Un esperpento televisado
La Real Academia Española define 'esperpento' como hecho grotesco o desatinado. Lo ocurrido recientemente en el seno del Consejo de Administración de RTVE es un pedazo de esperpento, por grotesco y por desatinado. Para mí no es tema cerrado con la rectificación.
Hay que recordar que los miembros del Consejo de Administración son propuestos por el Congreso y el Senado, a propuesta de los Grupos Parlamentarios y de UGT y CC OO. En sentido estricto están ahí para asegurar la transparencia, la independencia y la buena gestión en un medio de comunicación público. Estas personas, un buen día, pensando en cualquiera sabe qué cosas, aprueban acceder, con carácter previo, a la edición de las noticias generada por los profesionales. Eso quiere decir que la independencia y el buen criterio profesional de quienes elaboran las noticias, podrá estar supervisado, de forma previa, por las personas del Consejo. Cabe pensar que si en algo no están de acuerdo, harán las gestiones necesarias para modificar la información. Si no es para esto, ¿para qué iban a querer acceder a la noticia previamente? Es de lógica básica. Luego lo arreglan con una reunión de urgencia y deciden que ya caducó lo que decidieron horas antes. Genial, no me digan. Se supone que son personas cualificadísimas para ese trabajo. Lo habrían hecho bastante mejor doce personas elegidas al azar. Habiendo sido una decisión inaceptable, es más sorprendente lo que votaron cada uno de ellos. Doy por hecho que encaja en el perfil de algunas personas de ideas más conservadoras, la tentación (¡ojo!, acaba de pasar por aquí BXVI) de controlar la información directamente. Pero es inexplicable la abstención de los representantes del PSOE, de ERC y de CC OO. En este tipo de asuntos no caben matices, o se está por la defensa de una información plural e independiente, o se está por la intervención y el control previos. Es preocupante la incapacidad de las personas designadas para situarse ante el conflicto. ¿Por qué se abstuvieron? ¿Porque no tenían ni idea del alcance de la decisión? ¿Porque estaban de acuerdo en el fondo, pero temían decirlo? En cualquier caso, una vez pasado el bochorno de tener que corregir su decisión, deberían irse, dada su manifestada incapacidad. Aún hay algo peor. Porque la RTVE es de las cosas que me han gustado de este Gobierno que ya se va. Hoy tenemos una radio y televisión públicas, en manos de profesionales cualificados que trabajan con independencia y cariño, sin publicidad. Es el modelo público, el que debería reproducirse en cada una de las televisiones locales y autonómicas. Por eso me parece más grave este incidente, porque siembra dudas sobre algo que no las tiene.
Enrique González Fernández es médico y diplomado en Gestión de Áreas Hospitalarias