Un jardín para el descanso
Son muchos los vecinos que no pueden evitar la curiosidad de rondar el parque de La Alameda para ver cómo está quedando. A pocos días de que, por fin, se abra al público, más de una veintena de operarios trabaja en los últimos retoques de su remodelación. De hecho, según afirman los responsables de las obras, el parque estará abierto antes de que comience la Feria de San Lucas. En su interior, solo quedan remates como terminar parte del asfalto —aripac— en una parte. Adentrarse en La Alameda, ahora, permite intuir cómo quedarán en su conjunto.

Y es que, según indican los responsables preguntados por este periódico, la intención es ofrecer un espacio abierto y diáfano que aporte, casi de forma innata, una sensación de descanso y tranquilidad, para lo que las praderas de césped cobrarán un especial protagonismo. Hierba que asoma, ya, tímidamente. De hecho, los jardineros se centran en la plantación de diferentes especies como pensamientos y plantas aromáticas en varios espacios.
Respetando la distribución original, la espina principal que atraviesa el parque se mantiene, pero cuenta con algunos pasos que la atraviesan. Pequeños caminos conformados con piedras fijadas que aportan un efecto natural, pero limpio a la vez. Así, con esta misma intención, gran parte del asfalto simula un albero, aunque realmente está elaborado con materiales como el calcín de vidrio. “De esta forma no mancha ni se embarra cuando llueve”, explican los profesionales. El engomado que formará parte de la base en la zona de recreo infantil también está colocado, a falta de la instalación de los columpios que esperan. En la parte más cercana al auditorio, se ha dispuesto una área de esparcimiento ajardinada para las mascotas.
La eliminación de las piedras pulidas que cubrían la base del olivo ha creado críticas entre los que consideran que no se ha respetado su valor. No obstante, para los responsables de la obra, estos elementos no tenían valor alguno y la colocación de láminas de piedra permite un cómodo respaldo bajo la sombra del árbol. Aunque el agua todavía no brota de ninguna fuente, los empleados trabajan en la limpieza de la que se encuentra cerca del auditorio. De hecho, se ha eliminado parte de la verja que colindaba con la parte trasera del escenario, con la consiguiente ganancia de espacio.