Un huelmense pide no ir a prisión por estar "rehabilitado"
Rehabilitado, con una familia y con trabajo. Así está Francisco Javier Martínez Fuentes que, sin embargo, es posible que hoy ingrese en prisión. La tardanza en un fallo judicial le obliga a terminar de cumplir una pena, 6 años después de cometer el delito.
Francisco Javier Martínez Fuentes, 6 años después de ser detenido por tráfico de drogas, entrará hoy en prisión para terminar de cumplir una condena. Este joven huelmense asegura que dejó las drogas tras pasar doce meses en la cárcel y que está totalmente reinsertado en la sociedad. Tiene pareja y un trabajo estable en el que, incluso, contrata a varias personas en época de aceituna.
Francisco Javier Martínez Fuentes, 6 años después de ser detenido por tráfico de drogas, entrará hoy en prisión para terminar de cumplir una condena. Este joven huelmense asegura que dejó las drogas tras pasar doce meses en la cárcel y que está totalmente reinsertado en la sociedad. Tiene pareja y un trabajo estable en el que, incluso, contrata a varias personas en época de aceituna.
Martínez Fuentes subraya que es consciente de que cometió un delito y debe pagarlo, pero no entiende que saliera de prisión al año y que, actualmente, cuando ha conseguido rehacer su vida, deba volver. “Acepto, pero a los que les corresponda, deberían entender que su lentitud da lugar a situaciones como la mía”, apunta este huelmense, de 38 años. Su ingreso en el centro penitenciario podría suponer la pérdida de su trabajo en el campo y deja en una complicada situación a su pareja y a los hijos de esta, ya que, actualmente, dependen de él.
Su juicio se celebró hace un año, pero fue hace unas semanas cuando conoció la sentencia: una condena a tres años. Por tanto, le quedan dos años de pena. Francisco Javier Martínez Fuentes alude al artículo 87 del Código Penal, que se refiere a la suspensión de la pena privativa de libertad en caso de que el condenado se encuentre deshabituado de la sustancia por cuya dependencia cometió el delito, para pedir que conmuten la pena que le queda por servicios sociales o el trabajo que considere el juez. Explica que, en comparación a otros casos similares al suyo, no solo existe el abandono de las drogas, como ha demostrado con un informe de un perito, sino además él ya ha cumplido un tercio de la condena. Con respecto al abandono de las sustancias estupefacientes, señala que ojalá tuviera los medios para explicarle a todos los jóvenes el daño que pueden hacer y cómo le han arruinado la vida en varias ocasiones.