Un empresario reclutó a 30 prostitutas para Silvio Berlusconi

Roma
El empresario Gianpalo Tarantini reconoció en sus interrogatorios judiciales haber organizado 18 fiestas a Silvio Berlusconi, para las que reclutó a 30 prostitutas para el disfrute del primer ministro con la esperanza de lograr distintos favores políticos.

    10 sep 2009 / 09:45 H.

    “Quiero precisar que he recurrido a la prostitución y a la cocaína a fin de crearme una red de apoyos en el sector de la Administración pública porque pensaba en estos años que las chicas y la cocaína eran las llaves de acceso para el éxito en sociedad”, dijo Gianpalo Tarantini, de 36 años, también conocido como el “conseguidor”. El empresario fue interrogado por los magistrados en cinco ocasiones entre el 27 y el 31 de julio pasado, acusado de estafa, inducción a la prostitución y cesión de cocaína.

    Tarantini dijo que organizó 18 fiestas para Berlusconi entre septiembre de 2008 y febrero de 2009, en su residencia de la isla de Cerdeña, Villa Certosa, en el Palacio Grazioli de Roma y en el spa Centro Messeguet de Todi, en la región de Umbría. Hasta 30 chicas amenizaron las veladas del presidente del Consejo de Ministros, que las prefería vestidas de negro y corto y con poco maquillaje —según Tarantini— y cruzaban los puestos de seguridad sin apenas control. Los guateques del primer ministro italiano ya fueron descritos por las chicas: música, cenas que se interrumpían con cantos y bailes, brindis y vídeos de la campaña electoral del primer ministro o con políticos internacionales, una verdadera lata para jóvenes que no asistían a sus casas por su poder seductor sino por dinero o para conseguir un favor.

    El “conseguidor” de jóvenes, que dio nombres de algunas prostitutas y chicas provenientes del mundo del espectáculo y la televisión, declaró haberse gastado mucho dinero en reclutar a las muchachas y así poder intimar con Berlusconi. “Quería conocer a Berlusconi y con ese objetivo incurrí en gastos notables para poder ganar su confianza”, declaró a los magistrados.

    Tarantini, propietario de la empresa de material hospitalario Tecnhospital, quería que Berlusconi le presentase al responsable de la Protección Civil, Guido Bertolaso, con la perspectiva de conseguir la venta de distintos materiales.

    Sin embargo, relató el empresario, una tarde Berlusconi le presentó a Bertolaso, con el que más tarde se reunió junto a un amigo, el empresario Enrtico Intini. Pero después no pasó nada más. Ni Tarantini, ni la prostituta Patrizia D’Addario, de 42 años, consiguieron su objetivo. Esta última pasó la noche junto a Berlusconi armada con una grabadora y al no lograr que le ayudase en un proyecto de construcción de su familia, cambió de estrategia y consiguió finalmente más dinero en los medios de comunicación que pasando muchas noches con el primer ministro. Tras las declaraciones de Tarantini, quedan en entredicho las dotes de seductor de “il Cavaliere” que le atribuía su esposa, Verónica Lario, con la que está en proceso de divorcio.

    Seductor. “Tiene dotes de gran seductor y adivina aquello que la otra quiere oír. Sabe hablar a tus deseos, a tu corazón y a tus sueños” declaró la mujer. Berlusconi, un galán que “tiene necesidad de ser amado” no sabía que las jóvenes y prostitutas que le rodeaban en sus fiestas recibían mil euros por noche si se quedaban con él o los gastos de transporte y hotel si sólo asistían a sus saraos. En esta coyuntura, y tras las declaraciones de Tarantini, la Asociación Nacional de Magistrados italianos (ANM) consideró que el primer ministro deslegitima a los jueces y las fuerzas del orden.