Un imperial Jaén Paraíso Interior cautiva a su afición

En la guerra de estrategias el color amarillo resplandeció y emergió de forma poderosa con un planteamiento con descaro y sin tener en cuenta la jerarquía y la historia del rival. El Jaén Paraíso Interior ofreció una versión brillante que le permitió conseguir un inesperado empate ante ElPozo Murcia, con el que ya había igualado a tres en el año 1999, la última campaña en la máxima categoría antes del regreso hace dos años.

21 sep 2014 / 08:28 H.

Su fútbol sala fue intenso y obligó a su rival a subir la marca y la presión. Fabián lanzó al poste y Carlinhos exigió al meta Fabio. Con esa tarjeta de presentación y los movimientos continuos de Eloy Rojas, Cuco y Chino, ElPozo tuvo que ponerse el traje de faena para generar ocasiones de peligro en la meta de Prieto. Llegó poco y solo destacó el tiro al poste de Franklin, un balance pobre en la primera mitad para un equipo con una maquinaria de hacer goles que venía de marcar ocho dianas al Uruguay. El Jaén defendió con seriedad y ese sacrificio colectivo enardeció a una afición entregada durante los cuarenta minutos. El marcador no se movió y el empate a cero reinó en La Salobreja. La situación no cambió en el segundo acto. El dibujo táctico de los jiennenses fue perfecto. Presionaron con cabeza, jugaron con imaginación y monopolizaron las ocasiones de peligro en dieciocho de los veinte minutos. Carlinhos se sumó a la fiesta y adquirió un protagonismo que necesitaba su conjunto. Duda se desgañitaba desde su zona, porque ElPozo no marcaba y el Jaén Paraíso Interior creció conforme avanzó el partido. Nadie dio un paso atrás, todo lo contrario. El cosquilleo y el nerviosismo llegaron a la grada ante la posibilidad de superar al flamante campeón de la Supercopa. Emilio Buendía, Carlinhos, Chino y Fabián Robledo pusieron a prueba a Fabio, que sustituyó al internacional Rafa. Los murcianos se desesperaron por su falta de capacidad para generar oportunidades. Prieto intervino con éxito cuando la situación lo requirió. El muro resultó infranqueable y Duda tuvo que emplear al portero-jugador, aunque este recurso no lo utilizó hasta el minuto 38. Grello tomó la responsabilidad y esa superioridad a la hora de atacar se tradujo en situaciones de emergencia. El piloto rojo se encendió y ElPozo creó dos claras ocasiones para marcar y ganar el partido. Los locales no se rindieron y su apuesta fue hermosa. Acudieron al intercambio de golpes y en uno de ellos pudo cambiar el tanteo. El empate fue acogido con felicidad y esperanza con vistas al futuro. El grupo ha ganado en calidad y en compromiso. Cuatro puntos en dos partidos es un balance espectacular. Esta igualada es un espaldarazo al ambicioso proyecto. La siguiente parada del tren de la ilusión será en Santa Coloma.