Un homenaje a los trabajadores
Cuando ha pasado ya más de una semana del Dïa del Trabajador, me gustaría aprovechar para hacer un homenaje, y dar la importancia que se merece, a la figura, precisamente, del trabajador.
El trabajador es como una madre. Esa madre que siempre está para todo, día tras día. Para lo que sea. No le importa estar ahí, con tal de que el objetivo (que se cure su hijo, por ejemplo, o se duerma) se cumpla. El trabajador es así. Un trabajador en condiciones no se retirará de su puesto de trabajo hasta que su trabajo esté completamente acabado, y de una manera excelente. El trabajador debe irse a casa con una sensación: La sensación de que el trabajo está bien hecho, pero de verdad. El trabajador tiene ese deber infalible. Pero, al igual que tiene esos deberes, tiene sus derechos. Los derechos de disfrutar de días como el día del trabajador. Un día que, aunque parezca otra tontería más para rellenar, es uno de los más importantes.