Un hilo para escaparse del mundo

En la Comisaría hay caras "largas" y tristes. Se ha escapado un detenido, pero no de la celda, sino de este mundo. Francisco M. L. utilizó un hilo para huir para siempre. El arrestado por intentar atracar un salón recreativo el pasado domingo en la Avenida de Andalucía se suicidó en el calabozo con un hilo grueso que extrajo de una manta. Lo ató a los barrotes, se lo puso en el cuello y se dejaba caer poco a poco flexionando sus piernas hasta que la falta de oxígeno le hizo perder el conocimiento -primero- y la vida después. Solo tenía 35 años. Nunca antes había pasado esto en los calabozos de la Policía Nacional, según confirman desde Comisaría.

18 jun 2014 / 22:00 H.

 

Los agentes fueron a casa de su madre el martes por la tarde para arrestarlo. La grabación de las cámaras de seguridad lo señalaban como el presunto autor de un intento de robo con violencia en un salón recreativo. A las 19:35 horas se produjo la detención en Torredelcampo, mientras que su entrada en el calabozo se certificó a las 20:16 horas. Francisco M. L. tenía una ficha policial con detenciones y estancia en prisión por delitos unidos al robo con violencia y lesiones. Estaba solo en su celda, aunque había otros arrestados. La Comisaría cuenta con agentes que se encargan de la custodia de los detenidos. Existe una sala de control con un interfono, en la que los agentes escuchan todos los sonidos del calabozo. También cámaras de seguridad, que enfocan los pasillos, pero no el interior de las celdas -para no violar la intimidad de los detenidos-.

Al parecer, Francisco M. L. cortó el hilo grueso que sirve para rematar el tejido de la manta. Lo amarró arriba de los barrotes -desde el interior- y se lo puso en el cuello para suicidarse. Como lo hizo lentamente, nadie lo escuchó. Generalmente, en un ahorcamiento se escucha un pataleo motivado por la presión de la cuerda al cuello. En cambio, lo hizo poco a poco hasta que, al parecer, se desvaneció. Por eso, ni los agentes ni el resto de detenidos oyeron nada. El hilo lo amarró por dentro en un rincón, por lo que tampoco fue recogido por las cámaras. A las 3:17 horas, un policía repasó las celdas -dentro de las inspecciones periódicas que se realizan durante el día y la noche- y se lo encontró tendido. Intentó reanimarlo, mientras que se dio aviso a los servicios de emergencia, que hicieron lo mismo cuando llegaron. Solo se pudo certificar su fallecimiento.

 La Comisaría asegura que no existen antecedentes de suicidios en sus calabozos. En cambio, ayer se produjo en primero. El portavoz oficial de la Policía Nacional, Diego Moya, explica que se ha abierto una investigación para aclarar las causas de esta muerte violenta. "Da igual que se haya producido en la Comisaría o en un domicilio particular. El protocolo es claro y se investigará todo lo que ocurrió para dar traslado al juez", asegura.