Un hecho sorprendente

Desde Beas de Segura FERNANDO GARRETA . El hecho de que sea sorprendente no deja de ser agradable. Sucedió en esos locales que uno accede con toda precaución y con toda seriedad.

    17 ene 2014 / 15:50 H.

    En realidad se trataba de ir a cumplir un acto administrativo, que desde un tiempo a esta parte se rige por cierta periodicidad. Siempre existe cierta preocupación por si al final te faltará algún documento y si se tal permiso se te ha caducado. En la puerta del local-oficina hay un cartel visible que indica, por razones de confidencialidad, debe esperar a que salga la persona que atienden antes de entrar. Observando dicho cartel estaba cuando una joven desde el interior me indica con sus manos, que puedo entrar. Accedo al local y esa joven se levanta y con una sonrisa muy agradable y con toda clase de amabilidad se interesa por mi problema. Le cuento todo lo que me preocupa y me da toda clase de explicaciones, llega un momento que hasta creo que me atiende con cierta benevolencia y amistad. Salgo de la oficina con una sensación de bienestar, hay que ver con que delicadeza me han atendido, con los perjuicios que sin querer tenemos. El lector estará interesado sin duda por saber de qué oficina o despacho se trataba que con tanta amabilidad me habían tratado, mi agradecido lector lo que aquí describo es lo que me pasó en el Cuartel de la Guardia Civil de Reus cuando fuimos a renovar el permiso de armas.