Un “lavado de cara” para San Bartolomé

Desde hace décadas, las inversiones de los programas de fomento del empleo agrario se destinan a la mejora del viario público. Estas obras permiten corregir las deficiencias en infraestructuras que se detectan, facilitan la fluidez del tráfico y garantizan la seguridad y accesibilidad de los itinerarios peatonales. En un principio, se intervino en el centro comercial pero, después, se pasó al centro histórico. De ahí, los trabajos se extendieron a varias calles del barrio de San Bartolomé, si bien, aún quedan vías pendientes de su renovación, tres de las cuales son objeto del presente proyecto que maneja el Ayuntamiento, como son las calles Cambroneras, Las Piedras y Ronceros.

Los operarios instalan el nuevo alcantarillado y las preinstalaciones de alumbrado público soterradas. También se aprovecha el momento para que las diferentes empresas suministradoras de energía y comunicaciones realicen la canalización o reparaciones que consideren. El planteamiento de los nuevos diseños se fundamenta en el cumplimiento de la normativa de accesibilidad. De esta manera, las calles resultarán mucho más cómodas y seguras para todos los peatones. Las soluciones para el tráfico rodado se resuelven con calzadas entorno a los tres metros de ancho, y aparcamientos de 2,20 n línea en las zonas donde el ancho de la calle lo permite. Y es que las vías donde se interviene ahora, son estrechas y sinuosas, cuyo parcelario está ocupado en su mayor parte por viviendas unifamiliares.