como el mismo acero. Resistes como nadie todos los problemas. Vistes de formas muy diversas, depende de la estación del año o de la fiesta que sea.
Tiene cosas estupendas y casi de todo tipo de gustos, te gusta todo lo que te pones y no eres exigente. Tu comportamiento es perfecto en todos los lugares a los que vas
Alguna gente a la que conoces no es tan buena como otra.
Jaén eres preciosa y perfecta, eres la mejor
Abelardo Manuel Martínez García. Poeta. Moncada (Valencia)
Si algún día vuelvo a mis raíces
que nadie me reclame jamás;
aun añorando la brisa del mar
prefiero los olivos pardos y grises.
Junto a gorriones, tordos y perdices
mi alma echó antaño a volar;
algún día la saldré a buscar
para que juntos vivamos felices.
Si alguna vez regreso a mi tierra,
que sea bajo el flujo de la luna
sentado a lomos de un corcel.
Cabalgaré por repechos y sierras
en busca de mi alma desnuda,
que solitaria deambula por Jaén.
Encarnación Martínez García. Cofradía del Santísimo Cristo de la Clemencia. Jaén
No seria lícito que realizara este escrito y no hablara del barrio mas castizo, señero y rancio como es el barrio de la Magdalena; típico dentro de una ciudad, en la cual desde hace unos años ha ido evolucionando y progresando en sus habitantes y edificaciones, como es Expansión Norte; donde pasear por sus parques es creer estar en otro lugar, dando a Jaén frescura en lo cotidiano y pudiendo ver como se entremezclan la juventud y las familias jugando con sus hijos ,siendo un lugar para descansar y pasear sin miedo al caos.
Pasear por el Barrio de la Magdalena hoy en día es deleitarse e impregnarse de Cultura, tanto por sus monumentos como por sus calles y gentes. Siendo el punto opuesto a Expansión norte y entrada al antiguo Jaén, donde los olores nos trasladan a nuestra niñez. Bueno seria recordar, como nuestras madres iban a los hornos de las panaderías y en fechas mas entrañables nos hacían magdalenas, ochíos o asaban pimientos. Y como nos llevaban a la Iglesia los domingos a la misa de doce para ver las Imágenes de nuestra cofradía de la Clemencia, distintivo inequívoco de la identidad del barrio de la Magdalena.
Laura Martínez Espejo. Periodista. Úbeda
Lo de ser “profeta en tu tierra” pasó a ser un mito, para mi, hace ya mucho tiempo. Y es que uno lleva la patria consigo, allá por donde va. He de confesar que, para desilusión de mi madre y orgullo de mi padre, no me siento Sevillana pese a que allí me parieron. Lo que al vino los años, a mis años el querer por esta tierra de verde y oro, de madera, de olores y sabores arraigados a la tradición de sus pueblos.
Si, ¿qué pasa? ¡Soy de Jaén! y a mucha honra. Pero para alabanzas ya hay letras. Basta de lamento y más quererse como somos. ¡Jaén!, te habló a ti, entera: ya va siendo hora de que te reconozcas tú misma las bondades, levantes esa mirada al futuro pero sin perder nunca la esencia que te hace tan especial. ¡Ay de aquel que te niega, no sabe lo que es el amor! Ahora me encuentro cerquita de mi casa, de los míos, pero hubo un tiempo en el que te eché de menos, te lloré. No pude cerrar los ojos y escuchar los pasitos del Abuelo; tampoco pude reír y sudar, extasiada tras horas de bailes, en San Lucas. Ni pude quejarme y gritar aquello de “vaya como está el tráfico en Jaén”. Eché tantas cosas de menos…
Pero cada vez que volvía y asomaba Jabalcuz, Santa Catalina, las faldas de la Magdalena, yo lloraba… pero de alegría al volverte a ver, a olerte, a saborearte y escucharte. Y es que buen sabio aquel que dijo: “uno no es de donde nace, sino de donde se hace”.
Francisco Martínez Expósito. Presidente de la Cofradía de San Roque. Lopera
El privilegio de vivir rodeado de un mar de olivos con olor a vino y bodega hacen que mis sentimientos afloren en e pueblo que me vio nacer. Lopera, puebla de la campiña cerca del Guadalquivir, donde nuestro patrón San Roque se quedó para vivir. Lopera siempre saluda al viajero que divisa la torre del Castillo Calatravo y el Campanario gótico de su iglesia invitándole a pasear por sus plazas y jardines y, como no, a degustar un “cachurro” loperano.
Pedro Martínez García. Maestro. Canena
Y el viajero recordó ese paisaje exultante rayado de hileras de olivos que se pierden por lomas y altozanos convergiendo sin fin en lontananza, las nubes amarillentas de polen fecundo que levantaban la ventolera y cubría de esperma vegetal la inmensidad del olivar volviendo imprecisos los confines de tierra y cielo, las aceitunas de verde orondo, arracimadas, pendiendo del árbol, anunciando la ubérrima cosecha; el pueblo blanco, estrella polar de un paisaje mutante de sucesivas estaciones, sus calles empedradas en las que asomaban osadas hierbecillas, su laberinto que conduce al serio castillo, sólido, pesado y a la vez aligerado por sutiles adornos, el sol que se estrella contra enjalbegadas casas y pardos tejados sin parecer hallar refugio en estas callejas, calentando las mañanas invernales, sofocando con ahogo los largas tardes de estío, ora hiriente ora consolador, y los negros pajarracos que circundaban la orgullosa torre de la fortaleza, las bandadas gris plata de golondrinas y vencejos que coloreaban y festejaban a su modo la primavera; el arco iris tras la tormenta que abrazaba los campos envolviéndolos en brillantes celofanes, las multicolores flores que punteaban con paleta infinita los suelos, que engalanaban ribazos, balcones y patios, los ocres de la parva y los rastrojos en verano, las rojizas tierras que ensangrentaban al viejo Guadalimar con sus limos, los reflejos esmeralda de las olas de cebadas y trigos, alegría de cielos y tierra, las cárdenas nubes preñadas de agua, las huertas recién sembradas, los verdes cañaverales, los eucaliptos y los pinos... en tierras caneneras.
Antonio Martínez Lara. Maestro jubilado. Linares
No son setenta años, sino la mitad que llevo en Linares, los que pretendo glosar en este reto. Trato de mirar con criterio lo que como vecinos hemos sentido, decidido y vivido.
La ciudad a la que yo llegué, a mediados de los setenta, salía entonces de la larga noche del franquismo. Sus gentes trataban de acceder a un ambiente de libertad y democracia superando un pasado de superstición e intolerancia. Parecía una catarsis colectiva reflejada magistralmente por Andrés Sopeña en su Florido pensil.
En lo económico se asistía a los últimos estertores de la minería. Mientras, en la industria, que había venido a compensar la desaparición de aquella, aparecían en lontananza las primeras nubes que han devenido en el turbión de la presente crisis fabril. Luego, entendida la democracia como costumbre, la sociedad linarense buscó su futuro principalmente en el descabellado crecimiento inmobiliario y especulativo. Ese mal no endémico, aquí se ha saldado con un casco urbano duplicado para una población estancada y envejecida. Se propició un desarrollo cegato que ahora se lamenta.
En el presente, la incertidumbre y hasta el miedo desplazan a la racionalidad y la responsabilidad compartida. En su lugar, se vuelven a buscar salidas celestiales, que, como la concurrida beatificación de Lolo, se habían cuestionado en el ¿drama? de Sopeña.
Eugenio Martínez Montejo. Funcionario. Jaén
En pocas palabras es muy difícil manifestar un sentimiento de tantos años, pero intentaré resumir todo lo que pueda lo que la ciudad de Jaén es para mí. Nací en Jaén, por circunstancia en el barrio de Peñamefecit, entonces conocido como “Barrio de la Guita”, pero con un año de vida mis padres se trasladaron a donde siempre habían vivido, al barrio de San Ildefonso, en donde hasta hoy sigo residiendo. Por lo que soy jaenero por los cuatro costados. Para mi la ciudad de Jaén es el Castillo de Santa Catalina y su Cruz, la Catedral y la plaza de Santa María, la Magdalena y la Merced, San Juan y el Arco de San Lorenzo. La Plaza Vieja y la de la Audiencia, con el Teatro Darymelia, Bernabé Soriano y el Teatro Cervantes, y como no, San Ildefonso, mi barrio hortelano. Siento que Jaén es una ciudad llena de tradiciones, usos y costumbres, llena de olor y de color. Cuando empieza el año huele a San Antón, a tirajitos, peleles y lumbres, que no hogueras como se le llama ahora. Luego viene San Blas y sus rosquillas, y cuando comienza la primavera ya huele a Semana Santa, y cofradías, y cuando termina la primavera y quiere empezar el verano, llega la Patrona de Jaén, la Virgen de la Capilla. Misa de Cabildos y procesión. Feria chica, en el barrio de San Ildefonso. Y cuando el verano quiere terminar, otra vez San Ildefonso y la Divina Pastora, cohetes y revoloteo de banderas. En otoño huele a feria grande, a San Lucas y cierra España. Y por último, para terminar el año Santa Catalina y su romería por los alrededores del Castillo.
Esto es mi Jaén, amor de sus hombres y mujeres por sus tradiciones, usos y costumbres.
Lourdes Martínez. Asociación de Mujeres Nuevas Poblaciones, La Carolina
Miradla, ya en Despeñaperros se presiente,
ya se adivina su hermosa anatomía,
casas blancas formando en geometría
y en el aire el aroma del aceite.
La Carolina es un barco impenitente,
en un inmenso océano de olivos,
es siesta y toros, es gesto altivo
es poder tutear al sol poniente.
Es Jaén en lo puro, Andalucía,
y fervor popular que llora y canta
derramando su voz madrugadora.
Ante ti me descubro en este día,
dejo ante ti la huella de mi planta,
La Carolina, festiva y trabajadora.
Manuel Martínez Pedrajas. Historiador. Andújar
Pronunciar Andújar es soñar con cielos azules y estrellas blancas; es nostalgia de un ayer de historia centenaria; es cosquilleo intenso; es sentirse cerca del cielo y es una lágrima emocionada: es ver a la Madre Morena bajando por la calzada.
Decir Andújar es respetar a mis padres y la memoria de sus padres y los padres de sus padres; es silencio, tarde rosada, noche de lento transitar majestuoso del Señor de Andújar, Gran Poder, mientras las andujareña más bella - y mira que son guapas las andujareñas - rompe su celestial belleza por una injusta sentencia.
Decir Andújar también es pensar en noche de fin de verano, en farolillos blanquirojos, sevillanas, paseos, recuerdos de cenas en la caseta de la "Peña Deportiva Cultural"…
Decir Andújar es recordar a uno de mis maestros cantando un himno en aquel colegio de la Inmaculada. Decir Andújar es decir mi pueblo, mi gente, mi vida, mi esencia. Es sentirla en Andújar o fuera de Ella. Decir Andújar es decir la eterna primavera de un siemprabrileño.
José Luis Martínez. Empleado público. Jaén
Hablaré de la Taberna El Gorrión, que con inverosímil solera ha visto pasar entre sus cuatro manidas paredes personalidades de postín y renombre y ha forjado con el paso de los siglos una idiosincrasia sin parangón en pleno corazón del barrio mas antiguo y elegante de la capital del Santo Reino. Paco Montes, regente por muchos años del lugar, con su forma de hacer las cosas, con su gracia natural y especial maestría en el corte del queso, añejo por supuesto y sus sencillas raciones pero de gran calidad, como la de salchichón sendra o la de bonito con pimientos, acompañadas de las crijientísimas y perfiladas rosquillas que se elaboran en la capital dignas de la más fiel tradición, ha conseguido, junto a sus hijos y mas leales camareros, llevar a este enclave hostelero a lo más alto en el panorama gastronómico jiennense. Larga vida al Gorrión.
Petra Martínez. Actriz. Linares
Me preguntan si puedo escribir algo sobre Jaén, claro que puedo. Puedo decir que cada vez que voy por allí tengo la sensación que nunca me ido, puedo decir que el color del cielo de esas tierras tiene un algo especial que me tranquiliza, que el acento chispeante y rotundo de la gente me suena a noble, a confianza. Por experiencia familiar puedo afirmar que si hay un pueblo solidario ese es Jaén y por experiencia propia, puedo decir que sin vivir allí desde hace mucho tiempo, cada vez que voy a cualquier actor sea de la índole que sea me tratan como de casa. Claro que puede hablar de Jaén, puedo hablar de Jaén con todo mi cariño.
Alberto Jaime Martínez Pulido. Profesor y sacerdote. Linares
Me gusta mi tierra y su gente, a donde voy siempre va conmigo, ¡Son tantos los nombres y paisajes que llevo impresos en mi retina y en la alacena del corazón…! Disfruto con cada amanecer y cada atardecer entre sus olivares plateados y alineados. Contemplo absorto cada día, el paso monótono de las aguas del Guadalquivir extasiándome ante la Sierra Morena que cobija y abriga a la verde campiña. Me gusta mi tierra y sus gentes, con sus historias de aciertos y derrotas, con sus monumentos pétreos que se elevan al cielo, me gusta vivir aquí cada minuto porque yo soy el que lleva dentro el regalo divino de la vida de cada día. ¡Precisamente a mi me ha tocado ser yo!
Alba Martínez Rodríguez. Estudiante de Primaria. Jaén
Jaén es grande y es genial. En esta tierra todo es divertido y nuestra gente se ayuda siempre: todo lo compartimos y sabemos convivir.
Sin Jaén yo no tendría nada. Nacía aquí y quiero mucho a mi tierra.
Francisco Juan Martínez Rojas. Deán de la Catedral. Jaén
La catedral de Jaén es sin duda alguna, uno de los monumentos más representativos de toda la provincia. Como afirmó en 1847 un viajero, parece “un desmesurado gigante en tierra de enanos”. Emerge con personalidad propia en la línea del cielo de la capital como elemento que singulariza gran parte de su historia, y sigue marcando su presente. Representa el esfuerzo titánico de varias generaciones que, siglo tras siglo, fueron modelando todos sus elementos constructivos con un lenguaje artístico novedoso, cuya genialidad encontró eco hasta en la lejana América, sirviendo su planta de modelo para otros templos.
La catedral de Jaén es también una bella metáfora del espíritu que animó a las gentes de Jaén en el pasado, y que puede servir de acicate aleccionador para las generaciones actuales. Construida con piedra extraída cerca de la ciudad, la mayor parte de sus arquitectos y constructores fueron giennenses, y del antiguo Reino de Jaén provenían las rentas con que se levantó. Por eso, sintetiza magistralmente el enorme potencial creativo y de trabajo de las gentes de esta tierra para sacar adelante proyectos que en ocasiones puede parecer que exceden a sus capacidades. Y sin embargo, con espíritu emprendedor y ánimo creativo, esos proyectos pueden convertirse en una espléndida realidad, como ocurrió con la catedral.
José Martínez Sánchez. Ingeniero Industrial prejubilado. Úbeda
Aunque ya la labor de la siega estaba mecanizada hasta donde me alcanza la memoria, siempre me ha gustado ponerle oído a las viejas historias de la gente de campo en las que me describían un trabajo de extrema dureza. Ahora nos hablan de lo peligrosas que resultan “las” calores, pero un hombre podía estar cincuenta o sesenta días segando en la campiña de Las Peñuelas, en el término de Úbeda, camino de Jódar, sin más sombra que la que le proporcionaba el ala de su sombrero de paja. Esa labor se realizó durante siglos sin apenas variantes.
Se formaban cuadrillas y un patrón de aquellos decía:
Tengo cien cuerdas de trigo, ochenta de cebada y veinte de garbanzos. Os las pago a tanto y la olla.
La olla era el rancho caliente al mediodía y por la mañana migas. Para hacerlas el patrón tenía que proporcionar harina o pan para ser desmenuzado. No se aguantaría si no fuera por las calorías de las migas por la mañana y la olla al mediodía: garbanzos, morcilla, tocino,…, aunque algunas veces eran simples garbanzos viudos. Con suerte algo de gazpacho y por la noche los garbanzos sobrantes del mediodía, mareados con un chorro de aceite. La misma pitanza cada día. Se comía al sol de Julio; la sombra había que hacerla con los haces de la mies segada.
Se empezaba muy pronto por la mañana, antes de que saliera el sol y cantaran los pájaros. El que se enganchaba a trabajar después de las migas del almuerzo le descontaban un cuarto de jornal. A poco de empezar, todavía en ayunas, empezabas a beber agua, para no parar de echar sudor. Había que ponerse un pañuelo en la frente, cubriendo las cejas, porque si no el goteo te cegaba. Había que atarse una almohadilla con un piquito y por ahí chorreaba el sudor como si fuera un manantial de la mañana a la noche. En las noches de luna llena, se aprovechaba para avanzar en la tarea.
Cuando se secaba, la camisa se ponía como un cartón, del polvo y el salitre que había tragado. Había que dormir en el campo y había que arreglar la camisa para no se pusiera tan dura y te rozara en los sobacos. Con latas de los tomates en conserva un segador le tiraba a otro segador latas de agua por la espalda y así se quitaba el salitre. O si no, se mojaba bien la camisa y se estrujaba con cuidado para que al día siguiente estuviera suelta.
Como todos los trabajos, y también los del campo, segar precisaba habilidad y no todos valían. La costumbre era hacer haces de nueve manadas. La manada era un manojo de mies que tenía como un palmo de grueso y se ataba con una hozada de la misma mies y se dejaba en el suelo. Al lado se ponía otra, pero con la dirección invertida. Y cuando tenía uno nueve manadas, de las que había ido dejando mientras avanzaba en la siega, sacaba un ramal de esparto y ataba las nueve manadas, formando un haz de trigo. Cuando se hacían diez haces se paraba unos diez minutos para liar un cigarro, de la bolsa de tabaco y papel de fumar que se llevaba atada al cinto para que no se malograra con el sudor.
Los dedos de la mano izquierda había que protegerlos de la hoz con dos dediles, uno para el pulgar y otro grande para los demás dedos que se confeccionaban con cuero de zapato viejo. Al estar tantos días metidos en aquellos receptáculos, los dedos se volvían tan blancos que parecían de otra mano. En el la mano derecha, en cambio, había que sujetar un cuero, llamado manguito o mangote, desde el codo hasta el pulgar o el índice. Las espigas con sus raspas daban en el brazo, y si no se le defendía, se comían la camisa y la piel. Aquel cuero empezaba poniéndose brillante y acababa comido por la mies pero salvaba el brazo.
Cada segador tenía que comprarse su hoz y procurar que fuera buena. Tenían fama las de Écija y las de La Solana, provincia de Ciudad Real.
Después venía la barcina, que se trataba de recoger los haces de trigo o cebada y llevarlos a la era para hacinarlos y trillarlos, pero eso es otra historia.
Marta Martínez Sánchez. Estudiante de Primaria. Jaén
Jaén es precioso, con sus iglesias, sus ferias. Todo es lindo, las verbenas, los festejos, la gente, los paisajes.
Me encantan las aceitunas y el olivo que es uno de mis árboles preferidos. Mi pueblo favorito es Porcuna, es muy chulo y alegre.
Las comidas de Jaén, como el jamón o el gazpacho son exquisitas. El clima de Jaén es bueno, es de calor y de poco frío.
Yo os digo que tenéis que venir a esta tierra, la tierra del “ronquío”
María Dolores Martos Bueno. Maestra. Jaén
Que si, que la romería de la Virgen de la Cabeza es la mejor del mundo. Que si, que la del Rocío es una maravilla y te lo pasas muy bien… que si, que todo eso está muy bien. Pero allá por el segundo domingo de mayo, en la pedanía de Martos llamada Monte López Álvarez, carrozas y viandantes comienza el peregrinaje de la Virgen del Carmen, llegando a su Hermita que se encuentra en el paraje de Mingoyuste. Es solo una de las muchas romerías que no son tan conocidas por los jiennenses pero que tienen un encanto especial. Desde aquí, mi agradecimiento a todos aquellos que ponen todo su esfuerzo para que la romería de Mingoyuste se disfrute cada año. Estáis invitados.
Pedro Martos Fernández. Estudiante de Primaria. Jaén
Jaén es una ciudad muy bonita, sobre todo por los parques tan cuidados que tiene y cada vez son más la gente que viene a visitar la ciudad. Aunque Jaén no sea famosa, para mi es una de las ciudades más bonitas del mundo. Tiene unas historias muy bonitas como: el lagarto de la magdalena, la historia de los musulmanes cuando nos invadieron, la plaza de las batallas y un castillo precioso que te quedas con la boca abierta cuando lo ves, para mí es como un amuleto que nunca lo debes perder.
Alejandro Mas Ramírez. Director General de Diario JAEN, S. A.
Antonio Mata Valero. Cantautor. Jaén
Aquel otoño la lluvia
traía una copla encarnada,
un temblor de beso tierno
y una flor enamorada.
Viejo Jaén, niño un día,
bajo estrellas y acebuches
la Osa Mayor te envía
un osito de peluche.
Aquel Jaén plata y verde,
que nació de la Malena,
fue una alboreá de Feria
perfumada de alhucema.
Junto al trueno de un bolero,
relámpagos de verbena.
San Lucas, traje de chirri,
pastira la luna llena.
Bebió un eclipse de vino
que a octubre le supo a poco,
desde una esquina del cielo
el viento silbó un piropo:
¡Ay niña de agüita clara!
Tus pestañas de colores
descorren tó los visillos
y encienden tó los faroles.
Pilar Mena Garrido. Empleada de banca. Torredelcampo.
Si en muchas ocasiones he podido leer “Jaén, Paraíso Interior”, en más he estado de acuerdo; porque es cierto, porque es así. O por lo menos yo lo siento de esa manera cuando estoy en mi tierra, en mi pueblo y especialmente, en un trocito de su sierra: Cuesta Negra. Ella es mi paraíso, mi capricho, testigo de mis estíos desde que apenas tenía uso de razón. Ella es escenario de mis mejores descubrimientos de los secretos de nuestra fauna y flora; eso sí, gracias a la pericia de mi inolvidable compañero de paseo, mi tío Martín. También es centinela de los últimos resquicios del auténtico bosque meditárraneo que tanto me gusta. Ella es maestra del descanso, dueña de mis vivencias y recuerdos estivales. Ella está en Torredelcampo, en la sierra jaenera, mi mejor anfitriona… mi pasado, mi presente, y, ojalá, mi futuro.
Ángel G. Menéndez Pérez. Economista. Jaén
Para mi Jaén es como un paraíso, su capital, la que antaño olía a galleta, hoy se presenta a sus visitantes en una tardía y urgente reestructuración de sus sistemas de transportes y accesos. Esta Jaén capital, ajena a la variedad y grandeza de las ciudades de su provincia, siempre será “la ciudad de las corrientes de aires”, estandarte de la ruta de los castillos y batallas, ajena a la importancia de su entorno natural y estratégico.
La provincia, que es conocida por su patrimonio renacentista, siempre será referida entre otros temas, por su cerámica, sus almazaras inevitables ante tan descomunal extensión de olivar, por la Santana a modo de postrimerias de su antaño patrimonio minero, por su aceite o sus faros, por sus dulces navideños, por sus romerías, también por sus gentes sencillas y cordiales pero en ocasiones contemplativas… Pero ¿como no ser contemplativo ante la visión de este paraíso situado en el interior y del que no podemos ser expulsados? Como para perdonarle todo.
Elena Mercado Espinosa. Estudiante. Jaén
Jaén es una tierra
De olivos y paisajes;
Aquí se vive bien
Ese es nuestro mensaje.
Jaén es un castillo
Con risas y cariño
Aquel que siempre encuentras
Si buscas los caminos.
Su historia tiene unidos
Siglos árabes y judíos.
Es Jaén como una luz
Que llena nuestros sentidos.
Pedro Merino Molina. Estudiante. Jaén
Jaén es mi ciudad y por eso es la más bonita de todas. La gente que vive aquí es sencilla y trabajadora.
Es una ciudad tranquila aunque ahora está levantada con las obras del tranvía. Espero que cuando las terminen todo quede muy bonito.
Jaén es la ciudad donde nací, donde espero crecer, estudiar y trabajar sin tener que marcharme nunca de aquí.
Almudena Mesa Santana. Administrativa. Jaén
En la ciudad de Jaén
Rodeada de olivar
Sobre una antigua mezquita
Se eleva la Catedral.
Y bajo el cielo azul
Con un pasado de gloria
Duerme Nuestro Padre Jesús
Y el Santo Rostro la custodia.
Ahora el mundo la reclama
Por su bella calidad
Reconoce el patrimonio
De Jaén la humanidad.
José Luis Mesa de Santos. Locutor. Alcalá la Real
Mis manos habían terminado convirtiéndose en un periférico más del PC, ojos digitales que reflejaban rojo antinatural, tan cargados como aquella semana que por fin terminaba. Llegaba el ansiado viernes. Momento en el que por fin, podía abandonar mi mundo irreal. A cámara lenta se dirigió mi dedo al panel central para disfrutar del instante, pulsé off en la computadora y On a Jaén.
Volvía, aunque me costaba desconectar.
En Jaén no me iba a reencontrar con mis “cyberamigos”, sino con mis “hiperamigos”.
Mientras conducía observe el campo y me di cuenta de que tenia más mega píxeles que cualquiera que hubiera visto en otro lugar.
Esta tarde me dará igual el adsl o los megas, yo quiero cruzar a 0’0001 Kbps por la vía verde, sentirme como un polizón del futuro en la locomota que imagino a cada pedalada.
Mañana puede que haga un millón de clic con el ratón-vara que mi abuelo prepara con tanto cariño para los fines de semana, siempre superamos la puntuación y eso le pone muy contento, me encanta ver como “navega” por los fardos en busca de tallos y piedras cargados de kilos de olivas que ya huelen a aceite.
Quizá utilice la arroba este domingo, pero, para llevarme un poco de ese vino de mi tierra que tanto me gusta.
Mirare por última vez la fortaleza y seré como un conquistador de nuevo. Conquistador que se siente derrotado por tener que abandonar su hogar.
Que suerte tengo de escaparme siempre que quiera y pueda a la realidad.
Francisco José Milla Contreras. Administrativo. Fuensanta de Martos
Para mi Jaén, es la mejor tierra del mundo, con sus olivos, sus montes, sus gentes y su patrimonio cultural.
Jaén ciudad es magnífica, tiene el encanto de un pueblo grande donde todo el mundo se conoce, con su castillo, su inconmensurable Catedral y un ambiente difícil de igual.
Pero mi autentico Jaén, es mi pueblo, Fuensanta, allí nací hace 30 años y allí sigo viviendo y no lo cambiaría por ningún lugar en el mundo. Aunque en los últimos años se ha modernizado un poco, sobre todo en lo industrial, con el auge de la industria del tresillo, el pueblo sigue manteniendo su aroma a campo.
Mi pueblo es una gran familia, donde todo se conoce para lo bueno y lo malo, pero se esta dispuesto a ayudar a los demás, y donde se recibe al forastero con los brazos abiertos. Al hablar de Fuensanta hay que hablar del centro del pueblo, donde reside la vida diaria. Y dentro de este hay que destacar por encima de todo lo demás, la Fuente de la Negra. Esa fuente de agua fresca y cristalina, que protegida por el Monte Calvario y abrazada por el parque de Fuensanta, es el emblema de esta localidad, a la par que el orgullo de todos los fuensanteños.
Al hablar de la Fuente, no puedo pasar por alto, que cada Jueves Santo es el escenario de una de las mejores (para mí la mejor) representaciones en vivo de la Pasión de Jesucristo, donde cada año propios y extraños quedan maravillados por la puesta en escena y la actuación de los jóvenes del pueblo que son los que dan vida a tan importante evento.
Y como no, viviendo en está provincia, no puedo despedirme sin hablar de ese perfume a olivo que lo envuelve todo, que es el alma del pueblo y el principal tema de conversación de sus habitantes. Esa recolección cada día más mecánica pero que aún sigue reuniendo a las familias para recoger el fruto del esfuerzo de todo el año. La sangre de esta tierra que pasa en generación en generación y donde cada padre siente el orgullo de ver a su familia unida llenando ese remolque que él va a llevar a la Cooperativa del pueblo, donde dejará con satisfacción su aportación a la creación de ese oro verde que es el aceite de oliva.
Carmelo Milla López. Economista. Jaén
Siempre me he preguntado porqué el suelo se eleva con el paso de los siglos si la erosión debía de hacer lo contrario. Basta con esperar. Luego, excavamos y aparecen restos increíbles de nuestro pasado como los encontrados en Marroquíes Bajos, aunque después de celebrar el hallazgo a bombo y platillo, los abandonemos de nuevo a su suerte, y veamos día a día como la gente se va llevando a casa lo que va encontrando hasta que vuelvan a quedar bajo tierra. Pero esa es otra historia.
Sin embargo, hay otros edificios y espacios que están vivos en mi memoria, y ahora en su lugar, otros más modernos e incluso inútiles, ocupan su lugar. Me pregunto si sus antiguos ocupantes siguen ahí abajo, y en un futuro alguien los volverá a redescubrir, tras una excavación arqueológica.
En la memoria de los que, como dice un amigo mío, "ya somos de los chiquillos más mayores de Jaén", siguen en pié el teatro Cervantes y el Ideal Bar, el cine Lis Palace y la confitería Gosán, el Asuán y sus primeras proyecciones en Todd-AO (del anterior teatro España no tengo recuerdos), El antiguo edificio de Correos y la piscina municipal donde ahora está Correos, los 'Campillos', es decir el viejo ferial, ahora aún reconocible porque siguen en pié las dos torres de la entrada, la Puerta Barrera con aquella señal en hierro forjado sobre el guardia (Granada 97, Málaga 224), la Carrera con una acera a mayor altura que la otra en su parte baja, los autobuses de los Prados y la Estación frente a la Diputación, el parque de Maternidad en donde ahora está el hotel Condestable y todas aquellas zonas verdes alrededor de la plaza de las Batallas que desaparecieron por la especulación, la construcción del "Gran Eje" que ahora no parece tan grande a lo ancho ... y en unos meses, si finalmente acaben las obras, un nuevo Jaén con trenes circulando por calles que ya recordamos diferentes.
Nuestra ciudad cambia constantemente, en unas cosas a mejor y en otras a peor, colocando sobre nuestros recuerdos esos nuevos 'okupas', que a su vez serán los recuerdos enterrados de las próximas generaciones.
400//
Francisca Milla Valdivia. Presidenta de la futura Asociación Cultural Grupo Charnake de Valdepeñas.En aquella época en las que las hadas y elfos, titanes y hombres y demás seres mágicos, (porque nosotros, aún sin saberlo, lo somos) hubo un gran revuelo en Valdepeñas de Jaén. Un trol gigantesco se apoderó de las Chorreras, fuente de toda vida en el pueblo, manantial de salud cuando sus cristalinas aguas brotaban del ojo del buey. Un día Enlida, que así se llamaba el trol , secó de un trago todo el agua y todo empezó a marchitarse y morir. Nadie sabía que hacer, hasta que dos hermanas, Carenni y Chonca fueron a buscar a su gran amigo Siul, un pequeño humano que aún podía verlas, puesto que todos los niños ven a los seres mágicos. Se reunieron con Capa, una de las únicas titanes que aun quedaban por esos cerros. Carenni y Chonca utilizaron sus polvos de hada para adormecer al monstruo, mientras que el niño tocaba su flautín para amansarle, una vez dormido, Capa lo ató con lianas y troncos y le dio un gran pisotón para enterrarle bajo tierra y no pudiera escapar.
Si vais a las Chorreras aún, podréis ver la calavera del monstruo entre las lianas y troncos. Valdepeñas de Jaén está en un gigantesco valle, rodeado de enormes cerros y montañas que curiosamente tiene forma de pezuña, que fue el legado de Capa.
María Millán Campos. Ama de casa. Mallorca
Como todo buen ciudadano añoro mi tierra. Extraño Jaén cada día más y en el caso concreto de mi pueblo, Benatae, he de decir que es el mejor del mundo. De hecho, sus calles esconden los secretos de mis mejores recuerdos.
Esperanza Millán Fernández. Ama de casa. Barcelona
Si evoco el nombre de mi pueblo, Benatae, rápidamente acuden a mi memoria una mezcla de sentimientos y sensaciones. El calor del hogar en el Barrio Belén, la escuela con su estufa de leña, los juegos interminables en la "eras", el olor a pan recién hecho de la panadería de mi abuelo...y la paz y seguridad que proporcionaba vivir en el seno de una familia inigualable y en un entorno " de cine". Quedan para siempre conmigo muchos recuerdos unidos a Benatae y la seguridad de que, pase lo que pase, siempre volveré.
Antonia Mingorance Caballero. Ama de casa. Jaén
Jaén de plata y encaje, Jaén de olivos y minas,
que ahondan tus tierras sudor y fatigas,
hoy te cantan verde, hoy te ven erguida,
cuantos desengaños tus llevas escondida,
cuanta sed y hambre, amor y justicia,
cuando por ti sola resplandeces y brillas,
hermosa y risueña, coqueta y altiva,
desde tu castillo hasta tus olivas.
Mi cuerpo se embriaga y mis venas vibran
al pisar tus calles, tus plazas escondidas
respirando a incienso que lleva la brisa
Torres venerables de tu Catedral bendita
Jaén de colores, historia entre heridas
y ese mar de plata cubriendo tus olivas
despiden reflejos que nos acarician.
Adolfina Molina Blanco. Hostelera. Estación de Espelúy
Los últimos lobos que vivieron en las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, ocuparon la zona conocida como Monte Poyo segura de Pontones, entre las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX. La zona del Aguadero, la Cabañuela y las Lagunillas fue muy rica en fauna salvaje, además de cabras monteses, siempre dominando las alturas, había tejones, turrones, garduñas, zorros, gatos monteses, y hasta nutrias allí donde los arroyos desembocan en el río Guadalquivir, que sé alimentaban de cangrejos y truchas comunes, la desaparición de los lobos fue debida a la lucha que emprendieron los ganaderos de la comarca pues el daño que causaban en las majas era enorme casi con toda seguridad el ultimo lobo visto por la zona fue uno muy conocido y popular, le llamaron "Vicentón" y era, grade, astuto, y muy sanguinario, posiblemente sus huesos reposen en alguna cueva profunda y oscura de las muchas que hay en la zona del aguadero.
Estas leyendas son populares de mis abuelos que al mismo tiempo se las contaban a el sus abuelos y a pesar de los tiempos se ven representadas por estas gentes que no queremos olvidarnos de nuestros profesores en la vida del respeto a todo cuanto nos rodea. Estas leyendas se encuentran expuestas en el paraje de La Huerta Vieja con motivo de preservar nuestra naturaleza.
María Molina Castillo. Ama de casa. Valdepeñas de Jaén.
Mi pueblo, Valdepeñas de Jaén, es un muy acogedor y en el que mantienen muchas tradiciones, una de ellas es nuestra cofradía de la Virgen de la Cabeza, fue fundada en el año 1966, por Francisco Torres Gómez a raíz de que en una rifa le tocó un lienzo grande con la imagen de la Virgen, a su fallecimiento lo dejo a sus hijas y nietos para que lo pueda contemplar todas las personas que lo deseen, nombro presidente a su nieto el mayor y al él se unieron todos los demás nietos y biznietos, y otros valdepeñeros hasta hacer un grupo de noventa y ocho cofrades, pero todos muy unidos, tenemos una casa cofradía en la Hoya del Salobral, y cada año el ultimo domingo del mes de Abril alas siete de la mañana a golpe de cohetes anunciamos a los valdepeñeros la salida de la cofradía por las calles del pueblo acompañados de la banda de música para trasladarnos a la Hoya a venerar a la Virgen de la Cabeza en su Romería, asistiendo muy felices y contentos a todos los actos que allí se celebran, y así cada año.
Nicolás Molina García. Jubilado. Santo Tomé
Qué pena es llegar a viejos
Y con los hijos quedarse
En todas partes estorbas
Y ya no nos quiere nadie.
Les damos lo que nos piden
Qué de comer no nos dan
Tenemos buenas pensiones
Para poderles pagar
Solo pedimos cariño
Y no nos lo quieren dar.
Nos salimos a la calle
Y no sabemos a donde tirar
Nos vamos la calle adelante
Hasta llegar al hogar
Y allí nos reunimos
Con los de la tercera edad
Cuando llegan las dos decimos
¡Vámonos que es hora de almorzar!
Ya llegamos a la puerta
Y llamamos con humildad
Y nos responden diciendo que
¡Ahora no se puede pasar que
estoy fregando los suelos
Y me ensuciáis el portal!
Nos sentamos en el tranco
Y rompemos a llorar
¡Qué pena llegar a viejos
Y tener que llegar a esta edad!
Pero…vosotros los jóvenes
También os tiene que llegar.
Juan Manuel Molina Liébana. Cocinero. Estación de Espelúy
Lo quiero porque allí te conocí, por la belleza olvidada y rota de los espejos y azulejos de la vieja cantina de la Estación, porque dicen tiene el almacén de aceite más grande del mundo, porque los de Bujaraiza y el Tranco también son Espelúy, por esos baños que nos damos en el Guadalquivir cerca de casa, porque desde hace dos años hay más Luz en el pueblo, porque me ha enseñado a oír el silencio de un lugar donde no hay tráfico, porque su gente es cordial y maravillosa, porque sus fiestas -aunque pequeñas- son únicas, porque desde la puerta de casa puedo casi rozar la Sierra Morena, porque me gusta la leyenda de los viejos silos enterrados debajo del parque, por esos atardeceres en las encinas que le dan al cielo esos tonos rojos y naranjas que tanto me atraen, porque puedo oler y tocar la tierra mojada de lluvia, porque…
Luis Molina Rojas. Presidente de la Coral Andrés Segovia. Linares
Linares tiene una tradición vocal que se inicia de una manera más o menos organizada, hace más de 60 años, en concreto en 1946 surge el Coro de la Capilla de Santa Cecilia, formada por 8 o 10 jóvenes de Acción Católica, que comenzaron cantando en ceremonias religiosas. Desde aquellos años 40, hasta hoy, ha habido y hay agrupaciones corales con mayor o menor número de componentes, y con una duración variable en el tiempo, pero que han desempeñado un papel importante dentro de la cultura musical coral de nuestra Ciudad. Fue en 1984 cuando un grupo de aficionados al canto coral, fundan la Coral Mariano Luna, que 6 años más tarde pasó a llamarse “Coral Andrés Segovia”. Esta Agrupación Cultural, dirigida por Juana Mari Jiménez, cumplirá próximamente 27 años de existencia, es la coral más antigua de Linares e interpreta cualquier tipo de música coral. Ha dado conciertos culturales, benéficos, de efemérides importantes…, por toda Andalucía, gran parte de España y en 7 Países de Europa. Fue galardonada por nuestro Excmo. Ayuntamiento con el “Premio Cultura 2004”, y desde 2008 una calle de Linares lleva su nombre. Posee un sello personalizado editado con motivo de su XX aniversario y hace dos años se proclamaron vencedores del Concurso de Canal Sur Televisión “Viva mi coro”. Su objetivo es la difusión de la música coral a todo el mundo sin ningún tipo de discriminación y de manera totalmente altruista.
Pedro Molino Jiménez. Diseñador. Jaén
Jaén, palabra por palabra
Hay lugares que se olvidan de su historia, pero son fruto de ella. Provincias que pierden la capacidad de reconocerse en el espejo de su identidad colectiva. Tierras apacibles de bosques cultivados, entre caliza y olivos. Paisajes de geometría humana enmarcados por bellísimas serranías naturales. Son noventa y siete municipios, entre pueblos y ciudades, que respiran bajo el aroma del aceite, bajo el sol incierto de los días. Lo habita: mujeres y hombres, de toda edad y condición, unidos –quizá sin ser conscientes plenamente de ello- por la certeza de un espacio común, de un tiempo común, de un destino mucho más interdependiente de lo que nuestra vocación irredenta de individualistas nos permite comprender. Jaén tiene el alma cruzada de fronteras: de los que llenaron el pasado de misterios, de los que emigraron dejando su vacío irreemplazable en el porvenir compartido. Hoy Jaén, más que nunca, tiene muchos retos. Puede que el más sencillo sea escribir aquí en estas páginas, forjando un abanico coral de sentimientos dispersos, llamados a un encuentro de autores anónimos, convocados a mirarnos en este espejo de papel. Y, después de leernos unos a otros, ¿qué? Dialoguemos, al menos, sobre la esperanza, mientras la forjamos. Quiero deletrear el nombre de cada persona, destilar el sentimiento de cada texto, sólo para descubrir que todo lo que nos une nos hace más fuertes, más inteligentes socialmente. Jaén debe y puede reconstruir su fe en ella misma, en todos nuestros jóvenes, en todas nuestras posibilidades. Hoy, modestamente, me uno a quienes manifiestan el sencillo orgullo de ser de esta tierra en este libro, mientras trabajo por ella, palabra por palabra.
Juan Manuel Molina Valdés. Investigador operativo y estadístico. Jaén
Tomo café en el bar. Leo Diario JAEN, clasificados:
Una academia, un prestamista, un ginecólogo abortista, uno que alquila su piso, seis funerarias, dos inmobiliarias y una veintena de contactos sexuales...pago el café y me pregunto: Jaén, were are you going?
Jesús Monsalve Orellana. Presidente de la Fundación Navas de Tolosa
Mi tierra, mi “patria chica” es Navas de Tolosa, este pequeño pueblo de la provincia de Jaén que últimamente, sin comerlo ni beberlo, está siendo motivo de polémica por la célebre batalla que se celebró aquí el 16 de julio de 1212, y por su fundación. Actualmente, después de siglos de aceptación en base a los testimonios escritos de los protagonistas, se dice por unos y por otros que la batalla fue en La Carolina o en Santa Elena, pero no aquí. Por otro lado se dice que Navas de Tolosa fue fundada por Carlos III.
Tanto los documentos escritos a cerca de la Batalla, como los documentos escritos y pruebas físicas existentes en nuestro pueblo, demuestran claramente nuestro origen.
Creo que los más “guapo” de mi tierra que se podría publicar en nuestro Diario provincial: Diario Jaén, sería esta pequeña nota, para que desde cualquier punto de nuestra provincia se respete nuestra historia y nuestro origen y, por favor, que no pasa nada con aceptar que la Batalla de Navas de Tolosa se celebró sobre lo que hoy es el pueblo de Navas de Tolosa, y que siglos antes de que Carlos III naciera ya existía nuestro pueblo, y todo esto podemos demostrarlo.
Dora Montejo Ráez. Enfermera. Bolivia.
Vuelvo a Jaén./ A veces vuelvo de otras ciudades, de otros países o incluso de otros continentes/ pero las distancias se desvanecen/ estoy de nuevo en casa, mi kilómetro 0./ Vuelvo a Jaén./ A veces vuelvo a pie, en bicicleta, en coche o en tren/ pero siempre me saluda desde lejos/ con el castillo en lo alto del cerro/ las torres de la catedral y los olivos que la enmarcan./ A veces vuelvo alegre,/ a veces vuelvo triste,
pero Jaén siempre me abraza entre sus calles/ y sé que me están esperando mis raíces y mis amigos./ Vuelvo y me suena tu nombre, Jaén,/ como a pura carcajada.
Raquel Montiel Espinosa. Estudiante. Jaén
Lo primero que vi fueron los olivos de los que hay que sacar el aceite y las aceitunas. Luego, en Jaén, hay muchos monumentos antiguos como los baños árabes que hemos visto yendo de excursión, en el barrio de la Magdalena, donde existe la famosa leyenda del lagarto de La Malena.
La Semana Santa es una tradición en la que siempre celebramos la pasión de Jesús.
Yo nací en Jaén hace diez años y me siento muy orgullosa de vivir aquí. Toda mi familia es de aquí y fueron de la cofradía más antigua que se llama la “Vera Cruz”. Siempre me ha gustado esta ciudad.
Juan Antonio Montiel Rueda. Maestro de obra jubilado. Carchelejo
Yo nació en un pueblo blanco/ Que se llama Carchelejo/ Aunque vivo en Jaén/
Ni lo olvido, ni lo dejo/ Por detrás tiene el Frentón/ Y delante La Mezquita/ Y subiendo hacia mi pueblo/ Está la Loma de la Ermita./ En agosto son las fiestas/ De la Virgen del Rosario/ Y pelean por nuestra Virgen/ Los moros y los cristianos./ El sábado por la noche,/ Como es la tradición,/ Nos juntamos en la plaza/ Y nos vamos a munir/ Con el hermano mayor./ Recorremos todo el pueblo/ Cántadole a Nuestra Virgen/ Y llegamos a la plaza/ Y nos despedimos de ella/ Contentos y felices./ Esta poesía señores,/ La ha sacado Antonio “Utrera”/ Que le cantará a la Virgen/ Mientras viva y mientras pueda.
Antonio José Montilla García. Maestro. Jaén
Hablar de Jaén y de sus cosas guapas, bonitas es tremendamente fácil, y por otra un privilegio. Una ciudad, un lugar es lo que son sus gentes. Se distinguen por algo tan especial, que es no pasar desapercibido para nadie, ¿Qué persona que haya estado por esta tierra, se ha sentido extraño, no querido?, seguro que nadie.
No hemos oído comentario alguno negativo de nuestra tierra ni de sus gentes y por supuesto de nuestra riqueza olivarera, lo dice el poeta: “plateado Jaén”
Pocos puestos de trabajo hay, pero su capacidad de adaptación a las situaciones difíciles, y la amabilidad de sus gentes, hacen de nuestra ciudad y provincia ejemplo para el mundo entero. Hacemos bueno el refrán de: “Se entra llorando y se sale llorando”.
Jaén es y será ciudad viva, inteligente y trabajadora, los giennenses, queremos a nuestra tierra y presumimos de ella. ¿Habrá algo más hermoso?
Manuel Montilla Molina. Maestro. Porcuna
Para tratar de la nobleza de Jaén, es necesario referir la pequeña historia de sus nobles ciudades... Neila o Neilia fue el nombre que los primitivos pobladores pusieron a esta ciudad, cuyo origen es tan remoto que no puede determinarse con exactitud la época de su fundación. Por las inscripciones que figuran en las medallas que se batieron en esta población, se ha venido en convencimiento de sus primitivos pobladores, que según la autorizada opinión de D. Juan Bautista de Erro en su obra “Alfabeto de la Lengua Primitiva de España” procedían de los antiguos arévacos que habitaban la sierra de Cameros, los cuales venían con sus ganados a esta región de la Bética, estableciendo varias colonias. A una de estas colonias debió indudablemente su origen esta población, como lo demuestra el señor Erro al interpretar las inscripciones de las medallas de este pueblo del siguiente modo: Hasta hoy nadie ha dudado del nombre de Obulco. El darle este nombre los romanos y el verlo confirmado en las inscripciones latinas, eran dos respetos de mucha gravedad para que ningún literato intentase disputarlo; pero nada hay, a pesar de esto, más cierto que el no ser Obulco el nombre del pueblo en que se batieron estas medallas. Esta ciudad se llamó por los primitivos españoles, sus fundadores, Neila, nombre conveniente y propio a su situación, y por excelencia Uzurgo. Los romanos, que no supieron hacer esta distinción, tomaron el adjetivo Uzurgo por el sustantivo Neila; y reduciéndolo al genio e índole de su lengua, la llamaron Oburco y después Obulco. Nadie crea que esto es un capricho. Su origen se halla envuelto en nebulosidades de la historia. En la época romana lo mencionan los historiadores con el nombre de Obulco. Debió ser población de alguna importancia, puesto que los historiadores la mencionan al lado de Emérita-Augusta (Mérida), César-Augusta (Zaragoza) y otras de este orden.
De Obulco pasó a llamarse Obulcone, ablativo de Obulconis. Vinieron los árabes y, al arabizar este nombre, le llamaron Bolcuna; y así como los romanos de Obulco pasaron a llamarle Obulcone, los árabes, de Bolcuna pasaron a denominarle Borcuna, y últimamente nosotros, siéndonos más sencillo y claro pronunciar Porcuna que Borcuna, la llamamos Porcuna. (Pamplinas del vulgo, que dice llamarse Porcuna de una puerca que parió treinta lechones). Refiere Strabón que cuando César vino a España para contener a los pompeyanos, se trasladó desde Roma a Obulco en 27 días. En Obulco preparó César la batalla de Munda, hoy Espejo (Córdoba) contra los hijos de Pompeyo, Ceneo y Sexto, a los que derrotó quedando como jefe y árbitro de la República. César, agradecido de Obulco, le otorgó el título de Municipio Pontificense y permitiéndole acuñar moneda, privilegio de escasas ciudades españolas. El sabio catedrático del Instituto de Córdoba don Victoriano Rivera y Romero poseía la más completa colección de piezas de oro, plata y cobre encontradas fuera y dentro de la ciudad... Porcuna: un mar de olivares de altísima calidad, un pueblo acogedor y cuna del arte ibérico.
Marina Montoro Cárdenas. Estudiante. Jaén
Junto a la catedral, deslumbra como el cielo
Almas dormidas de olivos.
Entre piedras está Nuestro Padre Jesús.
No olvidemos nuestra historia.
Las canciones de semana santa son emotivas.
Anuncian la fiesta y el dolor que sentimos.
Muchas estrellas llenan nuestras noches.
A Carmen Peñalver tenemos de alcaldesa.
Ser jiennense es lo mejor.
Bueno y saludable es el aceite.
Oscuro por dentro es el Castillo.
Nuestra feria tiene duende
Increíbles nuestras gentes.
Te alegrará la vida si vienes
A esta ciudad que te espera: Jaén.
Tomás Montoro Casas. Corrector. Jaén
De sus hermosas sierras,
Jaén se enorgullece,
toda Andalucía agradece
que su gran río nazca en sus tierras.
En su interior aire puro se respira,
su naturaleza al artista inspira,
a los visitantes entretiene
y a los animales mantiene.
Aromáticas plantas allí crecen,
como el tomillo y el romero,
árboles y flores el paisaje embellecen,
es inigualable caminar por sus senderos.
Castillos y fortalezas nos reciben,
testigos de batallas del pasado
entre moros y cristianos
que hoy en paz viven.
Puerta de entrada y salida,
a toda España da la bienvenida,
en Despeñaperros comienza Andalucía,
entrar en ella es toda una alegría.
Infinitos olivos a la ciudad nos acercan
cuando regresamos a nuestra querida tierra,
el olor a aceite en el campo a Jáen nos recuerda
y el perfume a pino a sus bellas sierras.
La Catedral bendice a los cristianos,
El Abuelo por todos es muy aclamado
en una procesión donde miles de ciudadanos
salen de madrugada a las calles para estar a su lado.
Dolores Montoro González. Diseñadora de muebles de cocina. Jaén
No sé muy bien como empezar ésto, y mucho menos, expresar en 15 líneas todos los sentimientos que he podido tener, bajo las grandes ramas y codiciada sombra en los calurosos dias de verano, de los grandes árboles que llenan nuestra "Alameda".
Llevo paseando por ella desde pequeña. No recuerdo muy bien aquellos sentimientos de cuando era niña, ojalá los pudiera volver a sentir, pero sí los de, aquella edad, en la que empiezas a vivir. Todo era nuevo, incluyendo borracheras, vomitonas, el miedo de cuando escuchabas a lo lejos: " la poli...", ya que éramos menores, y como no, el primer beso... Ésto ocurría, cuando en aquellos tiempos sí que se podía hacer "botellón", y la "Alameda", era uno de los sitios preferidos, por el fresco de las noches de verano.
A parte de los "botellones", al ir haciéndome mayor, he podido experimentar y sentir muchas más cosas...largas conversaciones con amigos, mientras mis perros paseaban con total libertad, aunque siempre terminaba por acercarse el típico "yonki" y demás personajes pidiéndote alguna moneda.
Llevo un rato pensando, y es muy difícil resumir todo lo que he vivido, pensado, sentido, y también llorado, sentada en sus bancos de piedra. Lo único que creo que puedo decir, es que, todavía, cuando paso por allí, puedo escuchar las risas y el bullicio de la gente cuando se celebra un concierto allí donde termina el parque, "El Auditorio", y que espero que estos árboles jamás sean cortados, porque ellos si que tienen historias que contar.
César Moral García. Estudiante. Alcaudete
Vivo en Alcaudete, enclavado entre Jaén, Córdoba y Granada. Tenemos monumentos dignos de observar, como la iglesia de Santa María, San Pedro y el Carmen. Con una ermita en la cual está su patrona la Virgen de la Fuensanta y hermosas fuentes como La fuente Amuña, la Fuente de la Villa y la fuente Zaide. En su castillo mozárabe se celebran las fiestas calatravas.
Mi pueblo está dentro de la ruta del Califato y es digno de visitar por su gastronomía, su aceite, su Semana Santa… además de la amabilidad de su gente.
Mónica Moral Montoro. Recursos humanos. Madrid
Jienense me siento, aunque no nací en Jaén, mis padres tuvieron que salir en busca de trabajo, con la suerte de que regresaron a sus orígenes. Mis padres cuentan que cuando yo solo tenía tres meses volvieron al pueblo y en Fuerte del Rey he pasado mi niñez y mi juventud. Ahora vivo fuera, ya que me fui por trabajo, pero me siento orgullosa de ser de Jaén, mi acento me delata allí donde voy, y no quiero perderlo. Me gusta cada vez que me dicen: “Tú tienes acento andaluz, ¿de dónde eres?” Y orgullosa digo: “De Jaén”. Cuando se vive fuera te das cuenta de lo que echas de menos, la familia, los amigos, esos paisajes de olivos, y experimentar un sentimiento nuevo, que nunca antes había sentido, un nudo en la garganta cada vez que paso por Despeñaperros y veo el cartel “Provincia de Jaén”.
Lidia Moral Ortega. Estudiante de diseño de moda. Valencia
¡Vuelve, a casa vuelve, vuelve a tu hogar! Jaén mi tierra, ciudad en la que he vivido siempre hasta que por motivo de estudios tuve que irme.
No se puede imaginar que significa dejar su propia ciudad donde se cría, su familia y amigos para poder formarse.
Al empezar de cero y sola en una nueva ciudad, la rutina de las clases, el día a día con la gente, nadie mejor que la gente de tu tierra para poder atenderte de la mejor manera posible.
Tras pasar los meses fuera es hora de fijar una fecha de vuelta, una vez que sabes cuando vuelves es un hormigueo, una inquietud, una sensación que es difícil de explicar con palabras.
Hacer la maleta y con la llegada al fin del viaje puedo ver el Castillo de Santa Catalina y esa sensación se convierte en alegría al volver y poder pasar unos buenos días bien rodeada.
Esperanza Moral Peinado. Ama de casa. Andújar
El corazón tengo partido en tres trocillo a cual quiero más. Mi tierra, Jaén, capital del Santo Reino que a las faldas del Castillo de Santa Catalina me vio nacer. Siendo muy jovencita a Barcelona emigré. No porque la falta de trabajo me premiara sino porque un amor iliturgitano allí me encontré. Después de treinta y siete años he vuelto a casa, al tercer pedazo de mi corazón. Porque es Andújar, ahora, mi tierra de acogida. No puedo más que evocar mi dulce amor a dos figuras significativas: El Abuelo y la Virgen de la Cabeza.
Luisa Moral Rubio. Licenciada en Comunicación audiovisual. Torredelcampo
Jaén es sinónimo de largas jornadas de letargo, de eternas siestas de verano en la piscina y de noches de invierno bien cerquita del brasero. Jaén es una tierra que pelea el futuro y exhibe cómo pocas que no siempre el sudor de sus trabajadores en los campos se ve recompensado con grandes dosis de riqueza y desarrollo. Jaén es una provincia de inversiones, donde algunos pueblos parecen ciudades y la capital recuerda a un pueblo. Jaén es mi tierra, la que me parió, la que duele cuando sufre y de la que, tarde o temprano, todo el mundo sueña con salir…y al final regresar, porque cuando se está lejos, se echa de menos hasta el último olivo que puebla los campos y en cada sonido, en cada imagen, en cada persona se buscan pedacitos y huellas de esta tierra olvidada por todos pero amada, en mayor o menor medida, por todos los que vivimos en ella.
José Morales. Educador. Almería
Como me decían mis padres siendo niño, a Jaén se entra llorando y se sale llorando.
En mi caso esto es a medias, ya que efectivamente entré llorando (nací aquí), pero cuando he salido de mi Jaén no ha sido con lágrimas en los ojos, porque desde fuera he sabido lo que significa ser de esta maravillosa tierra.
Ser jaenero se lleva en la sangre, no sólo por la ciudad, sino por su gente.
Se me ponen los pelos de punta cuando escucho o veo en TV o radio alguna noticia nuestra, subo el volumen a tope, hago callar a todo a quien hay a mí alrededor, se me erizan los pelos: Siento Jaén. Y también, por desgracia, sufro Jaén, cuando leo estadísticas de desempleo, de nulo crecimiento, de tasa de natalidad 0, del real Jaén... siento tristeza, pero siempre llevo el nombre de nuestra ciudad en el corazón.
Estoy informado por la web del diario Jaén, y he oído que puede o no haber Feria: tristeza. Pero se me ha puesto la piel de gallina viendo el vídeo de la diputación de Jaén tierra adentro. Otro motivo para estar orgulloso de mis raíces, de mi cuna, de mi vida. Y sí, soy de los que, cuando sale hacia fuera, dice con fuerza y con la cabeza bien alta... ¡¡¡Soy de Jaén!!!
Lope Morales Arias. Funcionario. Beas de Segura.
Desde la atalaya segureña observábamos los niños la guerra de fronteras cuando, en ordenada formación, la soldadesca olivarera avanzaba ganando la cruzada y asolando las laderas de sus montañas cubiertas antes por alfombras de pinocha y guízcanos, bajo pinos emancipados en aleatoria distribución. Pero de Segura no pasaron. De ahí hacia arriba solo se mantienen erguidos los hidalgos salgareños que crecen independientes buscando siempre la luz. El valle y la montaña, querencias serranas y disputas recordadas. Y el Yelmo vigilando muchos siglos de batallas.
Antonio Morales Liranzo. Presidente de la Tertulia Flamenca de Alcalá la Real
Como en todos los pueblos de Andalucía, en Alcalá la Real también tuvo el Flamenco su presencia, y no menos importante, yo diría más, muy importante. Alcalá, y su historia ligada a la frontera, ha vivido con intensidad todos aquellos acontecimientos que de una manera u otra tenían que ver con la cultura, y en ésta, esta el Flamenco en sus formas más variadas y primitivas. Sin entrar en un análisis profundo desde cuando y como está presente el flamenco en Alcalá, podemos decir que desde principio del siglo veinte y hasta los años sesenta, pasa el flamenco, como en todos los pueblos, a través de aquellas compañías de teatro de variedades que solían actuar después de la recogida de la aceituna, como acontecimiento de entretenimiento y puramente comercial, aunque fuesen el cauce para que muchos artistas se dieran a conocer y pasar después al estrellato del mundo flamenco.
Surge al final de los años sesenta y setenta un grupo de amigos y aficionados a este arte, que con su buen hacer y entusiasmo empezaron a construir lo que realmente fueron los pilares del flamenco en Alcalá la Real. Así, en el año 1968, en el mes de diciembre, se celebra en el teatro Martínez Montañés, patrocinado por el Excmo. Ayuntamiento, un recital a cargo del cantaor “Manuel Gerena” y donde estuvo presente como invitado el maestro D. Antonio Mairena (Llave de Oro del Cante Flamenco), asÍ como otras personalidades del mundo flamenco.
A partir de este año realmente surge una explosión en cadena de festivales y acontecimientos flamencos como fue lo normal en toda Andalucía, desde el año 1969 hasta 1985, se celebran los famosos “Festivales de Arte Gitano” de Alcalá la Real. En éstos, participan todos los grandes artistas del momento, por nombrar algunos de ellos diré, Antonio, Manuel y Curro Mairena, Borrico de Jerez, Chocolate, Agujetas el Viejo, Agujetas Hijo, El Farruco, Terremoto, El Lebrijano, Curro Malena, Fernanda y Bernarda, Pansequito, Boquerón, José de la Tomasa, Diego Clavel, Manuela Carrasco, y con guitarras como las de , Manolo Brenes, Tomate, El Merengue, Pedro Peña, Enrique Melchor, Diego del Gastor, Pedro Bacan, Amador, Parrilla de Jerez, Los Moraos de Jerez y Juan Carmona el Habichuela. En el Año 1981 se constituye legalmente la Tertulia Flamenca de Alcalá la Real, con aproximadamente cien socios. Se establece la sede en un lugar como no podía ser otro, conocido como “Los Canarios”, donde siempre se reunían los flamencos y cuyo propietario Ramón fue su primer presidente. En el año l983 el Excmo. Ayuntamiento concede a la Tertulia Flamenca el Local más emblemático de la ciudad, situado en los bajos del Palacio Abacial. A partir de éste momento y siempre con el apoyo del Ayuntamiento se realiza una gran actividad flamenca, recitales, conferencias, cursos de guitarra flamenca, baile, etc., etc. Se continúan los Festivales de Flamenco de verano y se promueven otros en el teatro M. Montañés, como recital de Chano Lobato, Calixto Sánchez, y otros más. Los años noventa se distinguen por la aparición en el año 1995 del primer concurso de cante flamenco “Ciudad de Alcalá “, concurso de duró hasta el año 2oo3 con su número octavo. Por obras de restauración en el Palacio Abacial se ve obligada la T. Flamenca a cambiar de local y lo hace en varios sitios. Durante los últimos años ha habido otros acontecimientos importantes que el Excmo. Ayuntamiento ha llevado a cabo, Flamenco en ETNOSUR, (grupos importantes, Enrique Morente, Dorantes y Lebrijano, Esperanza Fernández, etc., etc.) recitales como el de José Mercé, etc., etc.
En el año 2009 se reconstituye la Tertulia Flamenca adaptando sus estatutos, iniciando su nueva andadura, en un acto que tubo lugar en el salón de Capuchinos (Delegación de Cultura del Excmo. Ayuntamiento), donde el Concejal de Cultura y Alcaldesa manifestaron su total apoyo a la reconstituida Tertulia, que culmino con una conferencia sobre flamenco y un recital. Desde entonces se viene trabajando conjuntamente con en Excmo. Ayuntamiento para que en nuestro pueblo siga viva la llama del Flamenco.
Francisco Morales Lomas. Escritor. Málaga
Vivir es pasearse por las sombras. Acaso una vida como un buque en la niebla, y a la espera. Vivir es, sobre todo, esperar. Adentrarse en el calor de las cosas, en ese vaho luminoso que las amanece. Jaén siempre tuvo algo de oscuridad recobrada en medio de la noche. De tormenta que amaina en un día soleado por los vericuetos de Puerta Arenas. Un campo con estrías verdes y quimera reconquistada en mitad de la niebla. Desde la cercana lejanía siempre estoy reconquistando a Jaén. Su ternura viene de lejos, de ese poso de las sombras, quizá de una infancia rescatada o, seguro, de la esencia de la tierra que se va haciendo cántaro durante el día y enciende su luminaria sólida. Vivir es seguir ahí, rescatando la memoria con su bondad de años. Jaén puede ser entonces la que da fortaleza a lo etéreo y ofrece su mano de madre para atravesar el rugido de las sombras. Siempre conquistándola, siempre esperando ese abrazo permanente de novia a la que cada día hay que mimar. Jaén, la mimada, la consentida niña que me ha rescatado siempre de la niebla. ¡Ah, la niebla, esa tenebrosidad de toda duda!
María del Carmen Moreno Berrio. Técnico superior en Prevención de Riesgos Laborales. Jaén.
Capitana honrosa de un territorio dormido.
Majestuoso perfil. Tierra calma de satén verde prendido.
A tu andaluza cara me rindo. Tu castellana planta me canta un melenchón distraído.
Jaén habla, grita con ese “ronquío”, despierta tu temple y clama con hierro fundido al calor de tus tierras hermanas.
No te rindas al gentío que te sumerge y achanta en una fosa de olvido y de miseria amarga. Tienes alma y tronío, tienes fuerza en las entrañas y tienes gente al cobijo que por su tierra mata.
José Luis Moreno Codina. Periodista. Jaén
Sí, Jaén es un mar de olivos y su seña de identidad reconocida mundialmente, pero Jaén es más, mucho más, porque sus olivares comparten múltiples bellezas que, ay, en muchos casos no han llegado al gran público y van desde la monumentalidad de su Renacimiento al edén de parques y parajes naturales que se complementan en otros muchos aspectos de cualquier punto de la geografía provincial, un rico patrimonio histórico, cultural y paisajístico que se extiende por todo Jaén, de norte a sur, de este a oeste, aunado al carácter abierto y sencillo de sus gentes, una hospitalidad de la que disfruto ya va para 23 años cuando por motivos profesionales vine con mi familia.
Y aquí estamos, ampliada con jiennenses de nacimiento que al aumentar sus raíces nos vinculan todavía más a esta tierra. Vivir en Jaén, morir en Jaén (como proclamara el inolvidable Esteban Ramírez) es una máxima a la que me apunto sin ningún titubeo. Entretanto, aporto mi granito de arena en esta Jaén toda, sus ciudades y pueblos, donde todavía queda mucho por hacer para seguir engrandeciéndola con la seguridad de que tan excelente materia prima merece un esfuerzo colectivo.
Estas líneas dictadas por el corazón brotan de la esperanza al abordar el sexto reto que organiza Diario JAEN, todo un ejemplo de que se pueden conseguir objetivos a veces muy difíciles de realizar. Y reitero lo escrito: aquí estamos.
Lidia Moreno Molina. Estudiante. Jaén
Jaén, eres mi amor, mi cariño, mi ciudad.
Tus plazas, tu castillo, tu catedral…
Pasear por tus calles es como irse al cielo.
El sol al amanecer, la luna al anochecer.
¡Ay Jaén!
Jaén, eres mi amor, mi esperanza.
¡Qué haría sin ti!
Eres toda una ciudad y te llevo en el corazón.
¡Ay Jaén!
¡Qué haría sin ti!
Eusebio Moreno Ortega. Jubilado. Barcelona
Siento una gran añoranza por mi tierra que nunca la olvido y que está en mi corazón. Por eso, siempre que me lo permite la agenda, voy a visitarla. Tengo muchos recuerdos grabados de mi infancia en Jaén. Aunque mi tanto mi familia como yo hemos pasado muchas calamidades siempre recuerdo a mi tierra con cariño.
Felisa Moreno Ortega. Escritora. Alcaudete
Al Castillo de Alcaudete
He sorprendido su silueta
colgada del cielo,
tan solo asida a la tierra
por la loca voluntad de los hombres.
Erguido y sobrio me contempla,
me siento enana, diminuta,
apenas un suspiro de existencia
que saborea su inmortal belleza
Y siento que, aferrada a él,
puedo ser eterna.
Francisca Moreno Ortega. Ama de casa. Barcelona
Me encanta mi pueblo, siempre que puedo me gusta volver. Cuando voy me hace mucha ilusión ver a mis amigas de la infancia. Echo de menos las comidas típicas como la gachamigas y los cocidos de Benatae. Sientes mucha nostalgia cuando visitas tu tierra y ves que han cambiado mucho las cosas.
Norberto Moreno Ortega. Barcelona
Siempre pienso que me gustaría visitar mucho más a menudo Jaén de lo que puedo, por motivos personales. Y es que me encanta y estoy enamorado de mi tierra. Tengo la tristeza de conservar pocos recuerdos porque me fui de allí cuando era muy pequeño pero aún así, la llevo en mi corazón.
Gilberto Moreno Zarza. Periodista. Jaén
El poema “Andaluces de Jaén”, de Miguel Hernández, es la excusa perfecta para que los ciudadanos de esta provincia, y los que nos sentimos jiennenses desde hace veintidós años, salgamos del inconformismo histórico y reivindiquemos mejoras en todos los aspectos. Pese a la difícil situación actual, Jaén merece más apoyo por parte de sus políticos, sindicalistas y empresarios. Que no se acuerden de nosotros cada cuatro años, cuando hay que votar en las elecciones municipales, autonómicas o generales. Jaén, levántate brava sobre tus piedras lunares refleja el esfuerzo y el estado de sumisión vivido durante muchos años. Definitivamente es la hora del despegue para que las futuras generaciones vivan en una sociedad más igualitaria.
Olivia Catalina Motong Asue. Estudiante. Jaén
Jaén es una ciudad pequeña pero maravillosa y agradable. Aunque no tenga playa la gente es amable y sincera. Las comidas son muy ricas, como el jamón, la pipirrana y muchas más. Jaén es muy bella, con su catedral, el Castillo de Santa Catalina.
Tenemos una provincia iluminada y mágica. Aquí haces enseguida amistades. Hay fiestas y ferias muy típicas en las que la gente se viste de gitana.
Yo no soy de aquí pero estoy muy contenta y orgullosa de vivir aquí.
Francisco Javier Moya Romero. Comerciante. Alcalá la Real
Alcalá la Real
En una tierra sedienta
de honor y de libertad
quiso dios poner su mano
bautizar una ciudad.
Y dio con gentes sinceras
apegadas a la tierra
gente con alma despierta
y el corazón siempre en vela.
Soy de Alcala la Real
el pueblo mas generoso
que preside el olivar
de su tierra y de sus gentes
na malo puedes contar.
Somos tierra de pintores
y de artistas consagrados
y sabemos compartir
nuestros bienes con agrado.
El aroma a sierra sur
huele a cortijo y olivos
y el amor por nuestro campo
pasa de padres a hijos.
Somos de amistad abierta
de tertulia popular
y brindamos nuestras penas
con el vino del lugar.
Que no hay fruto mas bendito
para el alma, ni mas bueno
que compartir ilusiones
junto al vino del terreno.
Compás de consolación
hogar de nuestra patrona
la virgen de las mercedes
es nuestra reina y señora.
No hay mayor satisfacción
ni mas orgullo pa un pueblo
que ser la voz de la tierra
y el eco de sus recuerdos.
Y el que no entienda estas letras
de lo que en la copla canto,
que mire a los que se van,
porque estos lloran tanto,
por mi Alcalá la Real.
María del Carmen Muñiz Lavers. Presidente de la Asociación Cultural Enrique Toral y Pilar Soler. Alcalá la Real
La Asociación Cultural Enrique Toral y Pilar Soler se creó en Alcalá la Real en julio de 2003. Su nombre responde a dos de sus miembros fundadores, magníficos funcionarios del Ministerio de Justicia, muy vinculados a la provincia de Jaén.
Enrique Toral, aunque nació en El Escorial en 1919, siempre deseó visitar la provincia de Jaén, ya que su padre, el notario José Toral, natural de Andújar, le hablaba constantemente de su tierra natal. Hasta 1945 no cumple el sueño de conocer nuestra tierra, que enseguida le cautivó, llevándole a visitarla de forma continuada hasta la actualidad. Estas visitas, especialmente a Úbeda y Jaén, le sirvieron para aumentar su deseo de conocer la vida de sus antepasados y la historia de estas ciudades con ellos, siendo considerado por los historiadores uno de los mejores conocedores del antiguo Reino de Jaén.
Enrique pertenece a una familia de muy amplia cultura, destacando varios de sus miembros, como su padre, José Toral Sagristá, escritor; su hermana Carolina, especialista en Literatura Infantil; su hermana María Teresa, científica, química y grabadora, entre otros.
La Asociación tiene como fines divulgar las obras culturales y científicas de la familia Toral, y fomentar la cultura de la provincia de Jaén en todas sus vertientes. Desde su fundación ha publicado más de una veintena de libros, ha organizado exposiciones de pintura, grabado, bibliográficas, medallas, etc., ha realizado excursiones y viajes, colabora con el Área de Cultura del Ayuntamiento de Alcalá la Real en sus actividades y congresos. Financia, publica y colabora con distintas editoriales y el Museo de Grabado Español Contemporáneo, con los premios Enrique Toral (Investigación sobre las Sociedades de Frontera), Pilar Soler (Historia de Alcalá la Real), María Teresa Toral (Premio Nacional de Grabado), Carolina Toral (Investigación sobre Literatura Infantil) y la Beca Margarita Toral (ayuda al estudio para niños de Iberoamérica).
Enrique Toral puso a disposición de los giennenses su magnífica biblioteca, actualmente en el Instituto de Estudios Giennenses.
La Asociación Cultural desea poner a disposición de todos los investigadores el rico archivo familiar, que estará en su sede de Alcalá la Real, con numerosos manuscritos, entre ellos de Bécquer, Victor Hugo, Cruz Rueda, Fabié, Carlos Peñaranda, Elena Fortún, etc., y los giennenses Caballero Venzalá, Ortega Sagrista o Gracián Quijano.
Agradecemos a Diario JAEN la divulgación que realiza de nuestras actividades culturales, y nos ponemos a su disposición para lo que de nuestra Asociación necesite.
José Muñoz Cano. Jefe de Circulación de Renfe jubilado. Jaén
¡Mi Jaén! Nací en la ciudad de Jaén, de la que me siento orgulloso, tierra incomprendida por muchos de dentro y fuera, lastima que no tengan ojos, corazón y sangre, de calidad suficiente para ponerlo en la cúspide de los valores humanos, riqueza, historia, y patrimonio arquitectónico para hipnotizar a los ojos más exigente capaces de resistir la contemplación de tanta belleza destellante, más fuerte que los rayos del sol.
¿Conoces su catedral por dentro y por fuera? ¿Su castillo en la cima de un monte dentro de la ciudad? ¿El verdor de los pinos y el color de sus rocas cuando las moja las lluvias? ¿Su océano de olivares, fiel anual a sus cosechas? ¿El oro, su color, y sabor del aceite único en el Mundo entero? ¿La ciudad? Y ¿Sus gentes?
No te mueras sin visitar ésta tierra tan bonita, olvidada y desconocida, que tanto arriesgo tiene como el canto de las sirenas, a los visitantes que llegan llorando para pernoctar una temporada laboral. Unos, se quedan, y otros, se vuelven a marchar, estos últimos, lo hacen con lagrimas secas que son las que más dolor producen.
¿Hay pena más grande que la de tener que emigrar y dejar la tierra donde uno nacer?
¡Ay Jaén de mis entretelas!, si yo volviera a nacer, serias mi tierra otra vez.
María del Carmen Muñoz de Leyva. Andújar
Acaba de comenzar el otoño. Un nuevo curso, a nivel escolar y político nos aguarda. Tenemos por delante una apasionante tarea, que se agudiza por la larga campaña electoral que vamos a padecer durante todo este tiempo. Muy pronto hará cuarenta y ocho años que tuve la suerte de venir a vivir a este precioso pueblo que en estos años se ha ido transformando a mejor, aunque en ese desarrollo, por falta de planificación o falta de interés de sus gobernantes, ha dejado jirones de su patrimonio histórico y cultural, imposibles de recuperar. Andújar, a pesar de ser una ciudad moderna y alegre, necesita desarrollar con urgencia la industria, de la que siempre ha carecido, que la haga próspera para que sus habitantes puedan tener el empleo y el bienestar que precisan. Aprovecho la ocasión que me brinda el diario JAÉN para pedir a los políticos que nos gobiernan, que tengan presente que los pueblos necesitan su atención para salir adelante. Andújar, con una situación estratégica inmejorable contaba con importante tráfico ferroviario y un potencial industrial envidiable. Ahora, en pleno siglo XXI, se ha quedado en el vagón de cola de la provincia y ha sido relegada al ostracismo más absoluto. Y los ciudadanos nos preguntamos. ¿Quién o quienes han sido los culpables?
Vanessa Muñoz Martínez. Periodista. Torredelcampo.
Será porque he sentido Jaén lejos durante tanto tiempo que le tengo un cariño especial.
En mis largos viajes sentía como se me encogía el estómago al pensar que pronto cambiaría el paisaje de los frondosos bosques por la rojiza tierra repleta de olivos. Quizá unos campos no tan bonitos en apariencia, pero sí en esencia. Un olor especial, un color especial,… un mundo completamente diferente y que me enriquecía.
Estas tierras me vieron nacer y, aunque no he crecido en ellas, me siento jiennense por encima de todo. Porque me siento orgullosa de venir de donde vengo. Orgullosa de ser jiennense y de poder vivir aquí y ahora, después de tantos años. Y es que es un gran gozo descubrir sus lugares, sus gentes, sus tradiciones… tantas y tantas cosas que me había perdido a lo largo de mi vida.
Moisés Muñoz Pascual. Presidente de la Diputación de Jaén
Tenemos la suerte de vivir en Jaén, una provincia excepcional que es un paraíso terrenal en todos los sentidos. Contar con la mayor superficie de espacios naturales protegidos de España –con Cazorla, Segura y Las Villas como referente nacional por tamaño y conservación de flora y fauna– ayuda a justificar esta sensación, pero la riqueza y la biodiversidad que albergan los cuatro parques naturales jiennenses es tan sólo uno de los vértices de este edén que compartimos. Tierra única por su privilegiada ubicación, ha sido dulce hogar para iberos, que nos legaron lo mejor de su civilización, romanos o árabes. Tierra de frontera durante muchos siglos, los castillos y fortalezas que jalonan nuestro territorio son una muestra de la relevancia que a lo largo de la historia ha tenido Jaén, poseedora también del mejor Renacimiento del Sur como se puede apreciar en sus dos ciudades Patrimonio de la Humanidad: Úbeda y Baeza. Un paraíso que no sólo muestra al mundo un patrimonio natural, histórico y cultural singular, sino también una rica gastronomía regada por un auténtico elixir de dioses: nuestro aceite de oliva, y un entramado de ciudades medias que es una garantía de calidad de vida, que sin duda es lo más parecido a vivir en el edén que podemos imaginar.
Hacerlo usando todos nuestros puntos fuertes + comarcas, todo ligado a Jaén Paraíso Interior, tierra que encandiló y ha sido inspiradora para Machado, Miguel Hernández, Zabaleta… Jaén tiene mucho arte
Usar lemas Jaén Paraíso Interior: paraíso es vivir donde vivo yo, cuando vienes a Jaén… Jiennenses debemos estar orgullosos, subir nuestra autoestima, porque vivimos en un paraíso.
Territorio excepcional, que aglutina
Provincia también marítima
Territorio de frontera y leyendas
Naturaleza edénica
Tesoros culturales
Elixir de dioses es el aceite
Ciudades medias, calidad de vida, hospitalidad no hospitalizada - Comarcas, una virtud de cada una, deteniéndose un poco más en Segura,
Antonio Muñoz Villar. Director comercial. Jaén
Jaén, tierra amada y aún por descubrir, deseosa de mostrar sus encantos a todo aquel que la desee. Vergel de olivos sin fin, que provee al mundo del “aurum” líquido que tanto nos reconforta. Tierra de culturas, fortalezas, misterios y sobre todo de interesantes leyendas, aquel terrible lagarto gigante, el supuesto destino de la legendaria mesa de Salomón, tierra de paso del Santo Grial y depositaria del santo lienzo donde se plasmó la faz de Cristo. Tierra de Vandelvira, de arte, de literatura, de música…
Como olvidar su privilegiada situación, que comunica Andalucía con el resto de nuestro país, así como la gran riqueza de especies animales y vegetales. Jaén, jardín botánico de Andalucía, colmado de reservas y parques naturales de espectacular belleza. De sus entrañas surge el río Guadalquivir, que mostrará sus excelencias por toda Andalucía
Jaén, tierra de jiennenses, tierra del mundo.
Domingo Murcia Rosales. Cronista oficial de Alcalá la Real
Unas de las formas de llegar al Santo Reino de Jaén es por el sur y por una ruta milenaria que pone en contacto los valles del Genil y del Guadalquivir, a través de un puerto de montaña moderado y poco tortuoso. Es el camino obligado entre Granada y Córdoba, que ahora llaman pomposamente Ruta del Califato.
Pues bien, señoreando y perfilando el paisaje, encuentra el viajero Alcalá la Real, una población fronteriza, acomodada en un a platea de olivos que esperan la puesta en escena de una historia legendaria y secular, decorada con ochavos monumentales que siluetean el casco urbano y que flanquean por el foro de la soberbia fortaleza de la Mota, desafiando al tiempo.
Por su propia situación geográfica, Alcalá es la llave del tramo central de la frontera medieval castellano-granadina, una tierra de nadie y de todos.
La vida y el carácter de sus habitantes se ha configurado consecuentemente con el paisaje. Son los alcalaínos gente de frontera que ha sabido jugar y adaptarse a las circunstancias de cada momento, con el gravamen propio de la fugacidad y el oportunismo, y con el regalo indiscutible de la tolerancia y la diversidad.
La jaenera Alcalá la Real flirtea con la campiña cordobesa y se mira en la blancura permanente de la Sierra Nevada granadina.
José Manuel Muriel Martínez. Consejero delegado del Grupo SOS. Madrid
Me han pedido que escriba 15 líneas sobre lo que para mí significa Jaén, es casi imposible hacerlo.
Como describir en 15 líneas las emociones, los recuerdos, el cariño y los deseos, que significa Jaén.
En un pueblo de Jaén nací, allí tengo mi familia, mis mejores amigos, mis recuerdos de juventud.
Allí es donde paso mis momentos de tranquilidad, de reposo, de analizar el pasado y establecer el objetivo del futuro.
Mi deseo más íntimo es conocer todos los núcleos urbanos de la provincia y a sus habitantes, profundizar en su historia y en la cultura local.
Queda tanto por hacer en Jaén y son tantas las posibilidades que ofrece esta tierra.
Jaén necesita el aporte de todas las personas que hemos salido de esa provincia, que volvamos y ayudemos en su desarrollo. Qué bonito es pensarlo y que difícil hacerlo.
Yo tengo un sueño y es que algún día Jaén, llegará a ser aquello que todos sus hijos imaginamos.
Manuel Navarro Jaramillo. Hostelero. Jaén
De vez en cuando, tengo a bien pasear plácidamente por aquellos lugares entrañables, históricos y costumbristas en donde, según se va caminando, se respira un halo de sabiduría popular que rezuma entre arcaicas piedras que hablan, por sí solas, de los avatares y cotidianidad de tiempos pretéritos y que están latentes en los trazados de angostas callejuelas, por donde aún parece escucharse los pasos y voz de quienes moraban, en siglos pasados, estos lares. Pongamos que hablo de los añejos barrios de San Juan, la Magdalena y la Judería, donde podemos visitar, arrinconado, el convento más antiguo de Jaén: el de Santa Clara (siglo XV) y que cerca de él se construyó una iglesia, San Pedro, que, posteriormente, fue destruida. Pero antes, en el baptisterio de dicho templo, fue bautizado el insigne músico linarense Andrés Segovia, en 1893. Por estas sinuosas calles del Jaén de Sefarad, derramaron su singular sabiduría, en la época en la que convivían las tres culturas, ilustres sefardíes como Hasday Iben Shaprut –médico y diplomático (siglo X). Ni que decir tiene que Jaén nació en estos barrios, junto a una fuente de riqueza: el Raudal de la Magdalena, que abastecía de agua a quienes supieron aprovecharla, de ahí que se construyera, cerca de él, una mezquita con su alberca de abluciones y los Baños Árabes (siglo XI). Además otros pueblos anteriores, como los romanos, también supieron hacer buen uso de tan preciado líquido elemento. Los Caños, la Escuela Nacional, San Juan, el Palacio de Villardompardo, el convento de Santo Domingo (Archivo Provincial), el antiguo Hospital de San Juan de Dios, San Andrés y la Iglesia de la Magdalena son buenos ejemplos arquitectónicos del Jaén histórico, coronado, como no podía ser de otra manera, por la majestuosa Catedral vandelviriana, que ya en tiempos prehistóricos un dolmen señaló su ubicación. Siempre nos quedará Jaén, por conocerla.
José María Navarro Luque. Asesor empresarial. Jaén
El Jaén que me gustaría recordar cuando tenga la mal llamada “tercera edad” y pueda permitirme el lujo de leer este “Libro Coral”, es el Jaén que recorrí por toda la provincia en los años setenta y ochenta. Aquella provincia de los 101 pueblos blancos y sus numerosas aldeas, en las que todos los años celebraban por lo menos dos fiestas la feria y su propia romería, aquellos pueblos en los que se podía jugar y divertirse en cualquier calle o plaza con los amigos lugareños y los que no lo eran. Pueblos que mas grandes o pequeños recuerdas para siempre. Con un solo defecto, el mal estado de las carreteras.
Cuando pasen veinte o treinta años me gustaría leer este libro después de pasearme por las necesarias autovías que comuniquen todos los pueblos de nuestra provincia.
De la capital donde nací, recuerdo con mucho cariño la fabrica de cervezas El Alcazar, donde cogíamos los llamados por entonces, “platetes” para jugar fantásticos partidos de futbol, o magníficas carreras de bicicletas, sin salirnos de las líneas de tiza.
Dentro de los próximos veinte o treinta años, también me gustaría visitar la actual o nueva fábrica de cervezas Cruzcampo o Alcazar para seguir disfrutando de la fresquita rubia del verano y reina del invierno paseando por un gran bulevar, o montado cómodamente en la línea de tranvía que debería tener esa zona de la ciudad, como también debería existir en Las Fuentezuelas, Avenida de Andalucía, la zona sur y otros barrios de nuestra capital, que también se lo merecen.
Este libro coral que prometo leer dentro de veinte y treinta años, espero refleje una realidad, por lo menos la mía, de una provincia que merece lo mejor en infraestructuras, comunicaciones y una vida relajante como la de aquellos años setenta y ochenta.
Trinidad Navarro Martínez. Tarragona
Todos los años intento hacer un hueco para visitar mi tierra y siempre lo consigo. Y es que estoy muy orgullosa de ella. Como casi todos mis paisanos me vi obligada a emigrar por motivos de trabajo. Echo de menos mucha mi tierra y he derramado muchas lágrimas por ella. Tengo muy buenos recuerdos que nunca podré olvidar.
David Navarro Martos. Cómico. Madrid
Muchas son las voces que dicen “en Jaén no hay ná… me voy a ir por ahí de viaje y salgo de aquí”. Pero curiosamente, cuando en uno de esos viajes estás contemplando un puente romano, haciéndote fotos con tu mujer y tus hijos, sonriendo, olvidándote del trabajo… y de repente escuchas a un viandante que pasa por al lado y dice “peazo puente, la virgen nene”. Eso no tiene precio. Te pones incluso nervioso, les dices ¿sois de Jaén? –Si, de Arjona –¡Mi primo es de Arjona! Ahí nace una amistad, os vais juntos a comer y en ese almuerzo solo se habla de una cosa: de Jaén. Hay cosas por todo el mundo que debemos intentar contemplar: las pirámides de Egipto, el Museo del Prado, Paris… pero a mi no hay cosa que me ponga más contento que contemplar un cartel con los colores de nuestra bandera de Andalucía, entre curvas de Despeñaperros que pone: “Provincia de Jaén”. Porque eso significa que vuelvo a casa.
José Navío Castellano. Presidente de la Juventudes Marianas de Bailén
La palabra orgulloso es poco para calificar lo que yo siento por mi tierra, por esa tierra que se empapó de la sangre de nuestros antepasados, aquellos que dieron su vida por ella ante los franceses, esa tierra que se vuelve barro y que bien modelada por su gente se convierte en tan bellas y distintas obras de arte, esa tierra en la se elevan todos aquellos olivos que producen tan preciado fruto y trabajándolo con nuestras manos lo hacemos oro, puro oro líquido, esa tierra que tanto nos da y en la que lo más importante es su gente, maravillosa y única, que hace que no tenga palabras para expresar la suerte que tuve a la hora de venir a nacer aquí.
Fernando Nicás Molina. Funcionario. Jaén
Quienes hemos tenido la desgracia o la suerte, según se mire, de tener que salir de Jaén para buscar y obtener el trabajo, hemos vivido la soledad de que pese a haber estado dando vueltas a Jaén entre Almería, Madrid, Córdoba, Almería y Granada, por ese orden, durante muchos muchos años hasta conseguir el soñado regreso, la soledad como digo, de añorar esta bendita tierra y sus gentes y también sus cosas y sus monumentos.
No hay más que echar la vista atrás para recordar cuando venir en coche desde Almería a Jaén era toda una odisea a lo largo de una carretera infernal. O cuando venir a Jaén desde Granada era otro suplicio mientras arreglaban lo que más tarde sería esa autovía Bailén-Jaén-Granada-Motril, que por fin tuvimos.
Pero todos esos sufrimientos se olvidaban cuando bien para un fin de semana o bien para unos días de vacaciones en Navidad, Verano o Semana Santa aparecíamos, mi familia y yo en Jaén aunque esa alegría se tornaba en tristeza cuando se llegaba el regreso; aunque eso sí, seguía quedando la esperanza de volver y sobre todo poder volver para siempre.
Decía al principio la desgracia por aquello de perder a Jaén y su día a día durante muchos años y decía la suerte porque también eso me ha permitido, nos ha permitido, conocer ciudades y gentes que merecen toda nuestra admiración y recuerdo. Y además todo ello me ha servido, nos ha servido, para aumentar nuestro acervo cultural y nuestra experiencia. La cercanía, también es cierto, nos ha proporcionado el poder estar muchos días vacacionales en Jaén lo que al fin y al cabo nos ha permitido no peder el contacto.
Ya se consiguió, ¡ya volvimos a Jaén! y así el poder volver a disfrutar de Jaén, de sus calles, de sus monumentos, de sus tascas, de sus calores, de sus fríos y sobre todo de sus gentes, nuestros paisanos, creo que es el mejor y más grande regalo que en mi familia recibimos. Así lo entiendo y además quizás sea una especie de recompensa por tantos años fuera, lejos de nuestras raíces.
Carmen Nieto Martín. Publicista. Jaén
Desde mi sillón de trabajo, si miro al frente contemplo un enorme mural de la catedral de Jaén, (la mejor imagen de mi casa), si giro la cabeza desde mi privilegiada ubicación laboral, contemplo el mar de olivos que abraza la ciudad de Jaén, y cuando me doy permisos para disfrutar de mis horas o días de descanso, con mis hijos…..en vez de hacerlo de una forma plenipotenciaria, (que esta muy de moda, y que no descarto), lo hago a mi estilo, al que me gusta y al que ahora demanda mi corazón, el que me hace sentir plena, llena de satisfacción y en que encuentro mi equilibrio y el de mi familia… Me adentro en Jaén… quiero contemplar la belleza de Jaén, quiero conocerla palmo a palmo.
Jaén, una ciudad en la que su belleza, sus gentes, su catedral y otros monumentos se manifiestan por doquier.
Soy cristiana, y la practico a mi manera, en lugar en el que realmente me siento que hablo con Dios, en la Catedral de Jaén, una vez en ella, en soledad, en el silencio, rodeada de historia, de obras de arte, de objetos religiosos, de imágenes, pido por los míos, me siento tan acompañada por su belleza y resplandor, que siento que me escuchan, y esto me hace ser feliz, y tener confianza en la vida.
La Catedral de Jaén, aporta para mi vida, estabilidad y bienestar…
Manuel Núñez García. Beas de Segura
Alegría de vida
Huy.. Ah.. eh.. das un paso y con sonrisa búdica vuelves
elevas el corazón dando gracias de Ser, oh pájaro con el Sol
aventurero…
Vas celeste por ahí, subes a la montaña,
Encontrado, encontrada en Uno,
entre pueblos y ríos.
Un mantra te renueva, inventas dentro de ti.
Tanto tiempo para despabilar el don de Ser, desconectado de la institución.
Cuando las nubes dejan su amor a tierra amante,
tu corazón se conecta y va celebrando la recuperación de entusiasmo.
Este día de poesía, donde te renuevas, bebiendo y respirando en meditación,
reactivando todas tus interconexiones:
Sabiduría te limpia y llena de luz tus células, en coro de la novedad con nuevos ritmos,
ah, eh , aoum.
De amor que sueñas…poco a poco, encuentro de Paz.
Eres.
Toni Ocaña Aragón. Administrativa. Úbeda
Úbeda, no solo se le echa de menos por sus calles y por sus momumentos sino también por sus olores y sabores. Hace tiempo que me fui a vivir a Jaén, concretamente 20 años, pero siempre que puedo me encanta volver por mi tierra, cuando llega Semana Santa, huele a incienso, es tiempo de comer, bacalo con tomate, ensaladilla rusa, hornazos, arrezu y puritos americanos, época de empezar a comer los primeros alcarciles y caracoles que saben a gloria con una cervecita fresquita y que si el tiempo acompaña sientan muy bien en las terrazas de los bares. Cuando entra el otoño y empieza a refrescar un poco, siempre se ha dicho “que huele o es tiempo de feria”, los ochios con morcilla y el picadillo de chorizo en las casetas se agarran muy bien cuando hay hambre.
El invierno huele a campo a recogida de aceituna, a lumbres, en el interior es duro y en Úbeda siempre hace un frío que pela, eso se arregla con una buena lumbre de palos y un buen plato de migas o unos ricos andrajos con su bacalao, almejas y gambas de los que hace mi suegra Javiera acompañados de un buen vino para entrar en calor, y de postre unos borrachuelos o roscos fritos.
Alicia Ocete Merino. Empresaria. Jaén
Resumir en estas pocas líneas lo que me gusta de Jaén es muy difícil, porque son muchas las cosas buenas que podría decir.
Siempre me ha gustado pasear por sus barrios más típicos como la Magdalena y San Ildefonso y visitar sus rincones más antiguos como la Catedral, los Baños Árabes y el Castillo; pero sin duda la mayor ventaja que tiene Jaén es que no es una ciudad muy grande, lo que hace que todos nos conozcamos y que conservemos el buen trato entre nosotros.
Juan Olivares González. Navas de San Juan
El tiempo y la humildad te hicieron sabio,/ de gesto recatado y de palabra queda./
No haces gala de dones y bondades,/ no predicas, das jugosa aceituna,/ nos regalas la paz de tus paisajes/ y nos llenas de aceite la despensa./ Azotado por tormentas y soles,/ impasible ante tantas inclemencias,/ viejo olivo, con tu eterno silencio,/ tu esplendor y tu sola presencia,/ eres el alma, la memoria y la vida/ de las recias gentes de esta tierra.
María del Sagrario Olivera Bravo. Jaén
Pura eres de Andalucía
amapola de trigales
rosa que ha florecido en Diciembre en los rosales
Jaén, la injustamente olvidada
ciudad de intenso pasado, hermana de mi Toledo
que me huele tu aire a azahares y olivo
me han cutivado tus gentes
me han embrujado tus calles
barrio de la Madalena
fuente de los arrabales
plaza de Santa María, catedral de catedrales
puerta eres de Andalucía
tierra hermosa de olivares
Alicia Olmo Espinosa. Estudiante. Jaén
¡Qué bonita mi ciudad!/ No me canso de mirarla./ Toda ella iluminada/ Como las luces del alma./ La Catedral se hace luz/ Su magia te hace llorar./ Mírala y siente muy dentro/ Que eres, como yo, jiennense./ Vente tú y saldrás contento:/ Jaén es mi esencia, mi alma./ Es como un manto de alegrías cotidianas/ Que recoge olivos y esperanzas.
Olmo Moya, Isabel. Ama de casa. Fuerte del Rey
Cuando de mi tierra salí/ mil cosas eche en falta,/ pero lo que mas sentí/ fue el dulce olor a tierra mojada./ Me marche buscando un futuro/ creyendo que aquí no lo hallaba,/ regrese anhelando el susurro/ del viento entre olivos que tanto amaba.
Vanesa Orejuela Rosales. Estudiante de Primaria. Jaén
Jaén me gustas por tu mar de olivos. Porque eres una gran ciudad. Jaén, tus parques son grandes y bonitos. Eres preciosa por tus calles y plazas.
Eres un lugar muy acogedor con tus teatros y tus historias de la historia. Los baños Árabes son grandes y tienen muchas historias interesantes. La Magdalena con su leyenda del lagarto. La catedral tan sorprendente y hermosa. Tu elegante castillo, su gran cruz y el bosque que los rodea, que se divisa desde cualquier sitio. Ahora, Jaén, eres mi tierra.
Andrea Ordóñez Martín. Estudiante. Jaén
Mi vida está junto a ti./ Impaciente descubro tu historia sin fin./ Amado Jaén: tú me viste nacer./ Después me verás morir siempre junto a ti./ Oh, Jaén. Renaces con esplendor/ Recorro tus calles cada día/ Abriendo los ojos ante ti./ Duermo soñando con tu historia/ Ondeando leyendas y batallas./ Jaén, siempre estarás en mi corazón./ Árabes, Judíos, vivieron aquí/ Entre los siglos dejaron sus huellas/ Nunca cambies. Yo te quiero así.
Juan Ortega Anguita. Profesor. Torredonjimeno.
Todo el mundo habla del paisaje monótono de olivares. Hay, incluso, quien los llama mar de olivos. Otros dicen que el líquido de su fruto es oro verde…, pero cualquiera que haya estado una temporada trabajando en Suiza, Alemania, Francia o estudiando un curso en cualquier otra provincia de nuestra geografía, echará de menos los bosques de Despeñaperros, las dehesas de Sierra Morena, los amaneceres del Alto Guadalquivir y, por supuesto, el contraste verde y blanco de las hojarascas de los olivares de su Campiña. Juan Ortega Anguita.
Juana Ortega Conesa. Auxiliar de Enfermería. Jaén
Hay un refrán que dice "A quien Dios quiso bien, casa dio en Jaén", y yo me considero una de esas personas que Dios quiso bien. Cuando vine a Jaén por motivos de trabajo nunca pensé que esta ciudad llegaría a representar tanto para mí. Mi tierra me tiraba mucho y solo pensaba en el momento en que pudiera regresar. En mis primeros viajes a través de las ventanas del autobús veía olivos por todas partes y me preguntaba como cogerían las aceitunas de los montes, nunca había visto tanto olivo junto. Con el paso del tiempo me entere que aquí dicen olivas, también me entere de sus costumbres, de su folclore, de su gastronomía, y con el paso del tiempo me siento de Jaén. Aquí encontré a un hombre de Fuerte del Rey que cambio el rumbo de mi vida, con él forme una familia y me integre a la suya, he criado a mis hijos, tengo trabajo, y buenos amigos, que más se puede pedir. Me siento jaenera y estoy agradecida a esta tierra en la que encontré todo lo bueno que da la vida.
Rafael Ortega González. Estudiante. Jaén
Tú me gustas porque he nacido de ti./ Entonces quiero decirte/ Que siempre vivir aquí quisiera./ Uso tu tierra para jugar y correr/ Incluso quiero crecer a tu lado./ Estoy siempre pensando en ti/ Río contigo, sueño contigo./ Ojalá tu historia renazca.
Junto a nosotros por siempre/ Al subir hasta el Castillo/ Entiendo mi gran orgullo de vivir aquí./ Nunca te olvidaré, Jaén.
Cosme Ortega Linares. Coro Oro Verde. Torredonjimeno
Es mi Jaén la que quiero/ de sierras y de olivares,/ de luz y cortijos blancos,/ sol caliente y verdes trigales,/ de paz y tardes tranquilas,/ de parques llenos de flores
donde con la primavera/ nacen y mueren grandes amores./ Bella tierra de duende y de sal,/ gitanilla morena, olvídate de tu mal./ Vive libre en tu cielo y tu mar/ que tu gracia y tu arte nadie te lo va a quitar./ Sueña, Jaén bravía,/ en el paisaje y el sol radiante que hay en tus días./ Y vuela, bella paloma,/ con el perfume que va dejando tu dulce aroma./ Tienes talante gitano,/ hierve la sangre en tus venas,/ cantas como la cigarra/ que quiere ocultar sus penas,/ huyendo siempre del llanto,/ sólo buscas alegría,/ pobre tierra castigada/ no pierdas nunca tu fantasía.
José Luis Ortega Tello. Maestro. Profesor. Jaén
Madre, regazo de sudor, negro mandil/ abrazando frío, barro, raíces, escarcha
Sabias, manos viejas, inundan de plata/ Todo suspiro, que no muere y has de parir
Mozuela, enaguas limpias y peine blanco,/ Penas sin penitencia, besos, silencio/
Altar de vereda y de olivo el ramo/ Generosa, vida misma, agua, tierra, pan/ Que nunca negastes como don divino/ la sabiduría milenaria y destino/ De todos los hijos que a esta tierra das.
María Esther Osorio González. Enfermera. Jaén
Una vez fuimos niñas de hermosos rostros, en un lugar y un tiempo donde ser niña, era ser nada. De infancias alegres, llena de recuerdos, juegos y correrías, en una ciudad brava, que huele a verde y almazara.
Una vez fuimos niñas de bellos rostros en una ciudad sitiada por la quietud de campos de olivos, posados como bandadas de pájaros inmóviles y cautivos, hijos de una tierra callada,
Una vez fuimos niñas de lindos rostros de soñolencia resignada, amables y tiernos, que nadie instruía en otra cosa, que no fuera lavar, coser, cocinar y estar calladas.
Una vez fuimos muchachas de pulcros rostros, prematuramente cegados con la purísima luz de la virtud y de la modestia. Fuimos protagonistas de fantásticas historias que nunca vivimos.
Una vez fuimos mujeres de gracioso rostro, herramienta del destino. Entregamos la sangre, la vida, generosa y humilde. Orgullo de esposas amadas, cenicientas invisibles para que otros fueran visibles.
Ahora somos mujeres de rostro maduro y bello, que se llenan de arrugas de color aceituna. De cuerpos encallecidos que muestran su hermosura a la vez que se retuercen como el tronco de un olivo, que esconde en sus entrañas la insatisfacción, la rebeldía la inquietud, y el rechazo a la prisión de la mesa de camilla.
Ahora somos mujeres altivas de Jaén: arrogantes, insatisfechas, descontentas con la vida que cuando muramos, veinte veces muertas, será con los dientes apretados y la cabeza muy alta.
Pasión y fuerza que sale de los corazones de las mujeres jaeneras, que antes de ser mujeres, hemos sido niñas en un lugar y un tiempo donde ser niña era ser nada.
Pedro Osuna López. Presidente de la Hermandad de San Isidro Labrador de Lopera
La primavera loperana tiene su punto más álgido con la celebración de la Romería en Honor a San Isidro Labrador, patrón de todos los agricultores. Un nutrido grupo de loperanos encabezados por el párroco Manuel Peláez, iniciaron hace ya más de 20 años una labor maravillosa cual fue el levantar en el paraje del Pilar Nuevo una ermita de nueva planta en honor al patrón de los agricultores, después se hizo la Casa de la Hermandad y todos los años se celebra la romería que parte desde el pueblo con la cabalgata de carrozas y caballistas que arropan al santo hasta llegar su ermita. Una romería que cada año va a más y que cuenta con más romeros llegados desde todos los puntos de la geografía andaluza y nacional. Hoy los loperanos se sienten orgullosos de poder tener una romería en la que se conjuga lo religioso y la diversión, en torno a un enclave excepcional como es el paraje de San Isidro Labrador.
David Padilla Martínez. Pintor. Jaén
Jaén en una paleta, mezclar, colocar, secar y volver a decidir qué color humedecer, no es el resultado de una lección aprendida. La ruleta gira tan rápido, que tomar la decisión acertada o no es un pulso al azar.
Pintar Jaén con la última intención de conseguir un abrazo limpio y no esperar otra recompensa que una décima de segundo de complicidad.
Entre acercarse a quien la mira o alejarse, elijo la primera por inevitabilidad. Así, la soledad en el Estudio se hace más llevadera, sabiendo que mis horas ocupan espacios ajenos convirtiéndose, con la “costumbre”, en vida de otras vidas,en vecino de los míos.
Dejarme la vista por otro, perseguir, rescatar del suelo lo que está condenado al olvido, mirar con respeto lo que no sirve para gritar su utilidad. Y Jaén pintada siempre en mi paleta.
Andrés Padilla Martos. Presidente del Club Deportivo Diminusport. Linares
El Club Deportivo Cultural Disminusport, esta luchando por la integración de las personas con discapacidad en la sociedad a través del deporte y la cultura. Con esta filosofía nació este Club, en concreto el 27 de Marzo del 1992, y desde ese día al de hoy mucho camino hemos recorrido, aunque todavía nos falta muchísimo más por caminar.
Este modesto Club, pretende que el deporte sea una superación continua en todas las personas pero aun más en el colectivo de las personas con discapacidad física, psíquica y sensorial, por lo que le facilitamos todos los medios a nuestro alcance para que lo consigan a la mayor brevedad.
Desde su creación, el Club ha obtenido innumerables éxitos deportivos tanto a nivel Provincial, Autonómico, Nacional e Internacional. Valga como ejemplo el atleta Paralimpico José Antonio González Beltrán, mas conocido como “AGUITA”, el cual obtuvo un Diploma Paralimpico en la Paraolimpiada de Sydney 2000
Agradecer desde estas líneas la colaboración y el apoyo de todos los voluntarios así como de las diferentes Instituciones, Comercios y Empresas, sin los cuales no hubiésemos podido crecer en la medida que se ha hecho, así como a los amigos que se han ido de este mundo, a los que les reservamos un hueco muy especial.
Agradecer al Diario Jaén, la atención que han tenido con este Club, y permitirnos estas breves líneas en su 70 aniversario, al que le deseamos en nombre de toda la Junta Directiva del mismo, que siga cumpliendo muchos aniversarios más.
Eduardo Palomares Fernández. Director de la Galería de Arte Eduma. Linares
El Diario JAEN cumple 70 años, en mi experiencia como lector de muchos años, he podido comprobar cómo este diario, es más que un periódico que cuenta lo que ocurre en nuestro entorno. Porque además de hacer esto, ha sido y sigue siendo un medio de información muy comprometido con el desarrollo y la historia contemporánea de Jaén y su provincia. Su interés primordial son sus lectores pero su compromiso es con todos los ciudadanos. Testigo directo de cuantos acontecimientos han tenido lugar en nuestra Provincia. Es este diario quien en muchas ocasiones tomando la iniciativa, ha organizado eventos con sus propios medios, para incitar a sectores económicos y culturales de la sociedad Jienense para que llevaran a cabo proyectos renovadores y que sean verdaderos motores de la sociedad. En Jaén se necesitar unir y no desperdigar, es necesario el esfuerzo de todos y a través de sus páginas muchas veces es el mensaje que percibimos. Hace muchos años, allá por 1976. Comenzaba una nueva época en la historia de este país.
Por entonces muchos soñaban y los sueños de mucha gente comenzaban a cumplirse, había sueños de libertad, de apertura, sueños por soñar, la creatividad como muchas cosas era un sueño…crear libremente era una falacia, el mundo del arte vivía como otros mundos…bajo el silencio, la sospecha y el misterio… Eran tiempos de mirar hacia adelante, de emprender y hacer…con esa ilusión nació en Linares ese año la primera sala de exposiciones privada, “Eduma”, ya el Diario JAEN era testigo directo de tal acontecimiento en la ciudad. Treinta y cinco años, la mitad de vida que tiene este diario, pero que año tras año, exposición tras exposición, el diario “Jaén” ha ido contando en sus páginas. En su hemeroteca queda para siempre el trabajo que desde este espacio se ha realizado, un servicio cultural de mayor o menor calado, que comenzó, como muchas cosas como un sueño… un sueño hecho realidad y que junto a todos aquellos que han soñado contigo durante estos 70 años e hicieron realidad tu existencia, quiero seguir soñando.
Gracias Diario JAEN porque tú también has sido artífice de este sueño. Gracias por contar la historia viva de este nuestro “Jaén”.
Marivy Palomares del Moral. Presidenta de Alerja. Jaén
Jaén, ¿qué puedo decir de ti?/ Me abriste tus brazos en mi peregrinar/ desde la capital de España/ hasta mi ciudad natal./ Me enredaste entre tus redes/ de pacífica ciudad/ y aquí transcurrió mi vida/ con intensidad sin par./ Aquí nació mi último hijo/ y crecieron los demás/ aquí tuve mi trabajo/ y muchísima amistad./ Fue en un mes de septiembre/ cuando empecé a trabajar./ Bendito trabajo el mío,/ cuánto me hacía disfrutar!/ También dediqué mi tiempo/ a atender a los demás/ en la asociación Alerja/ y en política local./ Durante mis treinta años/ que he vivido en la ciudad/ he visto cómo ha crecido/ gracias a la Universidad/ ¡Qué apertura, qué comercios,/ qué paseos por el Bulevar./ Cuántos actos culturales/ y que gente tan sin par!/ Cuándo me aleje de ti,/ algún día ha de llegar,/ desde el fondo de mi alma gritaré:/ Jaén, ¡jamás te podré olvidar!
Josefa Palomo Cobos
Barrio de San Ildefonso, es lo mejor de Jaén. Que lo recorrió María y también San Bernabé. Ella es la madre de Dios, es la perla divina, eres reina de Jaén, María de la Capilla. En Jaén que es capital, me tengo que casar yo. Que es la tierra del Ronquío y está la cara de Dios. Aunque viva muchos años, gritaré con alegría: ¡Que es el nombre más bonito que existe en Andalucía.
Jesús Carlos Palomo Lopera
Jaén me huele a hálito invernal de lluvia de jámila, exudado de almazara a la argéntea sombra plateada de sus olivos, en lomas y condados, acariciados por manos encallecidas de siglos, vidas arrebatadas a su tierra emigrante por amos foráneos. Olor a trama. Jaén me huele a imperio de piedra en plata renacentista recalentada al chirrido de la chicharra que aún sueña al sopor estival un pasado grande de España y rememora unas artísticas manos trazadoras. Olor a resina segureña. Jaén me huele a polvo de romería morena como su sierra y a cera prendida del manto de un abuelo divino de noble madera votiva que recorre calles peticionarias una noche de primavera. Olor a madroño y clavel. Jaén me huele a aire de campiña otoñal delatada por el ligero rumor de un aire traicionero de lejanas batallas que aún te cuenta al oído, muy bajito, su pasado arcilloso ibero, su sangre mora y aquella memorable derrota napoleónica. Olor a encina. Jaén me huele al aceite de una lámpara que en la oscuridad de la vida revela la ventana del olor de mi hogar. Jaén me huele a casa.
Francisco de Asís Palomo Ruano
Jaén en lo oculto/ Aquí vienes por las doradas sendas/ Te muestras esquiva, huyes, te escondes,/ Será mi impaciencia, la que convierte/ Los haces de luz en sombras diversas./ Cuando llegas, el perfume nace./ De una explosión la risa nace./ Estás oculta, pero en gran boato y pompa/ Sueles surgir cuando menos se espera./ Tras esas montañas, la luz surge,/ El fuego en los barrios altos surge./ Quemada, o ligeramente acariciada/ Por las leyendas y la magia de otros tiempos/ Mitos de fuego, héroes del pueblo,/ Alfanjes moriscos y santas cruces.
Fernando Panadero Guerrero. Jubilado. Barcelona
Alcaudete, el pueblo donde nací tiene dos ríos: el Víboras y el San Juan. En el río San Juan tengo muy buenos recuerdos de niño porque pasaba todos los veranos en una casa de campo. Iba a una huerta y me gustaba ver amanecer y escuchar los pajarillos cantar. Por la noche me gustaba ver la lluvia y las estrellas. También ver los llanos de los olivares. Aunque vivo en Barcelona, soy aficionado al Real Jaén.
Manuel Pancorbo Chica. Presidente del Club de Atletismo Caja de Jaén. Madrid
Para mí, que algún momento de mi vida he vivido fuera de Jaén. Son varios los sentimientos que me vienen a la mente. Por una parte la añoranza de mi niñez en Torredelcampo, donde jugaba en 1 Km. a la redonda y tenía la oportunidad de disfrutar de las sensaciones que me transmitía aquel ambiente. El olor a tierra mojada en las tardes de primavera, o a humo en las noches del invierno. La luz que tenemos, por cierto tan envidiada por los habitantes del norte, de los atardeceres del otoño. O el ruido de los tambores cuando se aproximaba la semana santa. Y que decir del sabor a Jaén, ese pan y aceite, con ese tomatito, o esa haba a ser posible en la misma huerta y recién cogida de la mata. Por supuesto que estas sensaciones y otras muchas son las que nos hacen volver, y querer que nuestros hijos mamen lo que tu has mamando y se sientan de esta tierra, tan acogedora por sus habitantes como tan dura por las cuestas que tiene. Y la verdad es que aquí se nos hacen muchas cosas muy de cuesta. Concretamente en mi deporte y echando la vista atrás, pienso que, con la calidad humana que hemos tenido , grandes deportistas , grandes entrenadores y grandes gestores deportivos , que poco hemos evolucionado en un aspecto fundamental , las instalaciones . Seguimos estando a años luz de el resto de España, pero lo que es peor de toda Andalucía. Cada vez se apodera mas de mi el sentimiento de aquella canción que decía “hay quién dice de Jaén que no es su tierra Andaluza”. Cuando en Jaén contamos con una Pista de Atletismo en la Capital de 6 Calles, y otra, en la Localidad de Andújar. El resto de provincias de Andalucía las cuanta por decenas. Y lo peor de todo es el conformismo que aflora, en nosotros, en nuestros dirigentes políticos y la sociedad en general. Miramos con envidia como ha cambiado Almería, Málaga, Huelva, Cádiz etc. Y que decir de Sevilla, que es la acogedora de todos los cambios habidos y por haber. Está claro que nuestro problema fundamental es ser uno de los deportes sin palco de honor donde sentar a las autoridades y que se den empujones en momentos puntuales por salir en la foto.
No se si tenemos lo que nos merecemos, pero lo que es cierto que esto no nos lo merecemos, y vamos a seguir trabajando para cambiarlo.
José Luis Pantoja Vallejo. Doctor en Historia y Cronista Oficial de la Villa de Lopera
Lopera Calatrava, plateada, la del encalado caserío donde habitan gentes de afable trato y espíritu acogedor. Bañada por un mar de olivos y regada por ricos mostos. Cuna de personajes ilustres con tradiciones y costumbres arraigadas que se han transmitido de generación en generación. Conserva un rico conjunto histórico-artístico de gran belleza y esplendor. En la Plaza Mayor podemos encontrar en un palmo de terreno los tres poderes fácticos. El militar, representado por el Castillo-Fortaleza de la Orden de Calatrava del siglo XIII. En su patio de armas se erigen altivas dos torres del homenaje, la Santa María que alberga en su interior un oratorio mandado construir por el Comendador Juan Pacheco y la de San Miguel que alberga un palomar medieval. El poder religioso, representado por la Iglesia de la Inmaculada Concepción cuya traza se encuadra dentro del estilo gótico final, que conserva en el lateral del altar mayor el sepulcro renacentista de Dª Marina Fernández de Torres, una obra de Juan de Reolid fechada en 1547. La Sacristía es la sede del Museo parroquial, que acoge en su interior más de 200 piezas de orfebrería, libros, corales, pinturas, etc. Y el poder civil, simbolizado por el Ayuntamiento, el cual posee una bella espadaña y una portada de orden toscazo, fechada en 1605. Junto a éste se encuentra el Museo de arte Naif (pinturas, muñecas, bordados, etc.) de la entrañable Ángela Uceda. En la Plaza del Triunfo encontramos la Casa de la Tercia, donde pasó en 1592 como Comisario para la recaudación de grano para las galeras D. Miguel de Cervantes Saavedra. Podemos seguir nuestro discurrir por la Villa Calatrava, a través de sus casonas nobiliarias, desparramadas por el casco antiguo y que conservan celosamente sus portadas y heráldicas. El estilo barroco tenemos las Ermitas del Patrón de la Villa desde 1644, San Roque, la Ermita de Jesús y la del Cristo del Humilladero. Ya de un estilo contemporáneo es la Ermita de San Isidro, ubicada en el paraje del Pilar Nuevo. También se puede comprar vinos amontillados, dulces y tintos en las Bodegas Herruzo, las más antiguas de la provincia. Y visitar el taller del artesano de miniaturas de madera Diego Pérez, donde se podrá contemplar su fábrica de aceite, el lagar, la era, etc. En el extrarradio, también es posible visitar en los parajes del Puente del arroyo Salado, las Esperillas y antigua Carretera Madrid-Cádiz los nidos de ametralladoras, trincheras y bunker de la Guerra Civil Española que, junto al castillo, están inmersas en la Ruta de los Castillos y las Batallas. En la calle Vicente Rey se encuentra el Colegio Miguel de Cervantes, bellísima obra regionalista.
El pequeño Jerez
Lopera cuenta con una larga tradición vitivinícola conociéndose como el pequeño Jerez. En la actualidad se conservan las Bodegas Herruzo donde se puede adquirir vino amontillado blanco, dulce Pedro Ximénez y el tinto. Para la posteridad literaria queda este eslogan, exhibido en una de sus bodegas: “Tengan en cuenta señores/ que el que bebe de este vino/ el mejor de los mejores/ no se marcha con Tomás del Pino” (era el enterrador del pueblo)
Rosario Pardo Crespo. Actriz. Madrid
Jaén para mi siempre es un continuo regresar a un sitio del que da alguna manera nunca me he ido. Es un viaje al interior de una palmera.
Su olor es mi olor de piel, porque soy oliva de madera dura, nido de hormigas de alas y otros duendes.
Soy como Jaén, sonideros de pájaros de tarde y chicharras de verano.
Como Jaén, mi alma es solitaria y de paso rápido. Estoy pero parece que no, porque solo estoy para la q saben como yo, de los amaneceres azules y fríos como desamores; de los que saben distinguir de entre muchos olores en primavera, el olor a retama que te envuelven como una nube.
Tenemos el mismo pulso JAÉN Y yo, las mismas estaciones.
Heredé la voz profunda y particular de esta tierra, lava de jabalcuz que me ha marcado toda mi vida.
Conservo su ironía en una botella que de vez en cuando abro y dejo volar su aroma. Y el color gris de los olivos que son mi literatura y mi toquilla de noche.
Si Jaén es, yo soy. A pesar del tiempo y la herida física de la distancia,
Y como Jaén, no soy de ningún sitio.
Jaén entre la mancha y Africa, yo, entre una higuera y un poema.
Te amo, amiga mía. En la libertad que nos une, seguiremos susurrando al mundo los poemas que sabemos desde chicas, de soledades y amores,…más allá del solano.
Sergio Pareja Sánchez. Ingeniero químico. L’Hospitalet del Llobregat (Barcelona).
Jaén para los que venimos de fuera
Voy a Jaén regularmente desde que era un bebé. Creo que la primera vez que fui tenía 6 meses. Yo, como otros muchos, soy hijo de emigrantes jienenses que vamos siempre que podemos a ver a la familia y, después de tantos años yendo, también a los amigos.
Después de tantos años visitando la provincia, Jaén forma parte de mi vida. En estos años he ido conociendo, poco a poco, parte de los encantos que tiene y espero poder seguir conociéndolos. La capital con decenas de lugares dignos de ver, las espectaculares vistas de campos de olivos, la sierras del norte de la provincia, etc. Pero, en mi opinión, el activo más importante que tiene es su gente y las actividades que llevan a cabo, la Semana Santa (la verdad es que no soy muy religioso pero vale la pena estar y verlo aunque no lo seas), las ferias y fiestas de los pueblos en verano, las rutas de tapeo que puedes hacer en cualquier localidad de la provincia, etc.
¡Espero que Jaén siga creciendo y evolucionando y que yo pueda seguir viéndolo e incluso participando!
Serafín Parra Delgado. Director Molino-Museo de Valdepeñas de Jaén
Valdepeñas de Jaén, buen pan y abundancia de aguas, junto con su naturaleza y sus gentes, son la tarjeta de presentación de este corazón de la Sierra Sur de Jaén. De la inquietud de sus pobladores en los últimos años han surgido una serie de movimientos que vertebran la vida de sus vecinos, sus asociaciones culturales, su banda de música, su compañía de teatro, su coral, su gastronomía, tradiciones populares, etc. Hacen de Valdepeñas lugar obligado para visitar y disfrutar de sus encantos.
Elvira Parra Serrano.
A penas diez kilómetros de Jaén lo separa, rodeado de montañas está, situado entre un hermoso valle el pueblo de Los Villares. Su paraje esta afincado con un deleite de contrates acogedores, peculiares y aromáticos, que cuando te introduces en él es muy fácil percibir en todo nuestro entorno, rodeado de esos frondosos y hermosos olivares.
El aceite que de ellos se obtiene, es de una sierra trabajada abrupta y profunda de estas tierras fértiles que nos dan muy buenos frutos.
Tenemos con abundancia este bien tan preciado como es el agua, fomenta riqueza prosperidad, es el manantial de Río Frió, fuente de vida que nos ofrece este hermoso manantial.
Los Villares es un pueblo que crece cada día sin demora pues la fraternidad de sus gentes y ese pequeño, pero in tenso vergel de naturaleza de tierra fértil, hace que te quieras quedar en Los Villares, pueblo de arraigo, de futuro y principios.
Manuel Parras Rosa. Rector de la Universidad de Jaén
La Universidad de Jaén está firmemente convencida de su responsabilidad como motor de cambio y transformación social, así como faro crítico de la sociedad, lo cual se traduce en el aumento del bienestar social ciudadano y del crecimiento económico. Los jiennenses han de ser más conscientes del importante papel que su Universidad desempeña para el progreso de nuestro territorio y de sus gentes. Continuamente, la institución universitaria se convierte en escaparate de importantes e influyentes encuentros, tanto nacionales como internacionales, donde se establecen intercambios de conocimiento. Somos una Universidad competitiva. Nuestros docentes consolidan día a día sus líneas de investigación, contribuyendo a liderar el sistema provincial de ciencia-tecnología-empresa.
Francisco Partera Hoyo. Poeta. Lopera
Lopera, tierra de suspiros/ que son y van al aire./ Lopera, donde ya nací empujado/
por la vida y lleno de ilusiones;/ manutención de suspiros y suspiros./ Una tierra construida por pasiones/ Poéticas que hicieron mi existencia./ Si yo fuera tu sol
si yo lo fuera…/ Lopera recuerdos no olvidados./ Lopera mi existencia./ Si yo fuera tu sol/ si yo lo fuera…/ Lopera recuerdos no olvidados./ Lopera mi existencia./ Si yo te olvidara, Lopera,/ yo no sería un hombre./ ¿Quién estuviera en tu lugar?/ Tierra mía, sueño de mis sueños./ ¡Déjame crece!/ ¡Déjame ser hombre!
Antonio Pascual Acosta. Presidente de la Academia de Ciencias Sociales y del Medio Ambiente de Andalucía
Existe en la mayoría de las personas un sentimiento, no siempre explicable mediante argumentos estrictamente racionales, que nos vincula de un modo radical a esa ciudad, a ese pueblo o barrio donde nacimos, al margen de cualquier otra consideración.
La identificación vital con el lugar que nos vio nacer es tal que se ha convertido en parte de nuestra interioridad y no hay separación alguna entre mi yo y esa experiencia global de pertenencia a un paisaje y a unas gentes, mejor dicho, a mi gente, que son los jiennenses.
Son tantos los momentos entrañables y los dulces recuerdos de mi niñez, de mi adolescencia, de mi juventud y experiencias personales y profesionales que he vivido en Jaén, en mi tierra, que me resulta imposible quedarme con uno sólo.
Sin duda Jaén tiene muchas cosas buenas, pero para mí lo mejor es su gente. Y como decía Goethe, “para conocer a la gente hay que ir a su casa”, así que este 70 aniversario del Diario JAEN es una buena oportunidad para invitar a la ciudadanía a conocer y visitar Jaén.
Ángel Pegalajar Cobo. Funcionario del Estado. Jaén
Manantial de la Malena/ Viejas leyendas escondes, temores de mi niñez/ un feroz y gran lagarto, escondes tras tu pared/ Congoja me da asomarme a tu reja,/ te temo aunque ya no estés,/ alargada es la sombra del Lagarto de Jaén.
Francisco Peinado Rodríguez. Profesor de formación vial. Jaén
De mi Jaén querido, del sueño de mi corazón, tierra seca y ducha, generosa con sus gentes, ambiciosa con su resplandor. Vida regala, elixir del motor, aceite de nuestras almas, aceite por sus afluentes, nos lleva al mundo, el oro su color. Calles angostas con murallas desterradas, con castillos que presiden de su boca los dientes, con tascas y tabernas, cien jardines y una flor. Al sacar a tu Padre en santa procesión, al recorrer tu Abuelo sus abrevaderos y fuentes con el gentío de la pasión, sus lágrimas y ardor.
Frontera del seco calor, coto del flamenco andaluz, sede torera y artista, despierta durmiente, saluda sin acritud, recibe con sonriente honor. Allá donde te llevé, mi verbo altivo se tornó, al pronunciar tu jota, al ser mi referente, al ser jaenero, jiennense o urgiense. Detrás de aceite va tu nombre, enorgulleces la comarca símbolo de batallas y frentes, por España y el mundo, cualquier giennense, pasea con humildad y tesón, tu noble esplendor.
Montse Peinado Rodríguez. Veterinaria. Alfaz del Pi (Benidorm, Alicante)
Cada vez que vengo, cada vez que voy./ Cada vez que te siento, cada vez que te soy./ En la lejanía te llevo, muy dentro de mi, mi amor./ Y no hubo un solo día, que no te nombrase, mi sol./ Recorrí tus rincones y tus secretos conocí./ Los pensé muy míos, recelé en compartirlos,/ ansié caminarte de nuevo, y recordarte por fin:/ tu olor, tu sabor, tus lunares por toda tú esparcidos./ Muy crecida te hallé, limpia y atareada./ Casi tu cuerpo no reconocí, tan atrochada./ Comenzó el bullicio en mis venas,/ en cuanto vi el color de tus arenas./ Eres tú, mi gran pequeña ciudad, mi Jaén amada.
Víctor Peinado Rodríguez. Estudiante. Jaén
Jaén, con tu Castillo y tu olivar,/ nos iluminas con fuerza desde las sierras con tu mirar./ Y es que tú, ciudad bella y diferente entre las demás,/ tanto para bien como para mal,/ disimulas tus carencias con tu fuerza y tu imaginar./ Y es que ciudad fronteriza desde muchos siglos atrás,/ siempre fuiste y serás importante no sólo para los jiennenses,/ sino aún sin saberlo, para toda la humanidad./ Y quien no sepa admirar tu grandeza, ni compartir tu amistad,/ no sufras mi amada de ojos verdes aceituna,/ pues perderá la oportunidad/ de bailar bajo la luna con una doncella,
¡y no es tan sólo una más!/ Y me veo en condiciones de afirmar,/ que en este reino no hay ni habrá, otra tan bella jamás./ Pero si tan sólo con observar/ desde las vidrieras de tu hermosa catedral,/ no sabría como explicar/ lo que mi corazón osa sentir al palpitar,/ al ritmo de tu viento/ el cual me alienta para luchar,/ por mi tierra, cada día, un poco más./ Así que desde aquí,/ desde lo más profundo de un enamorado tuyo/ me levanto a decir con orgullo:/ ¡Viva Jaén, Viva su nuestro olivar!
Francisco Peinado Rueda. Profesor de formación vial y subinspector de la Policía Nacional jubilado. Jaén
Jaén…/ ¡Qué belleza te salpica!/ ¡Qué donaire te notamos!/ La gente se te duplica/ Los hogares adornados/ Y un tropel se multiplica/ Por tus calles deambulando/ Ellos contraje y corbata/ Ellas mantilla y rosario/ Ellos portan altaneros/ Báculos entre sus manos/ Se van a la procesión/ De nuestro Padre Jesús/ A compartir como hermanos
Anhelos y devociones/ Que al llegar semana santa/ Vibran nuestros corazones.
Rosario Peláez Calderón. Enfermera y pintora. Jaén
¡Hay Jaén del alma mía!
En los cruces se avista Jaén
Entre olivos a lo lejos
Iluminada la Catedral al anochecer
El castillo de Santa Catalina en el cerro
Gente de Jaén con encanto
Sabiendo vivir sintiendo
La emoción merece decir
Hay Jaén, ¡te llevo dentro!
Tardes de sosiego en verano
Reluce mora prendida
Silenciosa en la noche
Amanece alegre el día
Calles en penumbra
Rincones dormidos en cuesta
Aromas escondidos tras las esquinas
Viajero, pasea, descansa, dormita
Cultura de amigos vecinos
Costumbres cotidianas en viandas
Ruinas escondidas y perdidas
Fiestas de Santos bendecidas
Recibir al viajero llegado
Es lo más sano
Que a Jaén se llega llorando
Y te vas de igual tanto
Ea, pequeñita, chiquita
Sabemos decir al hablar
¡Tú vales mucho Jaén!
Admitidlo sin vanidad
Te ilumina el corazón, te llama
Tanto te extraño en si
Que cuando me voy de aquí
Deseando estoy de volverte a sentir
Maestría de sus gentes
Esencia de Andalucía
No nos han regalado nada
¡Hay Jaén del alma mía!
Juana Peña Eslava. Fuerte del Rey
Al noroeste de la ciudad Jaén, en la comarca de la Campiña y arropado entre verdes olivares, se encuentra Fuerte del Rey.
En el centro de su población, se localiza una antigua fábrica de harina, muestra de la arquitectura industrial, de la década de 1930, la cual ha sido declarada Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía. Este emblemático edificio, cuyo proyecto se encuentra bastante avanzado, albergará un museo etnográfico muy interesante, innovador y atrayente, no sólo para los Fuerterreños, que están poniendo mucha ilusión en su realización, sino también para el visitante. Todo el conjunto nos ofrecerá un espacio dedicado a la cultura tradicional cerealista, y será una forma de rescatar y difundir una parte importante de nuestro pasado reciente.
Manuel Peñalver García. Gerente del Grupo Peñalver. Jaén
Jaén, ciudad del Santo Reino.
Jaén, tierra de olvido, tierra de olivos,
Jaén, decidme ¿quien amamanto los olivos.
Vuestra sangre, vuestra vida, no la del explotador
que se enriqueció en la herida generosa del sudor.
Jaén, ciudad del santo reino, nuestra ciudad,
ciudad llena de esperanza, de ilusiones, iluminada de buena gente.
Gente de nuestra tierra, tierra querida.
Jaén, tierra de todos, tierra de olivos.
Carmen Peñalver Pérez. Alcaldesa de Jaén
Es Jaén mi tierra, mi ciudad y mi enseña. Nací en este enclave jalonado de olivares que mira a un castillo que saluda sempiterno a quien alza la vista al horizonte. Jaén es Capital, con su gente, con su patrimonio, con su cultura, tradición y su futuro. Me gusta que mis vecinos y vecinas muestren su carácter acogedor y tono alegre. Jaeneros y jaeneras que cantan con son de himno un “bella ciudad de luz”. Me gusta que mi tierra huela a incienso en su Semana Santa, que vista de pastira al amparo de su Patrona, que se llene de bullicio por “San Lucas” y que renueve el rito tradicional con lumbres de San Antón. Me gusta pasear por las calles de Jaén, por sus barrios, contemplando la belleza de sus monumentos y llenando mis sentidos de la imponente traza de una Catedral que aspira a ser Patrimonio de la Humanidad. La Capital, con siglos de historia, ahora encamina sus pasos hacia el progreso y la modernidad. Por eso, cada día me siento más orgullosa de ser de Jaén.
Juan María Peñuela Navarrete, empresario. Villacarrillo
Mi nombre es Juan Peñuela, y aunque valenciano de nacimiento soy, con 20 años vine a la tierra donde estaban mis raíces, tierra que crió y dio cobijo a mis padres, Castellar a mi padre y Villacarrillo a mi madre. Por mi sangre corren las esencias de la Comarca del Condado y de la Sierra de las Villas.
El Condado, con el toro bravo campando con poderío y la Sierra Morena dominando el horizonte, es conocido por ser uno de los más importantes asentamientos Íberos del mundo, con Castellar y el Santuario Ibérico de la Lobera como máximos exponente.
Y mi Sierra de las Villas, esa Sierra que desde la “Asociación de Empresarios de las Villas” defiendo y lucho por su progreso, apoyando a los nuevos establecimientos de alojamientos, pero siempre con el objetivo del desarrollo sostenible para no perder ni un ápice de su encanto salvaje, ese embrujo que nos posee al pasear por sus senderos y ver que, a pesar del paso del tiempo, sigue tan agreste y virginal.
Senderos como la Fuente de los cerezos, la Osera, la Cueva del Peinero o las vistas desde el Navazalto, cuya cumbre domina toda la Sierra de las Villas, no son más que un manjar para todos nuestros sentidos, ya que la magia de la Sierra de Las Villas se puede ver, oír, oler, tocar y sentir.
Y mientras que algunos envidian la vida en la capital, yo agradezco a mi “pueblo”, Villacarrillo, el haberme dado la oportunidad de poder vivir aquí y desarrollarme como persona hasta conseguir las tres cosas más importante de mi vida, mi mujer Caty y mis dos hijos, Juan Alberto y Alejandro.
Sentirme una persona diferente, una persona que desde su responsabilidad empresarial intenta ayudar, proteger y potenciar el desarrollo económico de la Comarca de las Villas es mi propósito diario desde que ocupo el cargo de presidente de nuestra asociación.
Por todo esto, cuando me preguntan de dónde soy, no dudo ni un segundo en exclamar que soy Andaluz de Jaén y de Villacarrillo.
María Luisa Peralbo Illescas. Presidenta Asociación de Diabéticos de Jaén ADEN
¿Un rincón de Jaén? Toda Jaén es para mí como una casa. Una “casa” con cuatro esquinas, a la que no puedes quitarle ninguna. El primer contacto con Jaén lo tuve en mi primera infancia cuando viví en el mismísimo Cerro de la Virgen de la Cabeza, algo que marca. El segundo fue Andújar, mi pueblo de adopción, el lugar al que vuelvo constantemente y en el que me siento en casa. Después fue Jaén, la capital, la que me acogió en cada uno de sus recovecos, con sus matices históricos, sus leyendas, sus tradiciones y que todavía hoy me sigue sorprendiendo al callejear y volver a mirar lo ya observado, teniendo siempre como protección ese castillo entre las nubes y la Cruz. Y el último rincón es Torredelcampo, lugar que no te deja indiferente, que te pone los pies en la tierra, en contacto con una manera de ser y de vivir única e indefinible. Así qué... ¿con cuál me quedo? Pues con todas y cada una de estás “esquinas”, que son los puntos cardinales de mi existencia, las que me han dejado su huella y de las que no podría prescindir en ningún caso.
Rafael Peralta Arco. Economista. Jaén
Pedaleando de la sociedad agraria a la sociedad del conocimiento.
Salvador nació en El Robledo, una pequeña aldea de Segura de la Sierra, una mañana de la primavera del 1946 en el seno de una familia humilde. Desde niño le apasionaba relacionarse con las gentes que cruzaban la ladera del Yelmo dirección Levante haciendo portes de estraperlo.
A los trece años su único patrimonio era una pesada bicicleta, a la que había incorporado un pequeño carro de dos ruedas, y la ilusión de unirse a las caravanas de transportistas. A los quince ya viajaba un día a Huéscar en la Provincia de Granada, cruzando la Sierra de Castril entrando por Santiago de la Espada y otro día hasta Alcaraz en Albacete, por Siles y Riopar.
Pedaleaba desde el amanecer por carriles entre olivos. Cuando llegaba la campaña de recogida el aroma al fruto machacado de las almazaras envolvía el aire. La evolución en la sociedad agraria sustituía las bestias por maquinaria humeante en el olivar. Por entonces se crearon las cooperativas de San Isidro en Villanueva del Arzobispo y Nuestra Sra. de La Asunción en La Puerta de Segura, que contribuyeron al desarrollo local y al avance hacia una cultura económica entorno al olivar. Esta sociedad agraria arraigaba a la gente a su pueblo identificándolas a su lugar de nacimiento.
A los veinte años Salvador y su bici llegaban hasta Linares, cruzando por Castellar, Navas de San Juan y Arquillos. Solía parar en la Fuente del Rosal para llenar su cantimplora, y fue allí donde conoció a Lucía, una hermosa morena que con su hermano llenaban alcántaras de Agua. Se enamoraron, y a los veintitrés años contrajeron matrimonio.
Al poco aparcó su bici para trabajar en una empresa de transportes de Bailén. La sociedad industrial parpadeaba levemente en la provincia de Jaén, mientras que el pulmón catalán atraía a miles de corazones andaluces. Salvador observaba como el tren cruzaba la campiña de Mengíbar llevándose un cachito de su tierra hacía otras regiones en busca de un mejor futuro. La gente pasaría a identificarse con su lugar de trabajo en torno al nuevo factor de producción, la fábrica.
Pronto vino, Ana, una preciosa pequeña a la que educaron en valores y comportamiento hacia un pensamiento crítico. “Aprende a pensar”, le susurraba su padre cada vez que le daba un beso de buenas noches. Salvador apenas podía mantener a su familia y siempre que podía echaba mano de su inseparable bici con la que recorría ferias vendiendo helados, castañas o turrones. Iba a Villargordo, Las Infantas, Baños de la Encina, Guarromán, e incluso en más de una ocasión se atrevía con la cuesta de Baeza atravesando Campillo del Río y Begíjar.
A finales de los ochenta, Ana, con una serenidad exquisita, planteó a sus padres trasladarse a Jaén para estudiar en la Universidad. Una beca facilitaría su proyecto. Así con casi cincuenta años Salvador aparcaba su bici en la Calle de la Luna, donde vivía su hijita cada vez que podía.
En la actualidad Ana gestiona una empresa de comunicación y marketing, y le cuenta a su padre como la sociedad del conocimiento releva a una sociedad industrial que aún mira asombrada como el tsunami de la globalización traslada el eje mundial del Atlántico al Pacífico. El principal factor de producción pasa a ser el Conocimiento. La gente ahora se identifica con su red de contactos, con su red social.
Aún hoy día la delgada figura de Salvador se ve pedaleando por caminos entre los pueblos de la Provincia de Jaén.
Miguel Ángel Perea Monje. Maestro. Bailén
Abecedario de Jaén: Andaluza, barroca, capital divina de enclaves y fortines. Guarda hipnótica e inmensa. Jaén kilométrica y luminosa. Eres mar natural de olivos. Provincia quebrada de rutas y senderos. Terreno de uvas y vinos no de whisky. Xaén es yerbabuena y zafiro.
Abecedario (al contrario) de los pueblos de Jaén: Vengo de la antigua Zocueca, bella Yznatoraf, cercana Xamilena y deseada Welma. Paseo por el Renacimiento en Villanueva, fabulosa Úbeda, garzona Torres, hermosa Sabiote e inclinada Rus.
La sierra comienza joven en Quesada, la charca en Pegalajar y las maravillas en Orcera. Buscando olivos recorro Oti-Ñar Navas, Martos y Linares si no me pierdo en las sendas.
Si parto a la nocturna Kanena o a la preciosa Jaén os visitaré en Ibros y Huesa. Quedará mi huella en la Real venta de Guarromán. Con mis Santos y mi rosario iré a Frailes, y en tren viajaré de Espeluy a Donadio. Soñaré donde nace el Wadalquivir en Cazorla, lucharé en Bailén (una X en el curriculum de Napoleón) y con un adiós me despediré desde la Mota en la Alcalá quieta y zalamera.
Antonio Pereira Sánchez de Alcázar. Estudiante de Primaria. Jaén
Jaén eres una ciudad de color verde, con tu mar de olivos , con tus campesinos recogiendo olivas.
Jaén con tus pueblos alrededor, no hay kilómetro sin olivo con aceitunas. También abres una puerta a un barrio conocido como” el barrio de la magdalena” donde dice una antigua leyenda que un lagarto se ocultaba en una cueva aterrorizando a jiennenses.
Pero Jaén tu hace muchos años solo eras una ciudad escondida entre millones y millones de kilómetros de olivos que desde tu castillo salía una muralla que te protegía del enemigo.
Pero hablemos de ti en la actualidad: ya no tienes muralla y lo poco que queda de ella es como un monumento de la antigüedad.
Ahora tienes una catedral preciosa enfrente del ayuntamiento.
Tienes un barrio llamado el “Bulevar” allí se han encontrado restos arqueológicos y encima es el barrio más moderno que tienes.
Jaén tu siempre serás única.
500//
Francisco Pérez Anguita. Pintor gráfico. La Haya, HolandaJaén, donde se hospeda El Abuelo,/ Cuanto más lejos, más bello,/ Cuando oigo tu nombre, se me pone de punta el cabello. Si miro para arriba, veo la hermosura de tus alturas, y si miro hacia abajo, veo tus espléndidas llanuras, que cuando se cubre de los cereales, con sus cebadas y sus trigales, cuando la brisa los mueve, como las olas de los mares. Si miras por doquier, esas inmensidades de árboles verdes. Son sus olivares, donde se extrae el verde./ Puedes estar seguro que no hay quien te compare. Con tus colinas y muralla, me siento un águila, donde quiera que vaya. Tu Catedral, bella de dentro, bella desde tus vallas. Tu gente, incomparable, donde quiera que vayan!
Pedro Pérez Aranda. Electricista. Bailén
"El roalillo"
Cuando miro las noticias y diarios, me doy cuenta de donde vivo, conflictos por todas partes, de toda índole y color, por eso Jaén, la verdad no lo cambiaría por nada, no es que no existan sitios mas bonitos, con playa, con grandes edificaciones modernas o antiguas, con gente de lo mas variopinto, incluso con mejores y mas bonitos campos. No lo quiero con locura, pero me cuesta imaginar vivir en otro sitio, a veces estoy deseando viajar, pero cuando vuelvo y lo veo a lo lejos por la carretera, respiro hondo, como dando gracias a Dios por volver.
Por eso Jaén es mi sitio ideal, ni demasiado grande ni pequeño, ni muy cerca ni lejos del resto del mundo, no somos ni los mas ni los menos guapos, altos, bajos, solidarios, pasotas, ricos, pobres,... Total que tenemos un "roalillo" que para si quisieran muchos y debemos conservarlo como si fuera nuestro y hacérselo ver a los que vienen detrás.
Jaime Pérez Cantero. Estudiante de Primaria. Jaén
Jaén eres una ciudad preciosa y tienes monumentos muy bonitos como : La Catedral, La plaza de la Constitución , Andrés de Vandelvira etc. . Jaén tienes un clima bastante bueno y eres la ciudad ideal para vivir . Lo malo es que no tienes playa aunque estás rodeada de unas montañas muy altas y bonitas. Hay una zona en la que se está muy a gusto, El Castillo De Santa Catalina. Desde allí puedo divisarte y disfrutarte.
Ignacio Pérez Dolset. Consejero delegado de Ilion Animation Studios. Boadilla del Monte (Madrid)
Al hablar de Jaén, de mi tierra, de nuestra tierra, quiero hacerlo desde un enfoque personal y hacerlo sobre nosotros, los jiennenses sobre nuestro carácter. Quizás algunos de ustedes, muchos tal vez, no estén de acuerdo con mi punto de vista. Por ello vayan por delante mis disculpas. ¿Por qué una tierra que ha dado tanto a tantos, tan importante en nuestra cultura, nuestra historia sigue siendo todavía para muchos una gran desconocida. Por nosotros, los jiennenses, por nuestro carácter. Orgullosos de nuestra tierra, pero siempre humildes para presumir de ella. No nos creemos mejores que nadie, pero tampoco inferiores a ninguno. Sabemos de nuestros meritos, de nuestro valor, de nuestros logros, pero no corremos a pregonarlos a los cuatro vientos como otros que tienen muchas menos razones para sacar pecho. Timidos a la hora de hablar de los meritos de esta tierra nuestra, leones si a alguien se le ocurre hablar mal de ella. No entonamos el Jaén también existe, porque vaya si lo sabemos hace centenares de años. ¿Tierra de paso? Pues claro, de la historia, de imperios y de grandes hombres. ¿Encrucijada de caminos? Por supuesto, porque no todos los caminos llevan a Roma... Otros, por poco, hablan, nosotros con mucho, callamos. Así es nuestra tierra, así somos nosotros.
Pilar Pérez García. Ama de casa. Alcalá la Real
Hace ya siete años vine a vivir a Alcalá la Real porque me enamore de un alcalaíno. En un principio no conocía muy bien el pueblo, pero conforme iban pasando los días lo iba conociendo y cada vez me gusta mas. mi marido me enseño la fortaleza de la mota, palacio abacial, capuchinos e incluso la fuente de la mora y todo esto me gusto. También he conocido los festivales, fiestas patronales y semana santa.¡¡¡y que tengo que decir de su gente¡¡¡. son gente amable y simpática, siempre dispuesta de ayudarte. Los alcalaínos son gente que se abren sin ningún problema.
Alcalá la Real, hermosa tierra, con una fuerte y hermosa fortaleza que se ve desde lejos y bueno, también tengo palabras para los tajos de Alcalá donde nace el zumaque, un árbol hermoso que florece en otoño con sus hojas naranjas. ¡Qué más puedo decir de este pueblo tan hermoso!, que quiero pasar el resto de mis días aquí, me gusta vivir en Alcalá la real y me gusta su gente. ¡Venir a Alcalá la Real!
José Ángel Pérez Martínez. Director de marketing. Jaén
Jaén, tierra de olivos, natural por los cuatro costales, tierra de paso, de acogimiento, de sentimientos, de historia. Desde cualquier atalaya repartida por la provincia, la vista divisa un mar imaginario de plata y de aguas verdes que cambian constantemente de color, nuestra mar, nuestros árboles, nuestro mundo, nuestros olivos. Tierra de batallas, de encuentros y desencuentros, tierra llena de historia, marcada por las manos de creadores de grandes obras literarias y de la más hermosa arquitectura. Jaén, mi tierra.
Carmela Pérez Morcillo. Ama de casa. Benidorm
Vivo en Benidorm y tengo muy buenos recuerdos de Jaén. No puedo evitar pensar que mi pueblo, Benatae, es precioso. Sus vecinos son cultos y agradables. Sólo tengo buenas palabras para hablar de Benatae. Allí tengo a todas mis amigas de la infancia y guardamos una amistad muy bonita.
Eufrasio Pérez Navío. Profesor. Bailén
Muy orgulloso de haber nacido en Bailén y, actualmente, residir en la misma ciudad que me ha me visto y he visto crecer. Estoy convencido que los andaluces que vivimos en la provincia tenemos un trozo de tierra y cielo privilegiado por la zona geográfica en la que se encuentra y los recursos naturales que existen. Como dice mi buen amigo Javi Ruiz, vecino de Guarromán, de sus obras de arte, yo le diría a Bailén: como ayer contigo fui, hoy contigo también voy porque no sería quien soy si no te siguiera a ti.
Enrique Pérez Nieto. Desempleado. Aldea de la Pedriza. Alcalá la Real
Dorado el viento que atraviesa las lomas del norte/ laberintos de barranco olivar bajando hacia el sur./ Clama la franca humildad ibérica, ante la arrogancia histórica/ del reino del amor al prójimo, a la condena de hijo pródigo/ exiliado en la expansión por las tierras, sus amores./ Jaén rezuma energía escondida, cría la vida en melancolía, de otro día./ Se refugia en las nubes de su calvario, aferrado al palio./ Teniendo el sol brillante, la luna vigilante./ Jaén, la tierra del olvido, la tierra del fervor prohibido./ En las esperanzas de sus campos, reposa la espera/ suspira la mujer que empuña su bandera./ Reza entre cereales, llora sobre sus pilares/ enriqueciendo los fluidos de la paz en los amaneceres/ empequeñeciendo los dolores en sus atardeceres./ Jaén, sol austero y luna elegante./ De Jaén ni pollas ¡Caminante!
Manuel Pérez Perálvarez. Agente ferroviario. Bailén
Eres terruño, antaño árido, hoy húmedo,/ transitado de olivos retorcidos,/ de inviernos de esfuerzo y aceitunas,/ de olores a aceite y jamila./ Eres llano en la campiña, de picos crecidos/ en tus sierras, altivas cual lunas/ que se yerguen en mi pupila./ Eres quiero y no puedo./ Eres Nazarí, también Renacentista.../ pero ante todo, eres íbero./ Eres Cerrillo Blanco, Cástulo.../ eres Castillo de Baños, y La Mota .../ eres Baecula , Las Navas, Bailén.../ cuan larga es la lista/ de este Pueblo altanero,
obstinado como un mulo,/ colectivo que jamás da la nota,/ conformista con lo que nos den./ Eres dulce en Alcaudete,/ eres barro en Bailén y Arjona,/ eres mueble en Sierra Mágina,/ eres romero en Sierra Morena./ Decir que eres es un brete/ para mí y cualquier persona/ pues nada es lo que se imagina,/ aún así vales la pena.
Rosario Pérez Pérez. Ama de casa. Torreblascopedro.
Reina Señora de la Cabeza
Oh señora y madre mía con filial cariño vengo/ a ofrecerte en este día cuanto soy y cuanto tengo/ mis ojos para mirarte , mi voz para bendecirte/ y mi vida para servirte, mi corazón para amarte/ acepta madre este don que te ofrece mi cariño/ y guárdame como a un niño cerca de tu corazón./ Que nunca sea traidor al amor que me enajena/ aunque desprecie con penas los halagos de otro amor/ y aunque el dolor me taladre y haga de mi un crucifijo/ que yo sepa ser tu hijo y sienta que eres mi madre/ en la dicha y la aflicción en la vida y la agonía/ míranos con compasión no nos dejes madre mía
Francisco José Pérez Quesada. Mediador de seguros. Jaén
Ochenta y ocho años de historia te contemplan llenos de amor e ilusión a unos colores que de padres a hijos se han ido transmitiendo como herencia de nuestro deporte rey en el ámbito local y provincial. Siempre has sido y serás el equipo representativo de nuestro Jaén, el que ha paseado con orgullo por todo nuestro territorio patrio el nombre de nuestra tierra símbolo de trabajo y sudor. mi querido Real Jaén cuantos días de lucha y sacrificio por conseguir los mejores logros deportivos, cuantos días de decepciones, cuantos días de éxitos y alegrías en estos años de historia desde el arcaico Peñamefécit, el vetusto campo de la victoria y el actual estadio de la victoria cuantos vítores y aplausos hacia tus jugadores que han defendido tu camiseta con mas o menos acierto pero siempre con honestidad y pundonor y que decir de esa fiel afición esa marea blanca de infinitos sentimientos a unos colores por un club por el que siente veneración. Qué decir de esa simbiosis entre jugadores y afición es una comunión perfecta que supone un acicate continuo en los momentos de mayor necesidad del equipo que se produce cuando las cosas no marchan bien. Esta bendita afición que es el mejor tesoro y el más valioso patrimonio con el que cuenta el club de nuestros amores. esa afición que siempre debe llevar en volandas a su equipo y desde la grada lucha para con sus ánimos y cánticos ser el sostén y guía de nuestro club y que aprieta y deja constancia de quien es, contagiando al equipo de ese animo y fuerza necesaria para doblegar al contrario en buena lid dentro de la contienda deportiva. Respeto y cariño de nuestros jugadores a la afición tratando de en la medida de lo posible darle el mayor número de satisfacciones posibles y confianza plena en ellos que poniendo todo lo que llevan dentro y sabiendo bien el escudo que representan la afición jiennense les devolverá ese cariño con creces. Por eso siempre el triunfo del equipo ira basado en la perfecta alianza entre este y su afición tratando de ir siempre unidos y motivados para conseguir un objetivo común que es el éxito deportivo que redundara en beneficio de nuestro Real Jaén.
Los jugadores deben animar con su buen juego a la afición y de esta forma van a conseguir que cada vez sean mas los que se enganchen a nuestro equipo y entre todos y aunando esfuerzo y animo conseguiremos un Real Jaén más grande, un Real Jaén de plata y porque no alguna vez también de oro. estoy seguro que ese perseguido, querido y ansiado ascenso de categoría ha de llegar ya que en la vida cuando algo se persigue con esfuerzo y con ahínco antes o después se consigue y lo que esta claro es que el éxito va a llegar, yo al menos así lo entiendo y lo quiero. la fruta esta madura y pronto esta ha de caer, preparémonos todos por que lo mejor esta por venir y tengo confianza plena y absoluta que a nuestro Real Jaén de nuestros amores ya le toca la gloria y le esperan muchas tardes de alegrías y victorias y de cánticos al unísono como aquellos que resonaban en el viejo la victoria para satisfacción de sus seguidores y aficionados de todos los rincones de nuestra querida provincia que tanto se lo merecen por ese apoyo incondicional a unos colores blanco y morado por los que tanto han sufrido y por los que tanto han dado, por eso olvidemos sinsabores y resultados en contra y ahora mas que nunca seamos todos una piña y gritemos todos con más fuerza que nunca ¡Hala Jaén!
Josefa Pérez de la Torre. Limpiadora. Jaén
Soy jaenera de corazón y con orgullo llevo mi tierra por bandera. Cuando te vas de viaje y vuelvo lo primero que veo es el Castillo de Santa Catalina y la Catedral de Jaén. No puedo evitar sentir un cosquilleo por el estomago de ver vuelvo a mi Jaén. Porque no hay imagen más bonita que ver el campanario de la Catedral combinado con el Castillo.
María de la Villa Pestaña Yáñez. Auxiliar de clínica. Martos
La Peña de Martos se yergue, solitaria y cercana, omnipresente y soberbia, acaparando espacio y miradas propias y ajenas. Es fotogénica y lo sabe. Posee la extraña belleza y el fuerte carácter de los sobrevivientes. Para avivarnos la imaginación, guarda dentro de sus entrañas misterios y leyendas, pasadizos insondables y secretos oscuros, restos visibles, ¡ay! de su pasado esplendoroso. Ella nos ofrece varios perfiles: puede ser un dragón al acecho, un perro dispuesto a saltar o un cocodrilo pillado en el mejor de sus sueños. Soporta las impertinencias del tiempo, pero no aguanta los ataques feroces e indiscriminados de la violencia gratuita, de la mala educación, de las pintadas del “yo estuve aquí” sobre sus piedras milenarias. Es accesible en su recorrido y tierna como un terrón de azúcar, ofreciendo el regalo de su altura a la admiración renovada del paisaje secular y uniformado de los olivos. Ese olivar que nos es tan querido a los marteños, el olivar por el que debemos seguir luchando para ponerlo en el lugar que le corresponde. Y luego de recorrer la explanada que la corona y distingue, descender por sus veredas henchido el corazón de algo inexplicable, sentimental y amado.
Trinidad Pestaña Yánez. Concejal. Martos
Las fiestas son paréntesis pintados de colores, hitos risueños en ese camino con forma de interrogación que es la vida. Las fiestas locales nacen de la existencia de un sentimiento, se van nutriendo de tiempo, crecen con los éxitos y los fracasos y de un año para otro pegan el estirón adolescente y reclaman otro traje más acorde con su envergadura de adulto. En Martos, la Fiesta de la Aceituna es una adulta que acuña en su conciencia un fondo de paisaje altivo y un himno familiar untado de azúcar. Se acicala con galas de falso Domingo de Ramos, se pinta los labios de rojo pasión y sale a la calle envuelta en el protagonismo único de su orgullosa biografía, a mezclarse en el río caudaloso de caras conocidas y saludos amables, a observar y a ser observada, a que le regalen los oídos con verdades no siempre asumidas. Martos es un pueblo que crece a pasos agigantados, pero también debemos tener presente los marteños que la mejora constante de la calidad del aceite, unida a una gestión eficiente, debe ser nuestra máxima prioridad.
Laura Piñero Erenas. Estudiante. Bailén
Bailén, escenario de olivos y arcilla. Con actores principales como el aceite y el ladrillo. Cuyo papel esencial han desempeñado durante la historia de Bailén. Los grandes alfareros , que con sus manos y su arte modelaron el gran famoso cántaro que llevaba nuestra heroína María Bellido, el cual sirvió para calmar la sed en esos difíciles momentos a nuestros valerosos “guerrilleros”, en un determinado momento una bala le rompe el cántaro, coge un trozo del suelo y le alivia la sed al General Reding. También quiero destacar nuestro gran templo “La Encarnación” construido en el año 1532, que sin duda es el edificio más característico de la arquitectura de Bailén con un gran refinado estilo. En ella si encuentra el panteón del General Castaños líder del ejército español que venció a las tropas francesas.
Por supuesto sin olvidar a nuestra Capitana Generala; La virgen de Zocueca que cada 20 de Julio, 5 de Agosto y último domingo de septiembre llena las calles de Bailén de todos aquellos creyentes que con su fe y devoción la acompañan cada año.
Hoy, Bailén es parte esencial de la historia de España, ya que el pueblo de Bailén y las tropas españolas con su esfuerzo derrotaron por primera vez a la “Gran Armé” de Napoleón el 19 de Julio de 1808.
Bailén era la puerta principal de entrada de la Bética Romana de España, que nos obliga a todos los viajantes que desde la meseta quieren conocer los grandes tesoros de Andalucía.
José Plaza Pontiveros. Empresario. Andújar
La provincia de Jaén goza de un patrimonio rico en agricultura pero pobre en industria, desequilibrio éste que la sitúa en un PIB per cápita muy bajo y un desempleo muy alto. Estos dos puntos me hacen centrar el Artículo hacia un ambicioso programa emprendedor que comienza así. Las Consejerías de la Junta de Andalucía y las Concejalías de los Ayuntamientos de la provincia de Jaén relacionadas con la economía y el empleo como las de Economía, Trabajo y Educación deben estudiar conjuntamente el lanzamiento de un plan de fomento de espíritu emprendedor que permita aunar esfuerzos, multiplicar y extender las iniciativas donde antes no se llegaba. Dada la crisis existente y la atonía que impera en el empresaria por la baja en el consumo y restricciones en el crédito, se trata de crear un marco que permita poner en marcha un negocio, que éste se consolide en el tiempo, respaldar la creatividad y la iniciativa, así como, difundir el espíritu emprendedor entre todos los habitantes de la provincia de Jaén. Con éste Plan de generación empresarial, se debe buscar la motivación y la capacidad de las personas a la hora de identificar una oportunidad, asumir riesgos y una atracción por la independencia y la realización personal, preferentemente en favor de los pequeños y medianos empresarios, trabajadores autónomos y empresas de economía social. A estos nuevos empresarios hay que procurarles ayudas especializadas, cursos gratuitos de formación y muy importante, el acceso a las Entidades Financieras que permitan el modo más adecuado de financiación a sus proyectos. Tenemos un buen concepto del empresario activo y cumplidor de sus obligaciones hasta el punto de que conciban a la empresa como un Ente dinamizador de la producción, distribución y satisfacción del consumo para la obtención no sólo de un beneficio económico, sino también social en aras de un mayor bienestar general ,pero también, concebimos el trabajo no sólo como el centro de gravedad de la economía y de la política, sino del tiempo y del espacio humano, el referente principal del deseo y de la necesidad, para concluir diciendo, que el desempleo es sin lugar a dudas uno de los mayores problemas económicos y sociales a los que debe enfrentarse las sociedades industriales actuales. Para intentar contrarrestar este grave problema se debe fomentar una alianza de progreso, un motor de conciencias qie sirvan de palanca para movilizar económicamente la provincia de Jaén.
Juan Miguel Poyatos Díaz. Ingeniero de Telecomunicación. Tres Cantos. Madrid
Siento un profundo orgullo por ser de Carchelejo. Sin lugar a dudas mis padres son mis principales inspiradores para mantener vivo y sólido este sentimiento y, por no ser natural de Carchelejo, destaco la fuerte influencia que ejerció mi madre, Rosa Díaz (Rosita). Procedente de su querida tierra de Almería, y acompañando a mi tía Candelaria (Doña Candelaria), adoptó como suyo nuestro pueblo desde que llegó con 18 años hasta que falleció. Continuamente nos transmitió a mis hermanos y a mí la gran admiración que sentía por el pueblo y nos ayudó, con mi padre, a descubrir rasgos y valores distintivos de Carchelejo como espíritu de servicio, trabajo, sabiduría popular, hospitalidad y sana ambición. Nos hizo, en definitiva, partícipes del gran respeto que sentía por todas las gentes del Carchelejo y Carchel y, particularmente, de sus ancianos. Termino con una de sus referencias preferidas, que ella atribuía a la mujer del querido maestro de Carchel D. Carlos Soler, para describir a nuestro pueblo: “Carchelejo es un pueblo con aires de gran ciudad…”.
Francisca del Puerto Guerrero. Costurera. Alcaudete
Alcaudete, ciudad de manantiales en el que el agua emana por muchas fuentes destacando la Fuente Zaide, los dos caños de agua salen por la boca de dos leones de piedra. Por su situación geográfica está en una de las entradas de la población , era la que utilizaban las vecinas de la barriada como lavadero y en su pilar abrevaban los animales a la vuelta de sus labores agrícolas. Alcaudete manto de olivos y grandes riveras de huertas por el que se divisa varias sierras destacando nuestra sierra de ahillos y majestuoso el castillo calatravo al fondo.
Vicente Puentes Felguera. Operario en un laboratorio farmacéutico. Alcobendas (Madrid)
Mi pueblo es…/ una pincelada blanca/ en territorio verde/ un cielo estrellado al fresco/ de una noche de verano./ Esto es mi pueblo,/ el segundo de tres hermanos
serenos pero amenos/ que son el amor de verano/ de paisanos y foráneos/ y la nostalgia de los emigrantes/ forzados por el trabajo./ Mi pueblo es/ un patio de geranios/ en el abdomen de Sierra Morena,/ aceituna y hospitalidad/ San Isidro bañándose en el Dañador/ y el Cristo de la Expiración,/ es mi pueblo Venta de los Santos./ Mi pueblo es/ el cordón umbilical/ con mi familia y mis antepasados/ y cuando niño/ un disparo por la espalda/ que me narcotizó en otros brazos.
Antonia Puerto Hidalgo. Asociación de mujeres loperanas. Lopera
Amor y orgullo… ¿Por sus reservas naturales y sus paisajes? ¿Por su historia, sus monumentos, su gastronomía, sus tradiciones, sus autores…? Sí, por todo esto, pero aun mas por su gente, la gente anónima, humilde y solidaria que esta ahí para ayudar tanto en las grandes catástrofes internacionales como al vecino, en un asunto cotidiano o en los momentos mas difíciles. De esas personas que desde una ONG ayudan a minusválidos, drogodependientes, saharauis, inmigrantes, mujeres maltratadas,…, y el que de forma individual facilita ropa, comida, techo, trabajo,… una palabra de consuelo, igual da que sea a una persona de la familia, que al vecino de al lado, que al que viene de fuera. Ese Jaén es el que mas me gusta, el Jaén solidario.
Alberto Pulido Martínez. Profesor. Frailes
Enclavado en la sierra, que Sur llaman, protegido por las montañas que lo guardan vigilante y centinela, mi pueblo de Frailes es vergel, fecunda huerta, canto alegre y vital de la existencia. No he conocido pueblo mejor, que sepa dar tanto de su alma, bondad y nobleza, como del corazón llanto y pena. Pueblo de gente sencilla y laboriosa, que saben de letargos invernales, de primaveras floridas, de emigrantes otoños y de refrescantes veranos. Su Iglesia de Santa Lucía mártir, en vigilante altura, eleva las oraciones de sus habitantes al ansiado cielo y su cementerio, empinado, nos habla de que para llegar a la gloria hay que recorrer el angosto sendero terreno y escarpado.
¡Frailes! belleza y encanto, naturaleza y frescura, verdor y vino afrutado. ¡Frailes! pueblo donde la sencillez canta la profundidad del alma humana y donde el hombre se hace sagrado como el vino que produce y Dios consagra.
Julio Pulido Moulet. Empresario. Madrid
En justicia, escribir "algo guapo" de Jaén es muy poco. Nuestra tierra tiene demasiados méritos aparcados en la Historia como para frivolizar buscándole alguna guapeza. A buen seguro que en esta publicación que cumplimenta las siete décadas de "Jaén" otros se ocuparan de los hombres y mujeres ilustres que dio nuestra cosecha. Algunos comentaran nuestras bellezas naturales, otros abundaran en las batallas que cambiaron el acontecer patrio, seguro que alguno rememora el paso de Machado por Baeza, los de Martos tiraremos de leyenda y Fernando IV el Emplazado se hará presente y muchos, seguramente muchos, nos pararemos en nuestro compañero inseparable: el olivo. Árbol bíblico, milenario, árbol para vivir, árbol para morir...Por eso...
Qué pocos se dieron cuenta/ que el óleo santo y divino/ aceite de oliva es/ para el último camino./ Que los de Jaén tenemos/ el privilegio añadido/ de nacer junto al aceite/ y morir de aceite ungidos.
Genara Pulido Tirado. Profesora. Jaén
Cuando llegué a Jaén hace más de veinte años a impartir clases en el antiguo Colegio Universitario, muy pronto entendí el reto al que me enfrentaba. Unos cuantos edificios en una zona de las afueras, casi despoblada, en una provincia básicamente agrícola, que necesitaba un fuerte reactivo cultural, era lo único que teníamos entonces como punto de partida de un proyecto ambicioso, crear y desarrollar una universidad en Jaén. El tiempo ha pasado de prisa, desde 1993 hasta la actualidad hemos logrado construir un Campus, impartir numerosas titulaciones e incluso, en momentos de descenso de la natalidad, conseguir un número de alumnos bastante aceptable. Ha habido que trabajar mucho y en muchos frentes, pero yo sé que ha valido la pena, si bien es cierto que el trabajo no ha terminado aún. El reto ahora es seguir desarrollando la investigación e ingresar dignamente en el Espacio Europeo de Enseñanza Superior. Es importante que la sociedad jiennense conozca nuestro trabajo y que las autoridades políticas lo reconozcan y apoyen, pues nada se construye desde el aislamiento.