04 abr 2009 / 08:56 H.
Después de tres días de debates en seis mesas redondas específicas, se ha alcanzado un documento que debe servir como herramienta de trabajo para evitar la grave situación social que se generó en la pasada campaña de recogida de aceituna por la llegada masiva de temporeros. Diputación, Junta y Universidad de Jaén han ido de la mano en una iniciativa que ha pretendido implicar a todos los agentes implicados de una u otra forma en este asunto, para abordar las posibles soluciones desde diversas miradas y posiciones. Una de las conclusiones fundamentales es que la llegada del flujo de temporeros tiene que regularizarse mejor y que, desde luego, son los empresarios los que tienen la obligación de acogerlos y darles un techo durante el tiempo que dure el tajo. Las administraciones se han comprometido, de igual modo, a arbitrar ayudas para que esta responsabilidad no suponga una carga económica extra para los patrones. Y para lograr este objetivo, es preciso un ambicioso pacto de concertación social que permita gestionar de una manera eficaz la mano de obra que se precisa para los alrededor de nueve millones de jornales que se generan en cada campaña. La principal bandera será el diálogo y el objetivo es cerrar el acuerdo cuanto antes, para sentar las bases de cara a la próxima campaña que, en el actual panorama económico se presenta tan complicada con la anterior. La clave está en que es necesaria mucha menos mano de obra extranjera y, por más que se insiste en el mensaje de que no van a encontrar trabajo, es complicado frenar la llegada de personas desesperadas en busca de un jornal. También es clave ser capaces de anticipar la oferta, marcar las necesidades reales del mercado laboral en esa época concreta y ajustarse a esas cifras. La teoría está ya claramente diseñada, pero falta lo principal: lograr el consenso social necesario para llevarlo a la práctica.