Un espacio multifuncional para cuidar a autistas y a sus familias

La semilla se plantó en Andújar cuando cinco familias se juntaron para dar vida a un proyecto todavía muy verde. A partir de entonces, la Asociación Provincial de Autismo  Juan Martos Pérez creció gracias a días de esfuerzo y noches de desvelos. Dieciséis años después se inaugura en la capital una nueva sede. 

    15 ene 2012 / 10:46 H.

    Un corazón de colorines pintado en la fachada de un bajo avisa de que detrás de esos muros se esconde un local lleno de vida. Se trata de la nueva sede de la Asociación Provincial de Autismo y TGD Jaén “Juan Martos Pérez”, un espacio de cuatrocientos metros cuadrados con ocho aulas de tratamiento individualizado de logopedia y psicología donde quince profesionales luchan, a diario, por cada uno de los miembros que componen esta gran familia.
      El colectivo estrenó sede y la inauguración contó con el “abrazo” del reconocido psicólogo especialista en autismo Juan Martos Pérez, profesional que da nombre a la asociación provincial, y con el respaldo de representantes de las entidades de referencia en el ámbito del tratamiento del espectro autista en Andalucía, de la discapacidad y de colectivos de riesgo de exclusión social de la provincia, así como representantes de obras sociales, la Universidad de Jaén, empresas colaboradoras y administraciones. La presidenta de “Juan Martos Pérez”, Lola Hervás, agradeció el apoyo de los que estaban presentes y de los que, por motivos de fuerza mayor,  no pudieron asistir —como fue el caso del presidente de ELA Jaén, Jesús Marchal—. Hervás valoró todos esos granitos de arena institucionales depositados en la organización. Sin embargo, demostró que sin la implicación altruista de todos los asociados la nueva sede sería, hoy, tan solo un deseo. “Para la reforma y adecuación contamos con las aportaciones extraordinarias de la Diputación de Jaén y para los materiales de obra, con las del Ayuntamiento. No obstante, la mayor aportación que tenemos es la nuestra, la de los propios padres y madres. Ellos pusieron todo lo que sabían hacer y más”, aclara.
    La placa conmemorativa descubierta en la inauguración es tan solo una forma simbólica de reconocer la labor de todos los que regaron con su esfuerzo la semilla que cinco familias plantaron en 1995. Atrás quedó aquel piso de ciento veinte metros cuadrados, ubicado en la Avenida de Madrid, que sirvió de sede. “Allí estábamos como sardinas en lata, era un espacio insuficiente para la actividad que desarrollábamos”, argumenta Hervás. Ahora, los afectados y sus familiares podrán disfrutar de unas completas instalaciones y de un equipo humano que no tiene precio. 
    El 14 de enero marcará la pausa en una cuesta, una fecha en la que se celebró lo conseguido y se retomaron los alicientes necesarios para hacer de los sueños futuros una realidad. Un día de alegría para el movimiento asociativo, tal y como lo expresó el director general de Personas con Discapacidad de la Consejería para la Igualdad, Gonzalo Rivas, ya que son ellos los que “luchan cada día de manera altruista para abrir un camino en la sociedad”. Pero el esfuerzo ni tampoco la ilusión merman, al contrario; Hervás ya tiene en mente los próximos escalones que pretenden subir. “Para este año estamos preparando dos proyectos; uno de ellos está vinculado a este nuevo centro, y es habilitar una sala como espacio de formación específica para la población. El otro es abrir una nueva sede de la asociación en Úbeda”, explica. Unos logros que, como este local, serán fruto de “un tiempo de lucha, de innumerables quedadas y de muchos desvelos”. Sueños por los que merece la pena no dormir.  María José Ortega / Jaén