Un gol de penalti de Rafa Payán encarrila la eliminatoria

Rafa Payán anotó en el ecuador de la segunda parte un gol que puede certificar el pase del Linares Deportivo a la siguiente fase de la promoción de ascenso a Segunda División B. Su tanto de penalti en el minuto 63 allanó el camino de un Linares que exhibió en el Estadio Olímpico de Terrasa todas sus virtudes y demostró su candidatura para aspirar con creces a la División de Bronce.

18 may 2014 / 22:00 H.


No fue un partido fácil. El conjunto entrenado por Antonio José García, “Torres”, se tuvo que emplear a fondo para sacar un resultado positivo en un encuentro en el que los locales pusieron toda la carne en al asador para llevarse la victoria. Torres no se equivocó. Su apuesta por Corbacho y Rafa Payán en la punta de lanza le salió bien. Tanto es así que las primeras ocasiones cayeron del lado visitante. Rafa Payán tuvo en sus botas la oportunidad de adelantar a su equipo, pero fue abortada por un defensor local. El partido fue soso y poco atractivo para las mil quinientas personas, de ellas quinientas linarenses, ya que apenas se vieron oportunidades de gol y el juego se desarrolló, en su mayor parte, en el centro del campo. Con una tónica de aburrimiento general, se llegó a la conclusión de los primeros cuarenta y cinco minutos. Eso sí, poco antes del camino a los vestuarios, la única ocasión de gol en la primera mitad fue un remate al palo del jugador del Terrassa Montoro.


Torres aleccionó a sus hombres para que mantuvieran la concentración y el mismo espíritu competitivo en la segunda mitad. De hecho, el Linares apenas dejó espacios a un Terrassa inoperante en el centro del campo. Poco a poco, el cuadro visitante se hizo con el dominio de la situación y de las ocasiones de gol. Corbacho, en una acción individual, disparó por encima de la portería defendida por Ortega. El equipo anfitrión, más con el corazón que con la cabeza, apretó para tratar de adelantarse en el marcador, pero la seguridad defensiva del Linares impidió cualquier situación de peligro o inquietud en el área visitante.


En el minuto 61, en una acción personal, Rafa Payán se disponía a anotar el primer gol cuando un defensor local lo trabó y el árbitro Saúl Gracia Villacampa decretó el punto de penalti. El propio jugador granadino asumió la responsabilidad para tirar la pena máxima. Hizo gala de su tranquilidad habitual desde los once metros, engañó al meta y colocó el balón ajustado al poste. A partir de ese momento, el partido tuvo una fase en la que los locales se adueñaron de la pelota, pero sin profundidad en sus ataques. El Linares aplicó su experiencia y dejó pasar el tiempo con un fútbol rocoso que maniató cualquier intento de ataque de los catalanes. Chico y Jonathan Rosales se convirtieron en los protagonistas de este tramo de partido, ya que controlaron todas las acometidas que se produjeron.


Al final, la afición azulilla regresó a Linares con un triunfo que acerca un poco más a su equipo al ascenso a la División de Bronce. Gracias, en buena parte, a su entrega desde la grada. Faltan noventa minutos para certificar el pase a la siguiente eliminatoria. Linarejos será determinante y dictará sentencia el próximo domingo.