Un incendio deja sin su vivienda a una familia humilde de Huelma

Una humilde familia de Huelma, la de Daniel Amador, se ha quedado con lo puesto después de que un incendio devastara su vivienda de la calle Gargantón. El suceso, que no causó daños personales, obligó a que los habitantes se realojaran en casa de allegados.

    26 ene 2014 / 09:57 H.

    El fuego se produjo hacia las once y media de la mañana al prenderse los bajos de la falda de una mesa.  Las llamas se propagaron rápido. La familia de Daniel Amador lo ha perdido todo a causa del suceso, ocurrido en el número 15 de la calle Gargantón de Huelma. Ardieron muebles, electrodomésticos, documentos de la vivienda, ropa de los niños, una televisión, un móvil comprado recientemente o la comida que tenían. Afortunadamente no han tenido que lamentar daños personales.
    La esposa de Daniel Amador se encontraba en el salón con sus hijos de tres, dos y un año. Se ausentó un momento para ir al baño y cuando regresó, la falda se había prendido con el brasero. Según cuenta, sin perder tiempo cogió a los niños y los sacó a la calle. Al más pequeño lo encontró escondido detrás de un sillón, muy asustado. Se vio afectada toda la casa, incluso los dos pisos superiores, a la que no podrán volver por el momento. Cuando el padre regresó de la recolección de la aceituna, avisado de la catástrofe, halló el inmueble quemado. 
    Al detectarse las llamas vecinos llamaron al 112 y este servicio avisó a las Fuerzas de Seguridad —Policía Local, Guardia Civil y Bomberos—. El primero en llegar fue un agente del cuerpo municipal que, con la ayuda del vecindario y un empleado del Ayuntamiento, logró sofocar el incendio con unos extintores y una manguera enganchada al grifo de la casa contigua. Se vivieron momentos de muchos nervios por la posibilidad de que el fuego se extendiera a otros domicilios pero, con mucho esfuerzo, se extinguió. Cuando llegaron los Bomberos de Jaén se aseguraron de que el incendio estaba totalmente controlado y sacaron a la calle dos bombonas de butano. La Guardia Civil y unos peritos inspeccionaron la vivienda, a la que no se puede entrar por el peligro de que caiga el entretecho.
    Ahora los cinco damnificados,  que pasan unos momentos muy duros, viven en casa de unos familiares. Están desolados y aunque entienden que lo importante es que no haya habido ningún herido, han perdido todo lo que tenían, hasta la ropa de los niños. Pese a la desgracia, la casa, que se hallaba hipotecada, cuenta con un seguro, pero no saben cuánto les cubrirá. En principio parece que la estructura no ha sufrido ningún daño. Huelmenses se solidarizan con los afectados y los ayudarán para salir adelante.  Teresa Guzmán / Huelma