Un héroe adolescente salva la vida a un vecino en Mancha Real
No había nadie en la calle cuando un adolescente de Mancha Real se topó con la experiencia más intensa de su vida. Se encontró a un vecino que pedía auxilio y que estaba en grave peligro. Su rápida respuesta fue crucial para que la Policía y los sanitarios lograran salvarlo.

Miguel Eduardo Martínez es un vecino de Mancha Real que, a sus diecisiete años, tuvo una experiencia que no olvidará en la vida. Sin buscarlo, se convirtió en un héroe, al salvar la vida de otro chaval. Vivió esta situación en una jornada muy lluviosa y ya con la noche cerrada. El adolescente regresaba a casa después de haber salido con sus amigos. Las calles se hallaban desiertas por el mal tiempo y porque los vecinos estaban en sus casas, pegados a la televisión, para ver el partido entre el Real Madrid y el Borussia Dortmund. Nunca se imaginó lo que le deparaba el destino al llegar a la solitaria y oscura plazoleta de la Alameda de El Soto, a un paso de su vivienda. Apreció una silueta en las escaleras del tobogán y escuchó como el murmullo de una voz que pedía auxilio. “Mientras me acercaba, pensé que me gastaban una broma”, relató el menor.
Martínez se acercó para ver qué era y descubrió a un vecino del pueblo que se encontraba en “peligro de muerte”. Sin dudarlo un momento, el adolescente mancharrealeño corrió a casa para pedir ayuda a su familia.
Regresó rápidamente junto con su madre y su hermana. “Con el poco tiempo que hemos tardado en venir a socorrerlo, tiene que seguir vivo”, pensaban. Hasta el lugar, una vez alertados por esta familia, acudieron la Policía Local y los servicios sanitarios, que lograron reanimar al joven atrapado, aunque tardó en reaccionar unos segundos “eternos”. Al final, logró respirar poco a poco, con lo que todo quedó en sus susto. Miguel Eduardo Martínez no perdió los nervios, durante unos minutos que fueron cruciales, estuvo calmado y no tomó conciencia del peligro hasta que el riesgo había pasado ya. “Cuando todo había terminado y volví a mi casa fue cuando comencé a ponerme nervioso”, reflexiona. No obstante, aprendió una lección y deja claro que lo volverá a hacer si es necesario. Al respecto, indica: “No lo dudaría un momento”. La Policía Local y el Ayuntamiento quieren reconocer la labor humanitaria que realizó con este vecino de Mancha Real y poner de manifiesto que su respuesta fue determinante. En el municipio es “un pequeño gran héroe” que nunca olvidará la experiencia que vivió una tarde en la que jugaba el Real Madrid.