Un hallazgo de excepción en Puente Tablas

Rafael Abolafia/Jaén
El oppidum o ciudad fortificada de Puente Tablas ya tiene entrada. Se llama la 'Puerta Sur' y ha sido excavada por los arqueólogos del Centro Andaluz de Arqueología Ibérica en el yacimiento de Plaza de Armas, a escasos tres kilómetros de la capital. Es una de las pocas que existen en Andalucía.

    12 oct 2011 / 11:27 H.

    La Puerta Sur de Puente Tablas es la primera conocida de este oppidum y una de las pocas ibéricas descubiertas en la comunidad. Hasta ahora solo se conocía la puerta oriental de la ciudad fortificada de Torreparedones, en Baena, si bien esta última se reconstruyó después de la conquista romana. La peculiaridad de la entrada de descubierta en Puente Tablas es que es exclusivamente ibera, es decir, no conoció el proceso de romanización. Se construyó en el siglo VII antes de nuestra era, cuando los antiguos pobladores fortificaron por primera vez el lugar. Según explicó uno de los directores del proyecto, el arqueólogo Arturo Ruiz, la construcción se caracterizó por tener dos bastiones que, en paralelo, trazaban un camino de algo más de 14 metros, que atravesaba la fortificación, con un ancho de casi cuatro metros: “Esas dimensiones nos hacen pensar que esa puerta era franqueada por carros”, explica Ruiz.
    Ya en el interior del oppidum, a la derecha de la puerta, los arqueólogos han hallado los restos de una construcción cuyo uso está todavía por definir: “Podría ser un santuario o un espacio de juegos juveniles, en el que los adolescentes se preparaban para la guerra. Todavía lo investigamos”, aclara el director de la excavación, en la que también toman parte los arqueólogos Manuel Molinos y Eva Montes.
    La Puerta Sur de Puente Tablas fue usada hasta bien avanzado el siglo IV, cuando el oppidum se abandonó. Algún tiempo después, en el siglo III, el lugar se volvió a ocupar. La entrada ya no existía como tal, pues uno de los bastiones se había derrumbado. Los nuevos habitantes decidieron cambiar la puerta, desmocharon el otro bastión y redujeron las dimensiones de la puerta. Todavía hoy se conservan los goznes al inicio del pasillo y, seguramente, los restos de carbón recogidos por los arqueólogos aclararán en el futuro el tipo de madera de que estaba hecha la puerta. Estos descubrimientos permitirán reconstruir el lugar, alto que se realizará con la ayuda del arquitecto Pedro Salmerón.
    El hallazgo de la entrada se suma a las casas excavadas, el palacio y el largo tramo de muralla descubierta, que convierten este oppidum, de más de cinco hectáreas, en la ciudad íbera mejor conocida de Andalucía. Próximamente, se comenzará a construir un centro de visitantes que ofrecerá información detallada sobre los trabajos desarrollados en esta ciudad íbera, y que se convertirá en uno de los atractivos que se incluirá en la ruta “Viaje al tiempo de los íberos”. Este itinerario contará con otras paradas dentro de la provincia.